Jungkook se había llevado a los dos cachorros a su casa luego de que cerraron la cafetería.
El par de niños venían adormilados en los asientos traseros de su auto y el omega no estaba lejos de sentirse igual. A pesar de que sólo había trabajado hasta mediodía, para él era fácil sentirse cansado después de haber jugado por horas con unos cachorros tan enérgicos como los suyos.
Bueno, como Chaeyoung y Minseo. A pesar de que este último no era propiamente suyo, su omega lo había prácticamente adoptado como un hijo más y Jungkook estaba de acuerdo porque lo adoraba.
Minseo ya conocía la casa de su mejor amiga al derecho y al revés, lo mismo ocurría con Chaeyoung. Ambos se quedaban en la casa del otro y pasaban las tardes jugando. Otras veces también haciendo tarea, pero eso casi nunca ocurría.
Cuando llegaron a la casa, Jungkook prácticamente los obligó a darse un baño porque él jamás les permitiría que se acostaran sin antes haberse dado una ducha. Él era un fiel creyente de que cuando te duchabas antes de ir a dormir, el sueño era mucho mejor y tranquilo. Sobre todo cuando se trataba de bañeras con agua tibia y esencias.
Jungkook amaba las tinas.
Mientras el par de retoños se daban un baño, el omega se dispuso a prepararles dos tazas de leche tibia con una cucharadita de miel como su madre solía hacer con él cuando era más pequeño. Él no sabía para que servía, pero cuando fue más grande comprendió que por alguna razón, aquella combinación lo hacía dormir como bebé, y ahora que es papá, quería aplicar lo mismo que su madre le enseñó con su pequeña cachorra.
Minutos después, entró al cuarto donde yacían el par de niños bañados y vestidos sobre la cama. Les entregó una taza a cada uno y tomó el cepillo para comenzar a desenredar el cabello de su bebé.
"Siempre le digo a mi papá que su leche no sabe igual a esta" comentó el pequeño suspirando con gusto al saborear la leche en su boca.
"Es que esta tiene un toque especial, cariño"
"¿Es mágica, hyung?" inquirió curioso el niño por lo que Jungkook soltó una risita.
"Quizá un poquito"
"Es una receta de la abuela, seguramente" intervino la pequeña Chae jugando con la taza entre sus manos.
"No tienes que exponerme así, pequeña traidora" le dio un toquecito a su nariz y ambos niños rieron. Jungkook se pasó con Minseo y lo recostó sobre su pecho para también peinar su cabello. "¿Quieren que duerma con ustedes?"
"Papá, ya somos grandes" aseguró la omega mientras se acomodaba entre las sábanas.
"Pues muy grande que digamos...no creo. Aún duermes con la lámpara encendida"
"¡Papá!" se quedó con sus mejillas infladas y el ceño fruncido.
"¿Qué? Minseo ya sabe eso, ¿Verdad, mi amor?"
El cachorro con sus mejillas sonrojadas, asintió.
"No puedes ocultarnos nada a nosotros, Jeon Chaeyoung" le sacó la lengua su hija y la pequeña jadeó con molestia.
"Mañana te voy a acusar con el abuelo" sentenció la niña haciendo reír a su amigo.
"Te quiero ver hacerlo" la retó Jungkook.
Así siempre estaban ese par, chantajeandose y peleando, pero a la vez amándose como si no hubiera un mañana. Por eso era que Minyoung decía que su hijo seguía siendo un cachorro a pesar de ya estar grande y tener una niña bajo su cuidado.
"J-jungkook hyung" llamó el alfita, halando su camisa con cuidado. "¿P-puedo dormir con usted?"
Tanto Chaeyoung como Jungkook se quedaron mirando al pequeño Minseo quien de inmediato sintió sus mejillas arder de vergüenza.
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Delicate | TaeKook
FanfictionJungkook jamás creyó que su corazón volvería a amar a un alfa más. Pero eso cambió tras un acontecimiento que casi le quita lo más importante de su vida. Un agradecimiento. Una mirada. Una caricia. Luego de tanto tiempo, su lobo y su corazón parecía...