XIII

107 20 6
                                    

CHAPTER THIRTEEN

═════"blue tears"═════

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

═════"blue tears"═════

Esperaba impaciente en el salón de la casa del viento.

Madja la revisaría ese día para tratar de darle una cura a su ceguera.

Aquella mañana sus ánimos se encontraban por los suelos. Le había costado el simple hecho de levantarse de la cama e ir al baño. Sus nuevos sentidos agudos le ayudaban; pero no sabia como controlarlos.

Su rodilla subía y bajaba impacientemente debajo de su vestido. Le había costado tanto trabajo ponerse aquel vestido azul marino, que ni siquiera sabia si lo tenia bien puesto. Un suspiro salió de sus labios mientras esperaba que Rhys llegara con la sanadora que le había prometido.

El sonido del gran ventanal abriéndose llamo la atención. Su cabeza volteo hacia el origen de ese sonido, acompañado por unos pasos acercándose hacia ella.

—¿Rhys? —pregunto hacia el aire.

Rhys se acercó lentamente a ella y coloco su mano en el hombro de la chica, sobresaltándola en el acto.

—Tranquila...—dijo tratando de calmarla. —Traje a Madja para que te revise.

Ella no respondió, simplemente asintió y bajo ligeramente la mirada.

—Recuéstate por favor —. La voz dulce de una mujer mayor llego a sus oídos.

Su cuerpo se movió ligeramente, inclinándose para reposar su espalda en el suave colchón y los cojines sedosos. Madja paso sus rugosas manos por el rostro de Rochelle; cerrando sus parpados. Las manos de la mujer se posaron en la frente de la menor.

Una cálida luz comenzó a salir de las manos de Madja, calentando la frente de la chica.

La mujer dejo su mano unos minutos, terminando el análisis. Suspiro.

—Veneno de Kenomi...— dijo pesadamente dirigiéndose a la Rhys y Rochelle.

Ella abrió sus ojos, desconcertada acera de lo que se refería.

—¿Kenomi?

—Si, su veneno te causo la ceguera. —hizo una pausa —. Lo que no entiendo es que te pico un Kenomi; son criaturas muy persuasivas y extrañas.

Las palabras de aquella fae sanadora fueron difíciles de digerir, pero fue entonces cuando recordó.

Aquella criatura en el castillo de Hybern..., esa que la había seducido para atraerla.

—¿Supongo que conoces a los vampiros? —dijo al ver la confusión en su rostro. — Ya sabes, esas criaturas de las leyendas humanas.

Ella asintió rápidamente.

𝔐𝔬𝔫𝔡𝔣𝔢𝔳𝔢𝔯- 𝙰𝙲𝙾𝚃𝙰𝚁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora