El habitual caos de las calles de Madrid dio la bienvenida a Juanjo esa mañana del 6 de abril. Los miembros de The Street Symphony llegaron a la capital para asistir al evento de inauguración de Rhythm Revolution. Éste tenía lugar en la sede principal, donde se había preparado una gran fiesta de bienvenida para iniciar el concurso.El grupo caminaba con sonrisas emocionadas plasmadas en sus rostros, todavía tratando de asimilar el lugar al que se dirigían.
Estaban felices, pero también determinados. No se conformarían solamente con entrar, querían ganar. Sabían que podían hacerlo.
La sede de Rhythm Revolution parecía sacada de un cuento de fantasía. Paredes blancas y relucientes, con hierba que las adornaba, y salas tan amplias que parecían no tener final.
Se dirigieron hacia la entrada, donde una amable chica les recibió.
— ¡Bienvenidos! Decidme el nombre de vuestro equipo y os doy ya las identificaciones para que podáis pasar.
— Somos The Street Symphony, —exclamó Judith Endje, la entrenadora y coreógrafa del grupo— es un honor poder competir aquí. Todo esto es precioso.
— Vais a disfrutar un montón. Pero no olvidéis que lo más importante no es el triunfo, sino los lazos que se crean entre bailarines. —recordó la chica, entregándoles sus tarjetas.— Conoceréis a gente que os llevaréis para toda la vida.
Los chicos se despidieron con una sonrisa y se internaron en el edificio, entusiasmados. La ceremonia comenzaba en apenas 15 minutos, tiempo que ocuparon buscando sus asientos y saludando a conocidos.
— Aquí estamos. —dijo Denna con voz temblorosa mientras agarraba la mano de Juanjo y le miraba a los ojos con ilusión. Ambos sabían todo lo que habían tenido que sacrificar para estar ahí.
— Sí, Almu. Aquí estamos.
Mentiría si dijese que no estaba nervioso. Tantas caídas, lágrimas, lesiones, días encerrado ensayando sin ver la luz del día. Pero también celebraciones, premios, vídeos virales y clases llenas de risas. El baile era así, muchos sacrificios para lograr que mereciese la pena. Si pudiese decirle que estaba sentado entre los 10 mejores grupos de baile de España al Juanjo de 8 años, que lloraba en su habitación por las constantes burlas de sus compañeros de clase; al Juanjo de 16, que esquivaba las preguntas sobre su futuro porque "el baile no es una profesión, es un hobby"; o al Juanjo de 18, que decidió dejarlo todo para perseguir su sueño, estaba seguro de que todo aquello, sin ninguna duda, había merecido la pena.
Soltó un suspiro mirando a su alrededor y apretó la mano de su amiga.
— Bienvenidos, bailarines. —exclamó la voz de Leire Dallas, bailarina de renombre y miembro del jurado de Rhythm Revolution, por todos los altavoces de la sala.— Bienvenidos a la competición de vuestras vidas. En primer lugar, nuestra más sincera enhorabuena por estar aquí presentes, hoy, ya que eso significa que formáis parte de alguno de los 10 grupos seleccionados. El proceso de elección no ha sido fácil, se han presentado más de 500 equipos de todas las comunidades de España. Así que si estáis aquí, ya debéis consideraros parte de los mejores. Estas siguientes semanas tendréis que trabajar como nunca para poder aseguraros la continuidad en la competición. Pero no olvidéis que debéis disfrutar del proceso sin importar el resultado.
— En exactamente dos semanas tendrá lugar, en este mismo edificio, la primera de las 5 pruebas. —intervino Pol Soto, el segundo miembro del jurado.— El objetivo de esta primera exhibición es comprobar todo lo que sois capaces de hacer. Por ello, los requisitos son Fusión y Estilo Libre. Deberéis combinar todas vuestras habilidades y conocimientos de baile en una coreografía de 3 minutos de duración, que ejecutaréis el día 20 de abril frente a nosotros y el resto de los participantes. También será retransmitida por televisión, lo que aumentará vuestra exposición.
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rhythm revolution | juanjo y martin
Fanfictiondonde martin, el bailarín principal de Urban Beat, no soporta al capitán de The Street Symphony desde que le ve por primera vez, o donde juanjo lleva años admirando a los de Urban Beat, y se lleva una decepción al conocer a su maleducado capitán.