Auspicio

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Se habló una vez de una profecía, de un vaticinio. El que nació en bienes y normalidades, que recorrió su tierra natal en todas direcciones, se abstendrá de su placer y gustos humanos. Cuando el mundo lo mire lo verán sonreír, y le devolverán la sonrisa. El que hizo germinar vida en tierras yermas, conocerá su final tres veces, pero solo la última será cierta. Dará hogar a pobres y desgraciados, dominará reinos abrazando a sus adversarios, y creará un lugar en el que las virtudes del pasado cohesionen con las ventajas del presente. Su poder será inmenso, Pero nadie lo temerá, aunque debieran hacerlo. No es sino la descripción de un monstruo, un humano incapaz de ser libre, incapaz de amar.

El destino de todos está en sus manos, y aún no sabe bien qué hacer. Pues lo mismo que no puede amar, tampoco puede odiar.

Le preguntarán por sus obras: "¿Cómo lo has hecho?" Responderá:

"Hecho... Hechos son vuestros. Elegidos y no previstos. Si os reunís en cementerios y habláis con los muertos, no hacéis. Si os congregáis en vida, necesitados de compañía humana o animal, no hacéis. Si despertáis en mitad del sueño, preocupados y temerosos de lo que otros pueden provocaros, con certeza no hacéis. No hacéis, porque siempre tenéis miedo de todo. Haréis grades cosas, solo si


FIN


Dedico este libro a quien sea que esté leyendo esto, pues, sin un lector, mis escritos carecerían de importancia. Espero que te sea de ayuda, al menos, tanto como a mí me ayudó escribirlo.

Cuentos y Relatos de un nuevo mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora