Capítulo 6 - New Rose II

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"See the sun, it shines... Don't get too close, or it'll burn your eyes... Don't you run away that way, you can come back another day"

New Rose – The Damned

Me hice la desentendida con Erick y seguí charlando lo más normal. Él me contaba cómo su padre quería que se uniera al negocio de la familia, pero con sus 26 años su sueño era ir a Los Ángeles, viajar con su moto y tocar su guitarra.

Fingía prestar atención, pero cada detalle se iba acumulando en mi cabeza.

De pronto, se estaban haciendo la 1 de la mañana. El pub cerraba en una hora.

Note como Erick se sentía un poco ebrio. Claro, yo estaba insistiendo para que Jannet nos trajera más bebida para él.

Le sugerí si quería ir a un lugar más íntimo, mientras apoyaba mi mano sobre su pantalón

—Creo que podríamos conocernos mejor sin tener que... tú ya sabes. No busco eso que estás pensando —dijo, con un poco de incomodidad, pero con sinceridad.

Lo miré sorprendida. Era el primer hombre que rechazaba mis servicios. Eso hizo que mi corazón diera un vuelco. Los borrachos siempre dicen la verdad, ¿no? Bueno, le creí. Se veía tan sincero, tan transparente, tenía una leve pizca de inocencia que podía notar.

—Entonces nos quedamos acá —le dije y le pedí a Jannet un café bien cargado para él con el gesto de mis manos.

Erick me agradeció. Como yo era más que curiosa, le pregunté sobre la morocha de pelo largo y tez bronceada.

—Creo que tu amigo se fue, y tu novia también —le dije disimuladamente.

Erick se echó a reír.

—EX NOVIA —dijo—. Es la hermana de Santino. Celena. La verdad es que estamos en una sintonía diferente, pero aún nos llevamos bien por su hermano.

Prestaba atención a todo lo que me decía Erick esa noche. Por dentro, un "ja... ex novia!" resonaba en mi mente como triunfante.

—Deberías tomar un café o algo si quieres poder manejar tu moto —le sugerí, coqueteando con él y notando cómo sus ojos brillaban tímidamente.

—¿Siempre tienes esta clase de noches? —preguntó Erick, tomando un sorbo de su café.

—Más o menos —respondí, encogiéndome de hombros—. Me gusta mantener las cosas interesantes.

—Y vaya que lo haces —dijo, sonriendo—. Pero dime, Jade, ¿qué te trae siempre al mismo pub? Pareces conocer bien a todos en este lugar.

Solo me limite a mirarlo, el con mi mirada había entendido todo. O eso creía yo en ese momento... Erick suspiró y se inclinó hacia adelante.

—Bueno, si alguna vez necesitas hablar o simplemente compañía, estoy aquí.

—Gracias —dije, sintiendo un calor inesperado en el pecho.

Nos quedamos en silencio por un momento, disfrutando de la compañía mutua y del ambiente del pub. Aunque sabía que tenía un propósito, no pude evitar sentir una especia de seguridad genuina con Erick.

Finalmente, la noche llegaba a su fin. El pub comenzaba a vaciarse y Jannet nos lanzó una mirada de "última ronda".

—Parece que es hora de irse —dijo Erick, estirándose.

—Sí, supongo que sí —respondí, sintiendo una mezcla de alivio y decepción.

Nos levantamos, y lo acompañe al callejón, donde estaba su moto, antes de irse me miro y dijo:

—Gracias por la compañía. Ha sido una noche interesante.

—Ten cuidado. —Solo me limite a decir

—Siempre lo hago —dijo con una sonrisa antes de ponerse su casco y montarse en su moto.

Me quedé viendo cómo se alejaba, con la sensación de que esta noche había sido el comienzo de algo más grande. Pero sabía que el camino por delante no sería fácil. Había más preguntas que respuestas, y no podía permitirme bajar la guardia.

Mientras caminaba tranquila por el callejón del bar con la mente ocupada en los pocos detalles que había logrado averiguar sobre Erick. De pronto, escuché unos pasos acercándose detrás de mí. El sonido de las botas sobre el pavimento mojado se hacía cada vez más fuerte, y mi corazón comenzó a latir con más fuerza. Intenté apresurar el paso, pero mis tacos no me lo permitían. El aire frío me golpeaba el rostro, y un escalofrío recorrió mi espalda.

Al pasar bajo una farola que parpadeaba, sentíun tirón brusco. Alguien me agarró por detrás y me tapó la boca con una manoáspera. El pánico se apoderó de mí, y solo pude escuchar el sonido de uno demis aros caer al suelo, resonando en la fría y oscura noche. Intenté gritar,pero mi voz quedó atrapada en mi garganta mientras me arrastraban hacia lassombras.


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Cenizas de GirasolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora