(Yuri)
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Habían pasado dos días más, no fui a trabajar ya que mi jefa se entero de lo sucedido con Valeria y comprendió perfectamente mi estado, que no estaba para trabajar... La policía aún haya rastro de Byron, y eso me molestaba demasiado.Salí de casa y comencé a caminar sin un rumbo fijo hasta que me detuve y me di cuenta que estaba en el centro gire mi cabeza hacia la izquierda, vi el bar, trague saliva entre, y me senté cerca de la barra y pedí un vaso pequeño de Mezcal, me lo trajeron y lo dejaron frente de mi, lo tomé y lo mire unos segundos... Empecé a recordarla; sus ojos, su sonrisa, sus carnosos labios y la forma en cómo me besaba, en sus manos y como recorría mi cuerpo con la yema de sus dedos, cerré los ojos cuando una lagrima bajó...no pude beber, lo deje donde estaba, el cantinero me veía, saqué el dinero y lo deje en el mesón.
-No es necesario —me dijo el cantinero —. No tomaste —me devolvió el dinero, yo le di media sonrisa, lo tomé y me fui de ese lugar, tomé un taxi y volví a casa, mientras estaba dentro recordé que el tío de Val Leandro aún no sabía que había desapareció, así que decidí que al llegar a casa subiría a mi auto y los iría a ver para avisarles... Llegué le pague al chófer y me baje, estaba por entrar a mi casa cuando me hablaron.
—¡Oye! —me gritaron, me gire, era Sebastián que venían caminando a paso acelerado hacia mi.
—¿Que quier...? —no termine de preguntar cuando recibí un golpe en pleno rostro que me hizo tambalear, no me lo esperaba, no me dio tiempo de reaccionar cuando me dio otro y otro y otro más hasta que caí al suelo, comenzó a patearme el estómago varias veces, cuando iba a volver hacerlo lo detuve haciendo que cayera al suelo de golpe, me levante, me toque el rostro, sentí que me ardía el labio, la nariz y cerca del ojo izquierdo, comencé yo a patearlo varias veces, me coloque sobre él y comencé a golpearle el rostro varias veces, nada me detenía, quería desquitarme con alguien y Sebastián era la persona perfecta, el chico ya tenía el rostro desfigurado, pero no paraba.
—¡Yuri! —escuche un grito, pero no hice caso y seguí, hasta que alguien me sostuvo por detrás y me levanto alejándome de él —¡Ya basta Yurielkys! —era Jacob, me sujeto hasta tranquilizarme, vi que Sebastián se levantaba como podía, me miró con miedo y se alejo —¿Que te pasa? No puedes andar por ahí golpeando a la gente —me giro para que lo mirara.
—Ya no aguanto mas —dije desesperada, lo abrace y comencé a llorar —. Necesito que vuelva conmigo.
Me llevo dentro de su casa y me curó las heridas, le pedí disculpas por lo que había pasado, él entendía pero me hizo prometer que no lo volviera hacer, yo se lo había prometido... Después de un rato le dije que iba a ir hablar con él tío Leandro, él dijo que iba acompañarme, así que salimos los dos y fuimos en su auto, le deje un mensaje a mi tío Jorge diciéndole donde iba, y que tal vez regresaba en la noche o mañana en la mañana.
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Cuando llegamos nos recibieron amablemente, entramos, estaban todos, sus tíos y sus primos y le contamos todo lo sucedido con Val, también lo de Byron, estaban sorprendidos por lo que oían.
—¿Te vas a quedar? —preguntó Bastian acercándose, yo asentí —. Bien, por que podrías dormir en la habitación de Vale... —lo mire y se retracto —. Lo siento —desvío la mirada —. Todos estamos mal por lo que esta pasando, pero se que tú estas mucho peor y nada de lo que te diga va...—lo interrumpí.
—Esta embarazada —le dije, el me miró sorprendido —. Lo supe hace poco, unos días después de su desaparición —ya estaba cansada de llorar, pero era inevitable y algunas lágrimas volvieron a caer —La van a encontrar, te lo aseguro, las dos estarán sanas y salvas —me tranquilizó, yo asentí y me levante.
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La hija del pastor - adaptación-(YULERIA)
RomanceLa vida es injusta y cruel, y eso Yurielkys Ojeda lo sabe muy bien, por que lo ha vivido en carne propia... Pero al volver al pueblo de su infancia con sus tíos su vida dará un giro inesperado