Llegando a mi casa, baje las cosas las cuales eran bastantes y me asegure de no ver a ningún vecino, quería a toda costa evitar cualquier tipo de platica o charla pseudo motivaciones por mi hija, así que rápidamente mete todo a la casa, y proseguí a ver a al pequeño prisionero que tenia en el sótano, no me sorprendí el verlo dormido aun, pero me acerque solo para verificar que no estuviera sucio, ya que no me gustaría que el sótano oliera a orines de niño, o algo peor, así que me acerque y con un poco de vergüenza, y seguir imaginando que en cualquier momento el me gritaría pervertido pero obviamente eso jamas pasara, asi que le levante su pantalón de pijama y su pañal y no era de sorprenderse que estuviera ya mojado y sucio, aunque parecía reciente ya que si se hubiera ensuciado hace tiempo estaría llorando, adolorido por la picazón, asi que supuse que tendría que bañarlo ya, no quería aceptarlo pero tenia que hacerlo y me comprometí a mi mismo a no seguir dejando que el tuviera cualquiera de sus actitudes pasadas que yo detestaba, así que procedí a tratar de despertarlo.
-Hey niño, despierta, que apestas y te dare un baño, dije un poco desilusionado, y aunque trataba de hacer platica, sabia que el no sabia responder nada, así que solo vi que abrió sus enormes ojos marrones y dio un pequeño bostezo, y luego me miro fijamente a los ojos, vaya es el primer momento tan cercano que tengo con el, y no sabia como responder a su mirada dulce e inocente, así que solo le hice un gesto de amabilidad y empece a hablarle para 2 cosas, para yo mismo distraerme de esta penosa situación que tendría que hacer y también para que el se vaya acostumbrando al habla, y pueda empezar a aprender a hablar de nuevo, por lo que si le hacia mucha conversación, el aprendería algo.
-Bien dormilón, estas muy sucio, y tendré que bañarte, así que mas vale que no me causes ningún alboroto, que me vas a hacer enojar, y no quisieras hacerme enojar verdad? le pregunte pero de manera dulce y un poco bromeando, a lo que el solo me seguía viendo con su dedo en su boca y una sonrisa de oreja a oreja, pude notar que tenia hoyuelos al lado de sus labios cada vez que sonreía, y esto no lo había visto jamas ya que las pocas veces que lo conocí antes nunca lo vi sonreír, siempre era malhumorado, solitario y posesivo, pero ahora el ver esa sonrisa tan pura y genuina, sin malicia y conocimiento, simplemente le sonreí de nuevo, -entendiste verdad pequeño, te va gustar vas a ver, se que odiabas bañarte antes pero ahora amaras hacerlo, y no tienes otra opción, pero sera divertido ya lo veras- a lo que el me respondió con otro balbuceo, -ddeddoo, addoo?- dijo, realmente no sabia que quería decir pero solo le sonreí y asentí, y proseguí a tomarlo de la cadera, y poner su trasero en mis brazos, a lo que instintivamente el me abrazo tan fuerte a como un pequeño mono lo haría con su madre, y coloco su cabeza en mis hombros, vaya que le gustaba ser cargado, podia oír su tranquila respiración, y sentir sus suaves latidos cerca de mi pecho, así como oler su cabello ensortijado y ondulado, a sudor después de bastantes días sin bañarse, si lo tenia bastante sucio, así que simplemente subí las escaleras y lo lleve al baño principal, por suerte ya había colocado todo lo que necesitaba para asearlo ya que primero necesitaba cambiarlo, así que empece por quitarle el pantalón de pijama y el pañal pamper que tenia, así que tome un respiro hondo y le abrí las cintas.
-Vaya niño, mira que sucio quedaste, e hiciste bastante- le dije mirándolo mientras le quitaba el pañal, el solo me veía curioso y con sus dedos en la boca, como me estresaba que hiciera eso, ya que estaba sucio de las manos, pero eso parecía gustarle y tranquilizarlo, así que proseguí a limpiarlo, ya que lo bañaría ahora, solo le limpie su pequeño miembro, lo cual aun me sorprendía que fuera así a su edad, hasta me hizo pensar que tal vez tenia un problema físico el cual estuviera retardando su pubertad, pero aun así esto era mil veces mejor que limpiar uno de un adolescente peludo, por lo que en el fondo agradecía esto, se había ensuciado de popo por todo su trasero, pobre, en poco tiempo le picaría todo, así que lo limpie como a cualquier bebe y por todas sus suaves y lampiñas nalgas, y en cuanto termine el simplemente me seguía sonriendo
-Buen chico, te estas portando muy bien, ahora sigue el baño- le dije, y abrí las llaves para llenar la tina. Termine de desnudarlo y pude apreciar mejor su cuerpo, el cual era lampiño totalmente, suave a la vista, pálido e indefenso, y sin el me miraba aun con una sonrisa, sin ninguna vergüenza de estar desnudo frente a mi, sin ningún prejuicio, así que lo mire y le sonreí
-Listo para ser un niño limpio pequeñín? le pregunte de manera amigable, a lo que el simplemente seguía viéndome con esos ojos de expresión tierna.
Ya llena la tina, y verificando que estuviera tibia, fui por el pequeño y lo cargue de nuevo y lo sente en la tina, al momento de sentarse, el solo una pequeña mueca de risa y de placer parecía al tocar el agua agradable, estaba contento..
-Vez como te dije que te gustaría, mira lo que tengo para ti- le dije sacando el pato de goma, el cual era amarillo y pequeño, se lo di en sus manos y simplemente lo soltó en el agua y vio como flotaba, a lo cual el lo tomaba y lo volvía a soltar, jugando de cierta manera con el patito, en esos momentos en el cual lo vi feliz, de una manera inocente y sencilla, me hizo pensar en todas las veces que soñaba con tener un momento de padre e hijo, pero como había dicho antes, me había tocado tener una hija, y eso solo lo compartían mi esposa y ella, pero ahora que tengo la oportunidad, me siento acorralado al ver que este dulce y tierno bebe que tengo ahora, hace unos cuantos días era el cruel asesino de mi única hija, y luchaba contra esos dos pensamientos, así que salí del trance en el que estaba y tome el shampoo, y le talle muy bien ese cabello marrón ondulado con shampoo para bebe, el era tan dócil, y que en ningún momento se inmuto a tratar de evitarme, y al contrario parecía que le gustaba mi compañía, por lo que así me fue mucho mas fácil hacerlo, así que seguí con el jabón, empece a tallar su cuerpo poco a poco, evitando no ser tan fuerte aunque aveces lo hacia un poco debido a mi ira contenida todavía contra el
-Muy bien pequeño, ves que limpio estas quedando, ahora si te ves decente, dije un poco burlándome, y mientras tallaba su espalda y pecho, tocaba tallarle sus partes intimas, a lo que le quite el patito que tenia siempre en sus manos, y al hacerlo empezó a quejarse, sin palabras, solo con un -ah, ah- lo cual indicaba que quería que le regresara su juguete;
-Espera un poco niño que tengo que limpiarte bien, y el pato no se ira a ningún lado, le dije tratando de calmarlo, rápidamente lo levante con esfuerzo y le limpie su pene y su trasero, especialmente el segundo debido a que apenas lo había limpiado
-Listo pequeño, ya vez que no es tan difícil bañarse?, le dije, y tome el patito y se lo di de nuevo, viéndolo jugar, prácticamente ya había acabado de bañarlo, pero el seguía feliz en el agua con su pato, vaya quien iba a decir que un pedazo de goma lo hiciera tan feliz, así que simplemente me le quede observando, parecía que el odio y repulsion que le tenia se estaba acabando, como si se estuviera esfumando, pero no quería ceder y simplemente reprimí todo sentimiento de amor o cariño hacia el y lo saque de la tina, le puse una loción la cual venia de regalo, y olía a bebe, todo el olía así ahora, desde su cabello a sus pies.
-Bien hecho pequeño, ves cómo es bueno ser limpio, le dije, pensando en que ahora todo seria nuevo para él, todo lo que conocía antes se acabo y empezaría otra.... y procedí a vestirlo nuevamente
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Una nueva vida
RandomDamian perdió a su hija a manos de su celoso y manipulador novio Ferdinardo, en el camino a su venganza, y tratándolo de matar, solo lo hiere en la cabeza, a lo cual al despertar queda con una mente infantil de un pequeño de 4 años, que hará, vengar...