Parque

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Mientras comíamos, el pequeño no paraba de ver a su alrededor, ya que evidentemente todo era nuevo para el, le gustaba oler y respirar el aire puro, y claro a quien no, ya estábamos cansados de estar en la casa, y esto lo necesitábamos ambos, en cuanto terminamos de comer, decidí cargarlo y llevarlo a conocer un poco mas, aunque en el camino decidí jugar con el y balancearlo como se le hace a un niño pequeño, su peso era muy ligero, y prácticamente no me lastimaba en absoluto, así que me era muy fácil cargarlo, mientras que el sonreía y reía 

-Ota vez!- gritaba con alegria

-Claro pequeño!- le decía mientras de nuevo lo balanceaba, por un momento me olvide de todo lo que estábamos pasando y solo me enfoque en ese instante, como un padre con su hijo, disfrutando de esos episodios de alegría cuando aun es un bebe, igual me hizo recordar los momentos que pase cuando mi hija era una pequeña, y yo jugaba con ella, pero ahora no lo recordé con rencor, sino con entusiasmo y agradecimiento de poder vivir eso por segunda vez, y aunque el no sea mi hijo, admito que lo quiero, y que este instante se quedara en mi mente por siempre..

Terminando de balancearlo, decidí jugar al caballito con el, el cual lo coloque en mi espalda sentado, ya que ya había aprendido a mantenerse sentado por si solo, mientras yo como un caballo, caminaba con mis manos y piernas en el suelo, mientras lo escuchaba reír, yo me movía mas rápido, hasta que me canse y decidí cargarlo como siempre, sus ojos enormes ya estaban cerrados por el cansancio, pero parecía no querer dejarse vencer al sueño

-Parece que este bebe ya tiene sueño- le dije susurrándole, y el me volteo a ver 

-Ño, domid ño- me dijo, pero después de eso no pudo evitar bostezar, a lo que yo solté una pequeña carcajada burlona al ver que el sueño estaba ganando

-Parece que si pequeñín, tus ojos ya están a medio cerrarse- le dije con cariño, y el solo escondió su rostro en mi hombro, no queriendo evidenciar que tenia sueño, así que tome su chupete azul y se lo coloque en la boca, el cual instantáneamente empezó a succionar, y eso termino por dejarlo caer rendido del cansancio 

-Duerme bien bebe- le susurre ya escuchando su respiración, así que tome las cosas y me dirigí al auto, ya nos teníamos que ir, pero vaya que necesitábamos esta salida, por suerte a esta hora ya prácticamente esta vacío el parque, y cuando llegue al estacionamiento solo note 1 solo auto y el mio, por suerte pude evadir cualquier contacto, así que coloque al bebe en la parte trasera con un cojín en su cabeza, y antes de taparlo revise si estaba sucio, lo cual confirme, estaba mojado, pero podía aguantar hasta la casa, así que solo tome la manta, y lo tape todo, ya que aun tenia que evadir que cualquier otra persona lo viera, así que me subí y comencé el viaje de retorno, por suerte el camino fue mas rápido que la ida, así como también libre de policías, solo quería llegar a casa, no me sentía seguro y menos en mi condado, así que suspire de alivio cuando vi mi hogar, bueno nuestro hogar ahora frente a mi, vi alrededor y no había vecinos, así que aproveche el momento y fui a abrir la puerta, seguido de tomar al pequeño dormilón y meterlo lo mas rápido posible y lo acoste en el sillón, así como también las cosas, cerré el auto y luego la puerta de la casa, -por fin en casa- grite de alivio, me quite los zapatos ya que estaba exhausto y recordé que el pequeño estaba mojado, así que decidí cambiarlo lo mas rápido posible pero cuando le quite el pañal y comencé a limpiarlo, note que ya se había rosado, me culpe a mi mismo por no haberlo cambiado en el auto, pero no podía arriesgarme a estar en publico tanto tiempo, así que por suerte tenia crema anti rozaduras, realmente nunca la había usado porque era muy cuidadoso con el, pero esta había sido mi primera falta, así que fui por ella y se la esparcí por todo su trasero y su pilin, -pobre bebe- me dije a mi mismo al notar que mientras le colocaba la crema hacia gestos de dolor aun con su chupete en la boca

-Perdóname bebe- le dije susurrándole y decidí dejarlo así desnudo de l cintura para abajo mientras actuaba la crema, y lo tape con la manta, aunque había comido en el día, sabia que no podía estar sin su leche, así que decidí hacerle un biberón y a mi un cafe para relajarme, con tantos pensamientos en mi cabeza estuve a punto de prender la televisión pero cuando tenia el control en mis manos recordé mi horrible realidad, y los constantes anuncios de se busca, así que decidí mejor no prenderla y escuchar musica en mi celular, al pequeño le encantaba la leche, prácticamente era lo que mas comía, y le encantaba como la hacia yo, con 2 cucharadas de azúcar y un poco de vainilla, olía delicioso, que hasta a mi se me antojaba, pero yo era intolerante a la lactosa, así que prácticamente la leche era solo para el, así que terminando de tomar mi cafe negro, fui a ver al niño, aun seguía profundamente dormido, y supongo que era por el día que tuvo, quedo derrotado, pensé, así que decidí dárselo yo como lo hacia antes de que aprendiera a sostener la mamila, primero le puse el pañal, ya que recordé que seguía desnudo, vi que el enrojecimiento se había disipado, así que le coloque talco por toda el área y tome unos pampers que siempre usaba, esta vez tenia leoncitos bebes de dibujos, se veía tan lindo, así que decidí dejarlo así sin pantalón, ya que hacia calor, y cuidando de no despertarlo me senté en el sillón y coloque su cabeza en mi regazo, le quite el chupete con algo de dificultad y tome el biberón tibio, lo coloque en sus labios e instantáneamente empezó a succionar, casi instintivamente

-Pobre bebe necesitabas tu leche- le dije con voz baja, y me relajo el tan solo mirarlo tomando de su biberón, con sus pequeños sonidos que hace al tragar

-Sabes algo, eres tan lindo y tierno Fer- le susurre y así igual el sueño me venció......

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Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora