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Vio

Habíamos aplazado la visa para quedarnos unos días más y comprobar que Kiki estaba embarazada y todo iba bien.

Al final solo elegimos al donante, nos dejaron elegir sexo, pero eso queríamos que fuera una sorpresa para ambas.

Estabamos demasiado ilusionadas con el hecho de haber podido escoger rasgos para que se pareciera un poco a mi. Mi pequeña no paraba de hablar de aquello, se imaginaba como podría salir el bebé o la bebe. Cada vez que llamábamos a los niños o hablábamos con Almu la tenía que encerrar en el baño porque parecía que todo el rato se le iba a escapar al noticia.

- Kiki, cariño despierta

- No quiero

- Pues entonces a ver cómo vamos si a ver si hay bebe o no si tu no te levantas

- ¿Es hoy?

- Es hoy pequeña. Vamos anda que tenemos muchas cosas que hacer

- ¿Muchas?

- Amor, vamos a ver al nuestro bebé y luego nos vamos a casa con nuestros niños

- ¿Es hoy también?

- Si Chiara amor. Venga vístete y ponte la ropa cómoda para el vuelo

- Voy voy

Chiara algún día me mataría de un infarto. Podía tener la mejor memoria del mundo o la peor y eso a veces me lleva a a no saber que hacer con ella.

Cuando estuvo lista, metimos todo en el coche y pusimos rumbo a la clínica. Y Chiara volvió a hablar todo el camino de cómo se imaginaba a bebé. Ya solo tenía dos posibilidades, y eso era bueno, aunque no se hasta que punto ya que di no salía como ella tenía en mente podría llevarse un chasco. Al llegar rápidamente nos atendieron y pasaron a Kiki a una camilla

- Las veo muy contentas

- Si doctora González. Es que me he hecho algún test

- ¿Cuanto es alguno?

- Unos ocho

- Me parecen pocos. Súbete la camiseta y bájate un poco el pantalón que te voy a poner el gel

- Está muy frío

- Que quejica eres amor

- Mirad chicas, está es la bolsa y está macha de aquí es vuestros bebe así que enhorabuena porque ahora está confirmado cien por cien

- Ayy que bien nuestro baby

- Sed felices chicas

- Muchas gracias

Chiara se limpió los restos de gel en lo que yo abrazaba a la doctora. Después Chiara se unió al abrazo y salimos súper contentas de la clínica, está vez volvíamos tres.

Kiki condujo hasta el aeropuerto, donde lo primero que hicimos fue dejar las llaves del coche e ir a buscar nuestra puerta de embarque. Tras pasar los controles decidimos comer algo, no era la hora de comer, pero mi pequeña se moría de hambre.

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