capítulo 13 - Criminal II

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  ꧁ And this type of love isn't rational, it's physical

Mama please don't cry, I will be alright

All reason aside I just can't deny, I love that guy

And he's got my name

Tattooed on his arm his lucky charm

So I guess it's okay he's with me

And I hear people talk

Trying to make remarks keep us apart

But I don't even hear

I don't care꧂

❉ Criminal - Britney Spears ❉


Nos tomamos un taxi hasta la misteriosa mansión, alejada de la ciudad. Mis dedos temblaban mientras James, sentado a mi lado, rozaba los suyos en mi espalda. Todo el maldito viaje fue así. Su contacto constante me hacía sentir atrapada, quería vomitar, pero me obligué a tragar el asco.

No podía permitirme mostrar debilidad, no esta noche.

Cuando llegamos, la mansión se alzaba majestuosa y oscura, con luces tenues que apenas iluminaban su fachada. Parecía sacada de una película antigua, con sus paredes cubiertas de hiedra y un aire de decadencia que no podía ocultar. Las ventanas parecían ojos que nos observaban, y el eco de risas y murmullos dentro de la casa no hacía más que aumentar la incomodidad.

Antes de entrar, James saco de su saco un antifaz muy delicado con tintes dorados y me lo alcanzó para que me la ponga sobre mis ojos... por un segundo me pude observar en el reflejo de una ventana y esa mujer no era yo, podría ser cualquiera.

El lugar estaba repleto de hombres mayores y mujeres jóvenes enmascaradas que los acompañaban como si fueran accesorios caros. El perfume costoso y las conversaciones vacías llenaban el ambiente. James me tomó por la cintura, arrastrándome entre la multitud mientras saludaba a personas que no había visto nunca en mi vida. Yo me limité a asentir con una sonrisa falsa. Por dentro, solo quería salir corriendo.

—Viniste —dijo una voz grave detrás de nosotros.

—Así es —respondió James, volviéndose hacia el hombre—. Jade, te presento a Santino Moreau.

Sentí un escalofrío.

—Creo que te he visto antes —dijo, inclinándose ligeramente hacia mí—. No me olvidaría de una rubia hermosa, sobre todo una que fuma como si el mundo no le importara.

La sorpresa fue inmediata, pero me esforcé por no dejar que se notara. No era una observación casual, era una provocación. Un comentario hecho para hacerme tambalear.

De repente, un recuerdo cruzó por mi mente. La noche que vi a Lily y Charlotte, ese hombre... ese hombre que estaba con ellas era Santino. Mi cuerpo se tensó al recordar la escena. Carajo, cómo no lo vi antes. Santino había estado más cerca de lo que pensaba, y eso me puso aún más nerviosa.

—Hola —respondí, extendiendo la mano con una sonrisa tensa.

Santino tomó mi mano, pero en lugar de estrecharla, la sostuvo por un momento más largo de lo necesario antes de besarla lentamente. Sentí cómo su barba rozaba mis dedos, y por un segundo, toda mi piel se tensó. De reojo, vi cómo James se ponía nervioso. No le gustaba nada lo que estaba ocurriendo.

Cenizas de GirasolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora