El nexo

28.

Kiki

Duque y yo habíamos salido bien temprano. Él enano tenía revisión en el pediatra, le habían puesto parches para el ojo vago y y de paso hablaba con el médico sobre su problema con las cena ya que se había agravado bastante, a niveles agresivos a los que no nos tenía acostumbrados.

Lo del ojo lo solucionamos bastante rápido, había funcionado.

Después una enfermera se lo llevó a la sala de al lado par que pudiera hablar con él.

- Tu dirás

- Lleva unos meses, que no quiere cenar, dice que no tiene hambre y me tengo que pelear con él para que cene. Al principio pensamos que era por la adopción de su hermana. Pero nos dimos cuenta hablando con mi madre que el problema venía de antes. Y la situación va a peor, ahora es mas agresivo, tira el plato al suelo con la comida y le dan igual las consecuencias. La abuela de mi mujer dice que es porque no quiere irse a la cama y lo hace por llamar la atención, pensamos que podía ser eso, pero al ponerse más agresivo ya no sabemos que es. Estamos bastante preocupadas

- ¿Me dejarías hablar con él a solas?

- Si, claro

- Pues vaya con la enfermera y que pase el niño

- Gracias doctor.- Salí por la puerta que había entrado antes Duque.- El doctor quiere hablar contigo, se bueno

- Si mami

- No tiene buena cara

- Digamos que ese terremoto de ahí nos hace imposibles las cenas y su hermana de dos años nos agota. Me paso el día corriendo detrás de ella y diciéndola que no toque ciertas cosas

- ¿No cena?

- No. Comer si y lo hace estupendamente, come de todo y es buenísimo. Ahora llega la hora de cenar y la casa es una batalla campal. La pequeña se come lo que haya y se va a dormir, pero este. Este empieza con el no quiero más, no tengo hambre, no me gusta, me duele la tripa y antes lo convenciamos. Ahora, si tiene que tirar el plato con la comida al suelo lo hace

- Que extraño

- Lo se. No sabemos que hacer con él. Porque el día que hay McDonald's o tortilla francesa si come

- Seguro que el doctor da con la causa es muy bueno

- Eso espero

- Mami.- Duque entró con unos papeles a la sala donde yo estaba.- Ya nos podemos ir, el doctor me ha dado esto para ti y para mama

- Pues a casa ratón

- Adiós y gracias por los dibujos de la patrulla canina

- A ti pequeño

No entendía nada de lo que acababa de pasar, ni si quiera había leído los papeles del doctor, quería esperar a Violeta.

Al entrar a casa se fue corriendo a cambiar de ropa y a jugar con su hermana. Yo sin embargo, me pare a besar a Violeta, para después saludar a la enana y cambiarme. Lo siguiente que hicimos fue sentarnos en la mesa de la cocina a hablar de lo sucedido. La conté hasta los papeles