El nexo

37.

Vio

Tana y Jass llevaban dos días en casa, eso me indicaba que pronto nuestros amigos nos llevarían no se a donde a hacer no se qué. Y así era a Kiki y a mi nos llegó un mensaje en el que ponía que teníamos veinticinco minutos para hacer la maleta y esperar sentadas en el sofá.
Y así lo hicimos, nos volvimos locas haciendo la maleta grande mientras Jass y Tana lo grababan y se reían de nosotras.
Veinticinco minutos después empezó a sonar una alarma extraña en el rellano, que más tarde entro en casa.

Juanjo, Ruslana, Martín y Almudena entraron con mascaras estilo la casa de papel, nos pusieron unos antifaces y nos hicieron bajar las escaleras a un coche en marcha en el que intuía que estaba Alex.

- Las manos

- ¿Te puedes quitar la máscara y vocalizar Ruslana? Ya no os vemos no tiene gracia que las llevéis

- Calla Violeta y haz lo que digan

En cuanto puse las manos delante de mi cara note unas esposas

- Así no tendréis tentativa de tocaros por el camino

- ¿Si claro vamos a tocarnos mientras miráis porque ahora hacemos porno?

- Violeta calla que estos son capaces de pegarnos

- Ay Kiki que mona estás asustada

- Rus no me acarieces así la cara me das miedo

- Es lo que pretenden Kiki cariño

- Arranca Alex

No se el tiempo que nos quedaba en aquella furgoneta pero yo me meaba.

- Disculpa queridos amigos. O paramos pronto a mear o vais a tener que frotar la mancha

- Yo también tengo pipi

- ¿No habéis meado?

- El mensaje decía con la maleta hecha no también meada

- Yo también me estoy meando, es lo que tiene el embarazo

- Pues nada parada para que las señoras meen

- ¿Y tu que eres Ruslana? ¿Un hombre?

- No pero yo no me meo como las viejas

- Haya paz que vamos a parar

Paramos pero no me dio a tiempo a ver dónde estábamos ya que lo único que había era esta gasolinera. Volvimos a la furgoneta y estaba cansada por lo que usé a Kiki de almohadas ya que no sabía cuánto nos quedaba.

- Ya hemos llegado. Despertad

- Ya ya un momento rubia

- ¿Donde estamos? ¿Que pasa?

- La Kiki se ha echado la siesta astral. No sabe ni dónde está

- Ay Juanjo es que dos hijos cansa mucho

- Y uno también bonita y no me duermo por las esquinas. Venga arriba