VIII.

264 46 11
                                    

CHAPTER EIGHT

═════"Killer looks"═════

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

═════"Killer looks"═════

Su mente no dejaba de trabajar. No podía dejar de pensar en ella.
Cada pensamiento rondaba en torno a Rochelle; su pálida y suave piel, que todavía no había tenido el placer de tocar. Lo deseaba; deseaba poder recorrer cada centímetro de su piel con la lengua, probar cada rincón de su cuerpo, para después hacerla correrse en su boca mientras gritaba su nombre. Quería enterrarse en lo más profundo de su cuerpo y penetrarla salvajemente, tomándola del pelo mientras la hacía gritar hasta que sus cuerdas vocales se rompieran del placer que le hacía sentir.

Lo estaba volviendo loco. Especialmente por aquello que no deseaba aceptar

Rhys y Cassian también habían podido notar aquel cambio en el olor de Azriel cuando vio a Rochelle entrando en el comedor. No tardaron en bombardearlo con preguntas en el momento en el que pisaron Velaris.

Lo iba a volver loco.

Aun acostado en la cama; después de autosatisfacerse con las fantasías en las que Rochelle era la protagonista, se preguntó que más debía hacer para quitarse esa desesperación. Nada lograba satisfacerlo.

Le iban a reventar las bolas.


》✧《


Llevaba horas sin dormir, sus pensamientos seguían rondando a la Archeron y sabía que la única manera de calmarse; seria verla.

Tenía claro que no podía y que, si Rhys se enteraba que estaba husmeando en las tierras humanas, se llevaría un gran regaño. Pero no le interesaba.

Necesitaba verla.



》✧《



La ventisca de nieve se colaba entre sus alas. El invierno en las tierras era agresivo y gélido, hacia que sus huesos le calaran, si para él era malo; no podía imaginar como seria para los humanos.

Con las manos en los costados y Truthteller en una de las vainas de su ropa de cuero; desplego sus alas, alzándose en el vuelo hacia la casa de la Archeron.

Esta era gigante, haciendo que fuera fácil perderse, pero sabía perfectamente cual era el cuarto de la menor. Lo había descubierto el día que pasaron la noche en la propiedad.

Sus alas se plegaron cuando aterrizo en la pequeña terraza de piedra que daba al cuarto de la chica. Los ventanales se encontraban cerrados y tapados por cortinas color crema, por las que lograba ver ligeramente el cuarto de la chica.

Se cuestiono por un momento como entrar. No podía entrar a la habitación por el gran ventanal; no quería que el frio la despertara. Al final se decidió por transportarse hacia esta.

𝔐𝔬𝔫𝔡𝔣𝔢𝔳𝔢𝔯- 𝙰𝙲𝙾𝚃𝙰𝚁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora