Ya era sábado, y el último día de prueba, hoy sabría si tenía el trabajo definitivamente, además después de trabajar iba a juntarme con José; me levante y me bañe, al terminar me vestí y baje a la cocina, mi tía ya me tenía el desayuno listo, Michael aún dormía y mi tío se estaba recién bañando, así que desayune junto con mi tía.
Hoy se trabajaba hasta medio día; llegué, me puse el mandil y comencé a ordenar sacando las sillas de las mesas, pusimos las servilletas en cada mesa.
-¿Nerviosa? —me pregunto Anthony.
—Un poco —conteste.
La verdad el día pasó relativamente rápido, habían varios clientes, mayormente familias; pasada de las doce salió el último cliente y coloque el letrero de "cerrado", baje las persianas de los ventanales y me fui al camarín, pero antes de poder entrar Anthony se acercó a mi.
—Ashly quiere hablar contigo —me dijo.
—Bien —dije, y camine hasta su oficina, me detuve frente a ella, tomé un poco de aire y golpeé la puerta.
—Pase —dijeron desde adentro, gire la manilla y abrí la puerta, entre y la cerré tras de mi lentamente, me senté frente a la señorita Ashley que me miraba —. Sabes que hoy se termina tu semana de prueba, ¿verdad?
—Si, lo sé —conteste, moví mis manos nerviosas.
—Te vez nerviosa —afirmó.
—Si, lo estoy —reafirme —. Trate de hacer mi mayor esfuerzo y no tuvo ninguna queja sobre mi.
—Es verdad, no la tuve —dijo —Por eso quiero que recibas esto —dijo al tirar un cajón, se oía el sonido de algo plástico, puso en la mesa una bolsa de plástico transparente, la tomé, dentro había una camisa blanca con una placa que tenía mi nombre escrito "Yurielkys. O.", mire a Ashley , ella tenía una sonrisa.
—¿Esto es lo que estoy pensando?
—Así es, estas contratada definitivamente —dijo sonriendo —. Necesito que firmes este contrato —me paso un papel y un lápiz, lo tomé y lo leí, estaba todo en orden, así que lo firme —Bueno, bienvenida.
—Gracias por la oportunidad —le dije emocionada, guarde las cosas en mi mochila— Le prometo no decepcionarla —dije al levantarme.
—Se que no lo harás —nos dimos la mano y luego de un rato salí muy contenta.
—¿Y? —preguntó Anthony.
—Estoy contratada —grite feliz.
—Eso es una excelente noticia, me alegro por ti —me dijo —. De verdad. Ya es hora de irnos.
—Si, me tengo que juntar con José en un rato más —le dije, así que salimos los dos de la Cafetería. Ya afuera Anthony se quedó parado cerca de la acera, como si esperara a alguien, en eso un auto se estacionó frente, el hombre que iba dentro bajo la ventana, era calvo, parecía alto, ojos claros, su semblante era serio. —¿Quién es?
—Es mi padrastro —contestó —. Hoy me toca pasar tiempo con él, los sábados son sus días libres. Nos vemos el Lunes —me dijo, nos abrazamos para despedirnos, luego nos separamos y se subió al auto, arrancó y se perdió de vista.
Yo camine unas cuantas cuadras y atravesé la calle que daba al parque, me quedé cerca de una enorme pileta que tenía la figura de varios ángeles con sus alas abiertas y los brazos hacia arriba.
Me senté a la orilla de la pileta, miraba a mi alrededor, habían familias haciendo pequeños picnic, niños jugando en los juegos que habían cerca, era una tarde de sábado tranquila, el clima estaba perfecto, hacía calor, pero la brisa fresca era reconfortante, mire hacia la derecha y vi a José a unos metros, sonreí.
—¿Llevas mucho esperando? —me preguntó al estar cerca de mí.
ESTÁS LEYENDO
La hija del pastor - adaptación-(YULERIA)
Roman d'amourLa vida es injusta y cruel, y eso Yurielkys Ojeda lo sabe muy bien, por que lo ha vivido en carne propia... Pero al volver al pueblo de su infancia con sus tíos su vida dará un giro inesperado