La hija del pastor - adaptación-(YULERIA)

Cap45

(Yuri)

Ya habían pasado tres días desde que Val desapareció y aún la policía no encontraban ninguna pista de donde podía estar, hablaron con Sebastián, pero no consiguieron nada, él y su abuela estaban fuera del pueblo ese día de la desaparición y sobre Byron ningún rastro de donde podría estar.

Iba al trabajo con pocas ganas, dando sonrisas falsas a los clientes, en mis horas libres lo único que hacía era ir al cuarto donde estaban los casilleros sentarme en el suelo y comenzar a llorar, la extrañaba demasiado, necesitaba saber donde está, como esta, pero nadie sabía nada y eso me angustiaba mas; comía poco y en las noches no dormía nada, llegaba a mi casa me iba directo a mi habitación y me sentaba en la silla que tenía en el balcón mirando al suyo, esperando a que ella saliera y me saludara como lo hacía los primeros días que fuimos amigas; extrañaba sus besos y sus caricias, de solo imaginar por lo que estaba pasando o que le estaban asiendo me hervía la sangre de la impotencia de no poder hacer nada para ayudarla.

Estaba sentada en el sillón junto con mi primo, era mi día libre, así que me quedé todo el día ahí, veía una serie, la verdad ni se cual, nunca le preste atención, oí que tocaron a la puerta, vi a mi tía abrir.

-Yuri —oí que me llamaban, gire mi cabeza, era Laura, se sentó a mi lado, dejó su bolso aún lado —. Se que lo que voy a preguntarte es tonto, ¿me gustaría saber como estas?

—No es tonto, esta bien que te preocupes —le dije —. Pues estoy mal, muy mal —lágrimas amenazaban con salir, pero las detuve.

—Pues todos estamos igual —dijo —Jacob me dijo que le devolvieron el bolso de Val, no encontraron nada, pero al revisarla él si encontró algo —la mire atenta —. Algo para ti —ahora la mire extrañada, abrió su bolso y sacó un paquete y me lo entregó —. Creo que lo compró para ti.

—¿Que es? —pregunté.

—No lo sé, aun esta cerrado —contesto.

Lo revisé, tenía una tarjeta que decía "para mi amada Yuri", sentí una punzada en el corazón al leerlo, lo abrí con cuidado sin apuro, al sacarle el envoltorio por completo vi que era una pequeña caja, la gire, y al ver de que se trataba mis ojos se abrieron más de lo normal, eran unas pequeñas converse rojas, mis ojos estaban cristalizados, Laura vio el contenido de la caja y se tapó la boca sorprendida.

—¿Val...ella es-esta embarazada? —pregunté mirando a Laura, ella asintió, solté un sollozo y algunas lágrimas salieron.

—Lo supo hace poco —contestó, podía notar su tristeza también —. Fue el día que fuimos a la universidad.

—Entonces sus mareos y vómitos eran por qué estaba embarazada —afirme entre lágrimas.

—Si —dijo —. Estaba asustada, y también quería decírtelo, pero no sabía cómo —comenzó a contar —. Su vida dio un giro de 360° al saber la noticia, pensaba que si te lo decía tú ibas a dejar tu sueño de ser fotógrafa de lado para cuidarla a ella y al bebe.

—Siempre preocupándose por mi —di una media sonrisa —. Pero me conoce bien y si, haría eso por ella, pero no dejaría mi sueño de lado, estudiaría y trabajaría para que ella y el bebé estuvieran bien —luego la tristeza me invadió —. Pero ahora que se esto, que tiene un bebe mió en su vientre, me hace sentir peor —dije llorando —. Ahora me voy a preocupar mucho más, no quiero que le pase nada a ninguno...quie-quiero que este a mi lado para poder complacer todos sus antojos y cuidarla, cuidarla mucho —abrace a Laura y comencé a llorar, sentí las manos de Laura acariciando mi espalda para tranquilizarme, pero no lograba mucho.