4. 1ª prueba: fusión y estilo libre

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La primera prueba del concurso de Rhythm Revolution había llegado. El ambiente estaba inquieto, y los participantes, reunidos por grupos repartidos por todo el recinto, repasaban en silencio sus coreografías. El escenario, justo en el centro, acaparaba las miradas de todos los presentes. Sobre él se decidiría quién continuaba con aquella experiencia, y quién la abandonaría tras una sola oportunidad. Tantas horas de ensayo, dinero gastado en viajes y vestuarios, visitas al médico por lesiones y noches sin poder dormir repasando movimientos, tenían que ser demostradas en unos pocos minutos.

La presión no ayudaba. Tener que dar tu máximo frente a los otros 9 mejores grupos de baile de España, frente a un jurado compuesto por bailarines conocidos internacionalmente, y frente a una cámara detrás de la cual se encontrarían miles de espectadores, no era nada fácil.

Todo su esfuerzo se tenía que plasmar en ese mismo instante. Un solo paso en falso y todo acabaría.

El beat de "Slomo", canción que estaba siendo interpretada por otro de los grupos en ese mismo momento, retumbaba en el interior de la cabeza de Juanjo, quien estaba calentando y repasando todo el montaje. Su parte de breakdance le asustaba, ya que no había podido comprobar la calidad del suelo del escenario, y temía que no resbalara lo suficiente. Era una coreografía compleja, de las más duras que había realizado en toda su trayectoria como bailarín, requería un gran nivel de concentración.

Varios grupos ya habían hecho su exhibición, y el nivel era envidiable. Nadie parecía ser más débil, y tampoco se podría señalar a un claro favorito. Podría pasar cualquier cosa.

Uno de los grupos previos a The Street Symphony tuvo un error bastante notorio: una de las chicas falló al hacer una pirueta básica. Juanjo vio cómo la pobre chica rompía a llorar al abandonar el escenario, pero ya no había nada que pudiese hacer. Ese fallo seguramente sería el causante de la eliminación de su equipo, lo cual alegraba a Juanjo, quien lo veía como una posibilidad menos de ser expulsado.

El orden de los grupos, previamente seleccionado en un sorteo realizado el día anterior, dictaminó que saldrían los séptimos. Urban Beat, por el contrario, saldría en último lugar. Juanjo no tenía claro cómo sentirse respecto a esto: por un lado, salir último te permitía tener mayor impacto si la coreografía salía bien, ya que era la actuación que los jueces recordaban con mayor exactitud; por otro lado, esto podría ser perjudicial, ya que si había algún error, éste se magnificaba. Si fallaban, sería una ventaja para el equipo de Juanjo; pero si bordaban su número, seguirían siendo uno de los rivales más fuertes.

— Somos los siguientes. —les recordó Judit.

Juanjo agarró la mano de Denna y reunió al resto de sus amigas para el ritual que llevaban haciendo desde que comenzaron a competir juntos. Posicionados en círculo, se dieron las manos y sacudieron sus cuerpos, expulsando así los nervios y las malas energías. Se dieron un abrazo grupal y se colocaron en fila para subir al escenario.

Una vez se colocó en la posición inicial, Juanjo respiró hondo y sintió como sus preocupaciones se disipaban. Estaba en su elemento.

Se permitió sentir, liberar todo aquello que estaba en su interior, mientras se deslizaba por el escenario acompañado de sus 14 compañeros de equipo, pero destacando y brillando más que nadie. La facilidad con la que atraía las miradas de todos los presentes era envidiable, quienes no podían soportar esbozar sonrisas animadas mientras le observaban.

La actuación fue un verdadero espectáculo, y no tuvieron ningún fallo técnico. Bajaron del escenario respirando con dificultad pero riendo, satisfechos con su trabajo. Habían dado lo mejor de sí mismos, y sabían que se vería reflejado en su puntuación.

rhythm revolution | juanjo y martin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora