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-No lo comprendo- Jungkook murmuró, llevándose el borrador del lápiz hasta la boca para moderlo-. ¿Por qué no me da el resultado?

-Déjame ver.

Taehyung se acercó, sentándose a su lado en el piso, observando el ejercicio. Jungkook tenía su cuaderno sobre la mesa de centro, pensando en cómo resolver el ejercicio de matemáticas. Ni siquiera sabía porqué le habían mandado esa tarea, cuando lo que estaba estudiando no tenía nada que ver con las matemáticas.

-Debes dividir a con b y luego restar la x con la a, ese resultado debes sumarlo y despejarlo.

Jungkook debía admitir que no le estaba prestando atención. Sus ojos se habían concentrado en la forma en que los labios de Taehyung se movían al hablar, siguiendo cada movimiento mientras él explicaba la ecuación matemática con calma y pausadamente. La voz de Taehyung, suave y constante, se convertía en un murmullo de fondo para Jungkook, que se encontraba hipnotizado por la elegancia y precisión de cada palabra que salía de su boca.

-¿Jungkook?

-¿Eh?

-¿Entendiste lo que te dije?

El menor sintió sus mejillas arder como brasas encendidas, el calor intenso revelando su inquietud. Apartó la mirada rápidamente, como si al hacerlo pudiera escapar de la pregunta que lo había atrapado inminentemente. La respuesta se atascaba en su garganta como un trozo de madera, atrapada en la vergüenza.

-L-lo siento, me perdí en mis pensamientos por un momento. ¿Podrías explicarme de nuevo, por favor?

-Pude notarlo- Taehyung negó divertido sonriendo a medias, revolviendo los cabellos azabaches de su estudiante con cariño. Se puso de pie, limpiándose el pantalón en la parte trasera-. Creo que deberías tomarte un descanso, llevas un buen rato haciendo esto.

Jungkook no supo qué decir. Estaba en la casa de su profesor haciendo la tarea, ya que no soportaba estar un segundo más bajo el mismo techo que su tía. Taehyung le había dicho que podía ir cuando quisiera, y él, con la vergüenza calándole los huesos, tocó su puerta y lo miró con sus ojos brillantes por el temor a ser rechazado por haberse tomado tanta confianza tan rápidamente. Sin embargo, Taehyung lo recibió con una sonrisa, abriéndole la puerta de su casa y recordándole una vez más que podía ir cuantas veces quisiera, pues siempre sería bienvenido.

Jungkook sentía que había encontrado un lugar seguro después de tanto tiempo.

-¿Chocolate caliente?

-Por favor.

Mientras Taehyung preparaba la bebida caliente, en la mente de Jungkook surgió una incógnita que lo hizo fruncir el ceño inconscientemente. Incluso se hizo preguntas a sí mismo que no obtuvieron respuesta, ya que él único que podía responderlas era el mismo Taehyung.

-¿Puedo hacerte una pregunta?

Kim asintió, a pesar de que estaba de espaldas.

-Claro.

-¿Tienes pareja?

Sus manos dejaron de batir el chocolate con la leche y se dio la vuelta para mirar a Jungkook directamente. Apoyó la espalda en el mesón de la cocina, y se cruzó de brazos con una expresión que demandaba extrañeza. Alzó ambas cejas, dejando ver una mezcla de sorpresa y curiosidad ante la pregunta que se le fue hecha.

Jungkook apretó sus labios entre sí, hablando de nuevo.

-N-no tienes que responder. Lo siento, no debí...

-No, no tengo.

-¿Qué?

-¿Realmente crees que un hombre como yo tiene pareja?

LA TUMBA DE LAS LUCIÉRNAGAS | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora