just let me adore you 𐙚 kooktae

Ꜥꜥֶָ֢🪷ֶָ֢۫݊˒𐙚 capítulo O3

TaeHyung estaba en su habitación, sumido en la lectura de un libro, cuando se escucharon los pasos apresurados de su hermano mayor, JaeBeom, acercándose. La habitación estaba decorada con posters de sus bandas favoritas y estanterías llenas de libros y juguetes, reflejando su personalidad vibrante y curiosa. TaeHyung había logrado escapar de la rutina escolar y disfrutar de un momento de tranquilidad, pero esa calma se vería interrumpida.

La tarde había sido agitada. Después de que EunSeom lo llevara personalmente a la escuela para entregar una tarea crucial, había regresado a casa con una sensación de alivio. No tenía ningún problema con JungKook en particular, pero la idea de confiarle su bebé a un Alfa recién llegado le generaba cierto desasosiego. Los Alfas, especialmente aquellos que no conocía bien, le resultaban incómodos.

Su aroma a melocotón, tan distintivo y dulce, a menudo atraía miradas no deseadas y comentarios inapropiados de algunos Alfas en las calles, lo cual molestaba profundamente a sus padres. La situación se complicaba aún más cuando TaeHyung quería vestirse con falditas o vestidos, lo que, según su papá, atre miradas aún más invasivas.

JaeBeom irrumpió en la habitación con una actitud relajada, aunque su presencia imponía respeto. Con sus 1.90 metros de altura, sus ojos azules con matices grises y su cabello castaño lacio pero rebelde, tenía una apariencia que llamaba la atención. Su piel blanca y sus labios carnosos complementaban su rostro que parecía estar en un perpetuo estado de indiferencia. A pesar de su cuerpo delgado, sus músculos bien definidos dejaban claro que estaba en excelente forma física. La ingeniería biomédica lo tenía ocupado en su último año, pero en casa era un hermano protector y a veces, un tanto celoso.

— Hola, cachorro — Dijo JaeBeom, mientras pasaba un par de pantuflas al menor. Su voz era profunda, pero en el contexto familiar, sonaba cálida y familiar.

— Hola — Respondió TaeHyung, cerrando su libro con un suave golpe y quitándose los lentes — ¿Qué pasa?

— Papá Eun dice que bajes a cenar, tenemos un invitado, boo — Informó JaeBeom, haciendo un gesto vago con la mano mientras dejaba que el menor se calzara las pantuflas.

— ¿Quién? — Preguntó, frotándose los ojitos mientras trataba de despejar el sueño.

— No lo sé, ¿JungSeok? ¿JungHyun? — JaeBeom se encogió de hombros — Papá Joon lo invitó a comer como es costumbre cuando alguien nuevo llega, y quiere que lo acompañemos.

— ¡Es JungKook! Le invité galletas de nana — Exclamó, sus ojitos brillando de emoción al recordar el pequeño gesto de hospitalidad que había ofrecido.

— Uhm — JaeBeom alzó una ceja con escepticismo — Bueno, cámbiate de ropa y baja, boobear.

TaeHyung asintió, y con rapidez se dirigió al armario. Se puso unos jeans azules acampanados, una camisa de rayas blancas y rojas, y se calzó unas vans negras. Su cabello, que había sido peinado a un lado, se mantenía en su lugar con un toque despreocupado. Una vez listo, bajó por las escaleras en pequeños saltitos, sosteniéndose del barandal para evitar tropezar.

— ¡Llegué! — Anunció con entusiasmo al llegar al pie de las escaleras, donde su nana, una Omega de unos sesenta años con cabello canoso y ojos café claro, lo esperaba con una sonrisa cálida. Su figura robusta y su actitud amorosa la hacían sentir como una segunda madre para TaeHyung.

— Ya ve a cenar, boo, tus papás te están esperando — Dijo su nana con un tono maternal, mientras TaeHyung le daba un beso en la mejilla.

TaeHyung entró al salón, donde el aroma de la comida casera llenaba el aire. La mesa estaba elegantemente dispuesta, con platos y cubiertos listos para la cena. JungKook estaba sentado en uno de los asientos, vistiendo unos pantalones negros ajustados que resaltaban su figura atlética y una camisa blanca que había sido arremangada hasta los codos, mostrando varios de sus tatuajes. Su cabello estaba perfectamente peinado, dando un aire de sofisticación a su presencia.

— Buenas noches, JungKook — Dijo TaeHyung con cortesía mientras se sentaba al lado de JaeBeom, quien observaba al Alfa con una expresión de desconfianza.

La tensión entre ellos era palpable, y aunque JaeBeom trataba de mantener la compostura, su mirada no podía ocultar completamente su celosía.

— ¿Cómo te fue con tu tarea? — Preguntó JungKook, intentando entablar una conversación amigable con el menor.

— ¿Qué te importa? — Intervino JaeBeom con un tono algo hostil.

— Solo trataba de ser amable — Respondió JungKook, mirando a JaeBeom con una mezcla de confusión y paciencia.

TaeHyung, sintiendo la creciente tensión, giró su cabecita de un lado a otro, preocupado por la discordia que se había generado en la mesa. No le gustaba ver a los Alfas discutiendo, especialmente cuando eso podía arruinar una comida que él había anticipado con tanta ilusión.

— ¡Papi! ¡JaeBeom está gruñendo a JungKook!