iv

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Taehyung se despertó al siguiente día con un dolor de cabeza infernal. La alarma no dejaba de sonar y él tenía muchas ganas de golpear algo por haberlo despertado de su maravilloso sueño.

Abrió sus ojos mirando alrededor sólo para percatarse de que se encontraba solo en su habitación. Sin embargo, aquella esencia delataba que lo que había ocurrido en la madrugada, no había sido producto de su imaginación. Aquel omega había estado en su habitación, lo había abrazado y consolado cuando él lo necesitó.

Definitivamente estaba avergonzado, pero más allá de eso, estaba agradecido.

Con pereza se levantó de la cama porque sabía que tenía que preparar el desayuno y luego llevar a su hijo a la escuela. Al tomar su teléfono para ver la hora, pudo notar un vaso con agua junto a una pequeña tableta.

Ni siquiera dudó en tomarla.

El omega la había dejado para él.

Taehyung finalmente se levantó listo para ir a darse una ducha y ver si de esa manera su cansancio y dolor de cabeza disminuían, pero fuera de eso se sentía bien.

Esperaba mantener ese humor por unas cuantas horas más.

Luego de darse una ducha, tomó uno de sus trajes, aquellos que nunca faltaban en su día a día. Se podría decir que tenía una ligera obsesión con ese conjunto de vestir, pues incluso para las salidas casuales, un traje parecía la mejor opción para él.

Incluso recuerda una vez que junto a sus hyungs decidieron hacer carne asada y Taehyung llegó de lo más normal con pantalones de vestir, un saco y sus infaltables botas negras. Los comentarios de Seokjin donde aseguraba que tenía un alma vieja jamás faltaron y Namjoon siempre estaba de acuerdo con el mayor.

Pero sí, el alfa consideraba que tenía un alma vieja. Todo lo que tuviera que ver con décadas pasadas para él era una maravilla. Desde las películas en blanco y negro hasta la música resonando en su viejo toca discos. Le gustaba buscar cassettes y coleccionarlos. En el despacho que tenía en casa se había encargado de hacer una biblioteca de un tamaño considerable para llenarla de libros con diversas temáticas, y diferentes autores. En los últimos tiempos se había interesado en la poesía , por eso ahora un espacio en aquel gran estante estaba repleto de libros con poemas.

A veces, cuando tenía tiempo en las noches, Taehyung se devoraba libros enteros imaginándose junto a alguien a quien le pudiera dedicar aquellos mágicos versos donde el amor parecía ser un paraíso.

Porque sí, Taehyung era un romántico empedernido. De aquellos que escriben lindas cartas a puño y letra; que dedican canciones y adoran mimar a la persona por la cual su corazón late diariamente.

Pero el alfa no tenía a esa persona.

Taehyung había perdido a esa persona a la que le entregó su amor incondicional y que hasta el día de hoy le era fiel hasta con el alma.

Ahora sólo se dedicaba a criar y sacar adelante al único pedacito que había nacido de aquella maravillosa historia de amor.

Suspiró.

El alfa entró a la cocina dispuesto a sacar la comida que haría para el desayuno hasta que encontró una nota en el refrigerador que lo hizo sonreír como tonto.

"Taehyung-ssi, te quedaste dormido y ya no había nadie quien cerrara la puerta. Salí por la puerta trasera, no olvides ir a cerrarla cuando despiertes.

Ten un lindo día y cuídate.

-Jungkook."

Delicate | TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora