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Jungkook se encontraba en la casa, específicamente en el cuarto de juegos que anteriormente era de Minseo y ahora compartía con Chaeyoung. El lugar era un desastre y como se encontraba sólo decidió que lo mejor sería darle una limpieza y luego tener una charla con los dos retoños acerca de mantener sus pertenencias organizadas.

Pero claro que no lo estaba haciendo solo, llevaba una hora o más tiempo con el teléfono en la oreja siendo sostenido por la esquina de sus hombro porque estaba hablando con su ser de luz.

"Yaaa, Jungkookie, no te enojes conmigo"

"Es que mira, no viniste a mi super anuncio importante de tu sobrino porque estabas en Busan con una persona que no conozco y no estuviste en mi cumpleaños porque, oh, ¡estabas en Busan con esa persona otra vez!"

Hoseok soltó una carcajada a través de la línea y el omega sólo le gruñó sin dejar de recoger los juguetes.

"A ver, ¡es que no sabía que el anuncio era un cachorro!" se excuso haciendo al omega rodar los ojos. "Y segundo, me dijiste que no harías nada en tu cumpleaños porque tu querido alfa, Taehyung, no estaría y esperarías a su regreso para celebrar. Luego fue que Sooyoung me llamó y le dije que no estaba en la ciudad"

"Lo del bebé era un anuncio importante diagonal sorpresa, ¡obvio no te lo iba decir!" exclamó. "Y lo otro fue hasta sorpresa para mi"

"Bueno, ya, ya. Ya pasó"

"Pero es que tampoco me quieres presentar a tu omega. ¿Ya no somos los mejores mejores amigos?" preguntó haciendo un puchero aunque el alfa no pudiera verlo.

"Lo somos, y ya te dije que pronto te lo presentaría. Todo a su tiempo"

"Sí, bueno, voy a envejecer y no te voy a ver"

El omega terminó por sentarse en uno de los sillones porque las piernas comenzaban a dolerle. Ya con cinco meses su panza estaba pesada y de vez en cuando lo sofocaba.

"Oye, ¿no me habías dicho que Taehyung ya trabaja desde casa? ¿Por qué no está ahí?"

"Ah, es que fue a arreglar unos asuntos a la oficina y luego regresa. Él es quién me da masajes en los pies y me cumple mis antojos extraños de atún con trocitos de fresa"

La línea se quedó en silencio por unos segundo mientras el alfa procesaba lo que su amigo le acababa de decir.

"¿Es en serio?" preguntó aún incrédulo.

"¿Lo del atún con fresas?" escuchó el «hm» del alfa y sonrió. "Por supuesto, me lo como en ensaladas o con galletas. De hecho debe traer más fresas para cuando regrese"

"Qué extraños son los embarazados. Que Dios me libre"

"Eso dices ahorita" dijo Jungkook entre risas estirando sus pies. "Pero cuando te pase, te acordarás de mí"

"La Diosa me libre" pidió el mayor en súplica. "Por cierto, el viernes quiero invitarte a un evento de danza"

"Wow, ¿quién va a bailar?" inquirió bastante curioso porque amaba la danza.

"Ya lo verás. ¿Vienes?"

"Obvio que sí, a ver si ya te dignas a verme Jung Hoseok"

"Jungkook, nos vimos hace unos días. No seas exagerado"

"Sí, pero-" su respuesta quedó a medias cuando escuchó el timbre de la casa sonar. "A ver, alguien vino y dudo que sea Taehyung porque siempre sale con sus llaves"

"Te espero"

Jungkook caminó por el pasillo de las recámaras y bajó las escaleras con cuidado para luego dar un pequeño trote hasta la puerta. Cuando la abrió, sintió un escalofrío recorrerle la espalda y enseguida su lobo se puso en alerta ante la persona que estaba afuera.

Delicate | TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora