17.

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Kiki

- Buenos días Viooo.- Estaba fregando los restos del desayuno por lo que pude ponerme detrás de ella y abrazarla

- Te levantas muy contenta Kiki

- Bueno anoche alguien quiso pagarme lo que me debía

- Que graciosa eres

- ¿Y los chicos?

- Salieron a por antojos varios

- ¿Estamos solas?

- Eso me temo

- Pues mejor porque esto no creo que deban verlo

- Chaira quieta

- Pero si eres tu que sabiendo cómo me pones decides ir con un bikini con la parte de abajo de tanga y con esta especie de camisa abierta medio transparente

- Me he puesto lo primero que he encontrado por no despertarte

- Haberme despertado, esas vistas merecía verlas

- Ponte a desayunar y déjame recoger

- Mmmm es que quiero desayunar te a ti, que eres lo más rico que he comido en mi vida

Comencé a dejar besos muy húmedos en su cuello, sabía que terminaría cediendo

- Kiki para

- Deja que te desayune. Tu cierra los ojos.- Hizo lo que la pedí.- Imagínate que te subo a la encimera y empiezo a besarte, la cara, la boca, el cuello, los pechos y que voy bajando dejándote un maravilloso reguero de besos húmedo hasta mis otros labios favoritos, aparto el tanga y te deboro de tal manera que te corres en mi boca y luego después de lamerte cada rincón para dejártelo limpio subo a besarte para que veas que eres la cosa más rica del mundo. Es solo una idea

- Chiara

- No digo nada más. Me tendré que conformar con un vaso de leche y galletas

- Chiara

- ¿Si?

- Odio cuando haces eso

- ¿El que?

- Ponerme como me pones para conseguir lo que quieres

- ¿Eso es que si?

- ¿Tu que crees?

Rápidamente Vio se giro a besarme, mis palabras habían hecho su efecto. La subí en la encimera de la cocina para tener mejor acceso a toda ella. Hice todo lo que la dije muy lentamente quería saborearla bien, ya que era lo único que iba a desayunar hoy. Cuando llegue a su preciosa y mojada entrada la oli y lleve mi lengua a ella. Violeta gritaba sin cesar y yo feliz de escucharla, ya que aquello lo estaba provocando yo. Justo cuando las paredes de Vio se contraían y notaba que se iba a correr, la puerta de abrió, y entraron nuestro amigos que vieron como Violeta se corría en mi boca. El nuevo trauma de mi vida.

Cerré los ojos deseando que aquella escena no hubiera pasado y para cuando los abrí pude comprar que había sido una puta pesadilla, que Violeta dormía a mi lado y que yo estaba empapada en sudor. Me levanté al baño a limpiarme el sudor y a lavarme un poco la cara

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