En estos días he recibido llamada tras llamada de supuestos avistamientos falsos de Ferdinardo, los cuales sabia que pasaría, solo se desato una cacería para el dinero, y evidentemente el hijo de perra del oficial me llamaba cada vez que tenia una, ya me estaba hartando hablar con el, cada que me llamaba no desaprovechaba la oportunidad de insultar de la peor manera al pequeño, el cual ahora lo tenia mas resguardado, y si bien aun no se han atrevido a venir a mi casa a molestar con sus supuestas ayudas, me preocupa que en cualquier momento llegue el momento, así que ahora mas que nada tenia que apurarme para irme, ya tenia la mayor cantidad de cosas en cajas, pero no podía irme debido a que esta cacería esta todavía muy activa, y mas por los incesantes anuncios de la televisión donde se ofrece la maldita recompensa, y esto también ha afectado al niño, que si bien aun no ha visto nada de los anuncios, no he podido dejarlo que vea la televisión, ya que no me puedo arriesgar, pero eso lo tenia decaído, ya que comúnmente lo que mas le entretenía era eso, y ahora estaba preso sin televisión, y sin ninguna manera de salir al exterior, así que trataba de jugar con el lo mas que podía, pero no se le quitaba su humor, triste, y eso a mi también me entristecía.
-Pequeñín quieres ver mi teléfono un rato? o quiere jugar algo?- le decía tratando de animarlo
-Hmmmm- es lo único que decía, cabizbajo y agarrando su peluche de una mano a otra como si tratase de entretenerse, estaba aburrido y triste, y tenia que solucionarlo
-Vamos, sonríe príncipe, que te ves mas bonito, y si quieres te compro un helado vale?- esas eran ahora mis maneras de hacerlo sonreír, sobornándolo con dulces o en este caso helado, y no me gustaba hacerlo, pero no tenia opción, odiaba verlo así, y casi siempre aceptaba y sonreía pero después volvía a lo mismo, tenia que hallar una manera de sacarlo por lo menos a dar una vuelta para que olvide la televisión, así que planee hacerlo, y decidí llevarlo a un parque del otro condado, el cual era muy grande y tenia zonas casi desiertas, no seria fácil pero estaba decidido
-Pequeño, vamos a salir, se que te he dicho que esta prohibido, pero veras que te encantara el aire libre, pero necesito que seas muy silencioso, será como un juego, te tapare con tu manta favorita, y no saldrás ni te asomaras, si lo haces pierdes...- le dije animado y algo nervioso pero muy confiado
-Yupi, chi- grito alegremente, era la primera vez en estos días que se ponía tan feliz, y no podía arruinarlo, así que espere a que fueran las 3, para llegar como a las 4:30, la cual es de las horas con menos gente, así que muy cuidadosamente envolví al pequeño en la manta tal cual como un bebe en brazos, lo saque y mire alrededor, no había vecinos, así que aproveche y saque las llaves del auto, abrí la puerta trasera y lo coloque ahí -ok bebe empieza el juego, confío en ti- le susurre y le coloque una almohada pequeña en la cabeza por si dormía, igual tenia su chupete para que se entretuviera en el camino, así que cerré la puerta con seguro del auto y fui por algunas cosas por si tal vez las necesitaba como pañales, biberones y un poco de comida para ambos, cerré mi casa y encendí el auto, por fin después de casi 3 meses salía con el niño, en cierta forma me sentía aliviado de poder también dejar la casa, pero tenia que ser en extremo cuidadoso así que oprimí el acelerador y me dispuse a irme.
El camino fue rápido, y aunque vi algunas patrullas, por suerte no me reconocieron, ya que la mayoría de los policías casi siempre me preguntaban como estaba y me daban los supuestos avances de la búsqueda, pero esta vez logre evadirlos, y cuando llegue al otro condado me sentí mas aliviado, aunque no podía estar del todo ya que sabia que igual se habían mandado boletines a este lugar, así que por lo menos había gente que sabia, así que por nada del mundo podía encontrarme con alguien, ni dejar que lo vieran, seria difícil pero no imposible.
Llegando al parque, estacione el auto en el lugar mas alejado, por suerte no había muchos, aproximadamente conté 8 autos, y todos vacíos, así que era ahora o nunca, tenia que dirigirme a la sección que esta casi siempre sola, por lo regular esta así debido a que es muy boscosa, y sin bancas, perfecto para mi, así que cuando termine de estacionar el auto dije:
-Bien pequeñín, llegamos, y ganaste!, fuiste muy valiente- y le removibles la manta, estaba algo adormilado pero despierto, con su chupete aun en la boca, giro su cabeza y me miro, se tallo sus ojos y la incesante luz del sol por fin lo toco después de tanto tiempo, fue tanta la luz que cerro sus ojos por instinto, su piel pálida por tanto estar encerrado brillaba con la luz, se veía tan lindo, así que me apresure, me baje del auto y tome mi mochila con algunos refrigerios y comida, mire a mi alrededor y todo estaba tan vacío que decidí aprovechar y olvidarme de toda esa cacería que se vivía así que abrí la puerta trasera y le dije:
-Bien pequeñín, mira esto es un parque, que te parece si te llevo de caballito?- sabia que el no entendía que significaba que lo cargara de esa forma, pero por el nombre atraje su atención así que me dijo que si, me agache y del lado de sus piernas lo tome, lo jale con cuidado para que su entrepierna quedara en mi nuca, y le dije que extendiera sus brazos, los cuales tome y así lo levante, como yo era alto, sabia que seria mucha altura para el, pero estaría seguro ya que lo sostendría se sus manos, en el momento en que me levante por completo el instintivamente me tomo mas fuerte, e hizo un gesto de temor, pero lo sostuve
-Tranquilo pequeño, no te vas a caer, te tengo, que te parece te gusta?- le dije sonriendo y tratando de tranquilizarlo
-Chi, muy ato- dijo sorprendido-
-Así es, es muy alto- le dije mientras caminaba por el césped-
-Amian que ed edo- dijo aun con su manera de hablar señalando un árbol
-Eso es un árbol bebe, es como los que ves en tus caricaturas que son verdes y con hojas le dije con una sonrisa por la inocencia de su pregunta
-Ohh! y edo que ed?- dijo de nuevo, señalando a una ardilla
-Eso es una ardilla, es un animalito que le gustan las bellotas que están en los arboles- le dije aun con una sonrisa, sus preguntas típicas de un niño pequeño descubriendo algo nuevo me hacían reír, pero de ternura
-Adila- dijo tratando de pronunciarlo bien
-Si ardilla muy bien pequeño- le dije felicitándolo por aprender algo nuevo, por fin lo veía de nuevo feliz y para el era un mundo nuevo, ya que nunca había salido, así que sus ojos miraban por todos lados preguntándose que era cada cosa, mientras caminaba adentrándome mas y mas a la sección vacía, observaba como sus mejillas se tornaban rosadas por el sol, por fin se veía sano, sin ese color tan pálido que tenia, en el camino me seguía preguntando que era cada animal que veía, vimos aves, insectos e incluso una zarigüeya.
-Llegamos bebe, te bajare y te pondré en el césped, descansaremos un poco y comeremos algo- le dije mientras lo bajaba, cuando lo puse en el césped no pudo evitar el sorprenderse por la textura, e instintivamente tocaba el pasto verde y se llevaba la palma de la mano a su nariz, curioso por el olor, le gustaba
-Te gusta verdad bebe, se llama césped y son como plantitas- le dije sabiendo que me preguntaría que era
-Esped- dijo de nuevo tratando de pronunciarlo, y curioso seguía llevándose la mano a la nariz cautivado por el olor de algo natural
Será un buen día, por fin salimos de esa prisión, me dije a mi mismo ya que aunque amaba mi casa, estar encerrado no era bueno para ambos, así que saque el biberón con leche endulzada y se lo di, rápidamente lo tomo y empezó a succionar
-Pobre pequeño, estabas hambriento- le dije mientras lo observaba, tome un sandwich y empece a comer, yo también tenia hambre, me senté a su lado y contemplando los arboles decidí que en 1 semana nos iríamos por fin......
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Una nueva vida
RandomDamian perdió a su hija a manos de su celoso y manipulador novio Ferdinardo, en el camino a su venganza, y tratándolo de matar, solo lo hiere en la cabeza, a lo cual al despertar queda con una mente infantil de un pequeño de 4 años, que hará, vengar...