TaeHyung estaba en la empresa de sus padres, ocupando una de las pequeñas oficinas que solía usar para concentrarse cuando tenía que hacer tareas. Los enormes ventanales dejaban entrar la luz invernal, iluminando su escritorio lleno de papeles, libros y lápices de colores. Mientras luchaba con las operaciones matemáticas que tenía que entregar antes de que comenzaran las vacaciones de invierno, su ceño estaba fruncido en una mueca de concentración. Su lengua sobresalía ligeramente entre sus labios, un hábito que tenía desde pequeño cuando algo lo desafiaba. Los números en su cuaderno parecían moverse y bailar, burlándose de él con su complejidad. "Tontos números", murmuraba para sí mismo, como si culpándolos pudiera hacerlos más fáciles de resolver.
La frustración comenzaba a apoderarse de él cuando escuchó una voz suave y familiar que lo sacó de sus pensamientos.
— Hola — Dijo JungKook, asomándose tímidamente por la puerta entreabierta. Su voz resonó con un tono de dulzura que hizo que el corazón de TaeHyung diera un pequeño vuelco — Señor Kim, ¿puedo pasar? — Preguntó con una leve sonrisa, aunque la formalidad en su voz tenía un toque juguetón.
JungKook estaba vestido con unos jeans negros ajustados y una camisa color vino de cuello alto que resaltaba la firmeza de sus hombros. Una bandana adornaba su cabello rubio, manteniéndolo en su lugar mientras algunos mechones caían sobre su frente de manera desordenada pero encantadora. En sus manos llevaba algunos planos, y sus dedos, decorados con anillos plateados, se movían con una seguridad que denotaba su experiencia.
TaeHyung alzó la vista, sus ojos inmediatamente brillaron al ver al Alfa entrar en la habitación. Se quedó boquiabierto por un segundo, admirando lo lindo que se veía. Su propio atuendo contrastaba con el de JungKook: un suéter verde que parecía dos tallas más grande y que le daba un aspecto aún más adorable y vulnerable. Llevaba unos jeans de mezclilla y, como toque final, un gorrito con orejas de osito cubría su cabecita, resaltando la suavidad de su rostro.
— Sip, si puedes — Respondió TaeHyung, su voz sonaba casi como un susurro mientras intentaba contener el nerviosismo que le producía estar cerca de JungKook.
JungKook sonrió ampliamente al abrir la puerta por completo, dejando que sus hoyuelos se marcaran profundamente en sus mejillas. Su mirada recorrió rápidamente la figura de TaeHyung, y no pudo evitar que su corazón latiera con fuerza al ver lo adorable que se veía.
Para él, TaeHyung era sin duda el Omega más precioso del mundo. La forma en que sus ojos brillaban con tan solo verlo, cómo sus mejillas se coloreaban en un suave tono rosado, e incluso la punta de su nariz, que se enrojecía ligeramente por el frío, todo en él era simplemente encantador.
— Oh, hola TaeHyung — Dijo JungKook, tratando de mantener la compostura, aunque por dentro sentía una mezcla de emociones intensas. No pudo evitar que una sonrisa más suave y afectuosa se dibujara en su rostro al ver el tierno bostezo que el Omega soltaba mientras se frotaba los ojitos, como si fuera un pequeño cachorrito.
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just let me adore you 𐙚 kooktae
Fanficfinalizada ⋮ «los tatuajes de los destinados aparecen cuando se dan su primer beso, confirmando el amor puro que se tienen y formando una silueta del sentimiento que tuvieron la primera vez que se vieron» taehyung es un omega con un aroma muy partic...