14.

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Kiki

Hoy había dormido sola en casa y eso hacía tiempo que no lo hacía, por lo que no vamos a engañar a nadie y dormir lo que se dice dormir, no lo hice mucho.

Me desperté a cada hora porque había un pensamiento recurrente que no me dejaba dormir.

Violeta me había dejado las puertas abiertas a una posible reconciliación y ese hecho me quitaba el sueño.

Estos últimos meses a su lado me habían hecho recapacitar en lo mal que lo hice todo hace casi tres años y en lo tonta que había sido por dejarla escapar. Y es que aunque quisiera volver con ella no todo dependía de mi.

Los celos infundados se instalaron en los últimos meses en nuestra relación y era mi culpa ya que me daba miedo que se fuera con otra, pero eso lo trabajé con una psicóloga de la cual solo mi madre sabía su existencia. Ella me explicó y me ayudó a entender que tener celos no era lo normal en una relación sana y con buena comunicación, que era cierto que el amor se podía acabar, pero que no podía estar todo el rato pensando que se acabaría la relación, porque de tanto pensarlo se cumplió.

Había dos Kikis. La que quería mandar todo a la mierda y volver con ella está misma tarde. Y la que creía no tener ningún derecho a pedirla nada.

Si lo pienso bien hay mil Kikis, porque cuanto más lo pienso más escenarios con posibles consecuencias se me abren. Aunque hablarlo sola no tienen ningún sentido porque al final lo que yo quiera importa pero no mucho, una relación es cosa de dos, o por lo menos en nuestro caso, y hay que tener en cuenta las dos opiniones.

Pensar me lleva a moverme y a andar poco la casa por lo que cuando me sonó el teléfono tuve casi que salir corriendo para llegar a cogerlo, era Rus

- Holaaa

- ¿Que tal la noche sola en casa? ¿Has podido dormir?

-  Bueno, la noche como muchas otras y no no he dormido porque a Violeta antes de echarme ayer de su casa porque venía Tana, se le ocurrió decirme que igual tenía las puertas abiertas a una reconciliación

- Igual quiso decir piernas abiertas

- Ruslana

- Perdón. Así que dormir no mucho, ¿no?

- No. He visto todas las horas porque se me repetían en bucle sus palabras, pero da igual. ¿Tu?

- La he liado lo más grande, ¿podemos vernos?

- Vente a casa y te pongo un café de esos que tanto te gustan

- Voy

En cuanto Rus me colgó el teléfono aproveche para darle a Violeta los buenos días, preguntarla por la noche de Duque y decirla que Rus venía para mi casa que decía que la había cagado y que no se si me dari tiempo a buscar a Duque. No me esperaba su pronta respuesta en la que decía que el niño bien, aunque al no verme en el desayuno se ha puesto un poco triste y que la avisará a lo largo de la mañana por si tenía que ir ella. La contesté un gracias con un corazón lila y me puse con el café de Rus. Para cuando llegó ya se lo tenía em la mesa acompañado de unas lotus

- Gracias Kiki

- No es nada, tu dirás

- Mmmm a ver. Nora y yo ya no estamos juntas

- ¿Que ha pasado Rus?

- Pues que me cuesta un huevo estar en una relación, que me agobio muy rápido y que en cuanto siento que me atan pido libertad. Así que ayer se lo dije. La dije que no puedo darle más de lo que la doy, ni formar una familia con ella, ni mucho menos casarnos. La dije que si de verdad quería eso que se fuera y se buscase otra que se lo pudiera dar. Se enfadó, me gritó, me tiró cosas. Me fui de casa estuve bebiendo sola en un bar y me tiré a una chica en el bar. Bueno igual parecía una niña

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