Musa || Billford

2

El hecho de tener un compañero más ayudando en su investigación lo reconfortaba de cierta manera... aunque su nuevo compañero se técnicamente un demonio del sueño que se ve bastante amigable con ese extraño corbatín. 

Igualmente no podía quejarse de nada ya que su investigación había avanzado considerablemente, estaba yendo muy bien a su parecer y debía admitir que aquel ente era servicial, de mucha ayuda y que también le subía el autoestima con aquellos halagos repentinos que soltaba de vez en cuando. 

Pero... había un problema, quizás no lo es tanto para algunos pero para él sí lo era. Lo que pasa es que Fiddleford, su mejor amigo, había decidido mudarse a una casa en venta de aquel pueblo, claramente podía costearla por el dinero que él también había recibido por su beca al ser un alumno brillante y destacado en su carrera. Ford al principio se rehusó porque según él "habían venido juntos y así se quedarían", Fiddleford negó y trató de convencer nuevamente a su amigo. Ahora mismo se encontraban en el porche de aquel lugar, con un Ford, negándose dejar ir a su mejor amigo.

— Ford, tranquilo — Sonrió el rubio —  No quiero que pienses que soy una carga al vivir en tu casa y solo investigar contigo, así que decidí mudarme,  para evitar molestias.

—  Sabes que nunca vas a ser una molestia, te lo pido, quédate.

—  Ya compré la casa, Ford — Suspiró — Además, siempre vas a poder llamarme si necesitas algo, y por si alguna vez encuentras algún otro gnomo que vomite arcoíris —  Rió su amigo y él no pudo evitar la risa tampoco.

Se despidieron con un abrazo y con la promesa de que sí o sí llamaría a Fiddleford o lo visitaría cada que pudiese. Ignoró aquella presión que aplastaba y envolvía su corazón lentamente, extrañaba al rubio por más que no quisiera.

Negó con la cabeza mientras apartaba aquellos pensamientos, lo menos que debía era meter más dudas y remordimientos en su cabeza, ya tenía suficiente con aquellos que tenía por lo que ocurrió con su gemelo, lo que menos necesitaba ahora eran preocupaciones, sino, ¿quién haría la investigación por él?

Se metió en su cabaña de nuevo y agarró su diario número 3, dispuesto a seguir con su trabajo para no tener que pensar más.

(...)

Los días después de aquello transcurrieron con normalidad, ahora su acompañante más frecuente era aquel triángulo escaleno de color amarillo y que ayudaba en muchas cosas, le propuso la idea de un portal dimensional con el que poder hallar las respuestas faltantes y que carcomían su cabeza. El castaño estaba claramente impresionado y fascinado por aquella propuesta y decidió empezar a hacer planos, aunque tomara un poco de tiempo más de lo debido.

— ¡Hey, Sixer! ¿Qué tal todo? — Lo saludó Bill, se encontraban en sus sueños nuevamente.

— Bill... Hola — Sonrió Ford, pero pronto su ceño se frunció cuando miró a otro lado mientras pensaba, suspiró antes de hablar —  Necesito ayuda.

— Tú sólo dímelo,  Fordsie —  El triángulo ofreció voluntariamente su ayuda.

— Es esto... Aún no encuentro la variable correcta para completar la ecuación, sin esto no creo poder ejecutar todo aquello por lo que nosotros estamos trabajando — Bill lo miró, Ford estaba cabizbajo y se notaba frustrado — Probé con 2y y otras incógnitas más pero no me sale el resultado que requiero — Toda una proyección apareció, rodeándolos, era del trabajo que estaba desarrollando del portal y entre ellos estaba aquella ecuación a la cual Ford no podía hallarle un valor correcto

— Déjamelo a mi, Fordsie — El triángulo hizo un ademán con la mano, cambiando el "2y" por un "∞y".

— ¡Eso es, gracias Bill! — El castaño estaba emocionado, anotó algo rápido en su libreta de anotaciones — Eres increíble Bill, en serio.

— Bueno... Me lo dicen muy seguido —  Bromeó el triángulo con cierta coquetería camuflada en sus palabras.

Standford rió por aquello.

—  Ya debería despertar, ¿no?

Bill asintió e hizo aparecer su bastón. 

— Hasta luego, Bill — El de lentes se despidió del triángulo amarillo.

— Bye, Fordsie —  Respondió Bill.

Todo estaba marchando bien para Bill, al parecer. Se había ganado la confianza de aquel ingenuo humano de 6 dedos y pronto comenzaría a construir aquel portar dimensional que él mismo Bill lo convenció que no era nada peligroso, que era para el bien de la investigación de su vida y no estaba cometiendo nada ilegal según las reglas dimensionales y del tiempo.

Pronto él podría tomar control de este mundo y al fin conseguir aquella tridimensionalidad tan deseada por él y de paso también librar su mundo de aquellas ataduras del mundo plano. Lo iba a disfrutar en grande.

Aunque eso no explicaba la extraña sensación de calidez y ternura que su corazón bidimensional sentía al recibir un halago del chico, eran cosas de humano después de todo, ¿no?

.

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EPAAAA, el escaleno ya está cayendo.

Se t está yendo el plan por la borda Bill, en tu triangular orgullo, eh.

¿Cómo q Ford ya sentía algo por McGucket? Bueno, decidí poner un poquito de ellos para q vean q amo su amistad y tmb necesito contenido d ellos 2 pq Billford mis papás 1 y Fiddauthor mis papás 2.

Besotes a todos los q m leen, y tmb decirles q da miedo lo rápido que están visitando mi historia.

MUAKKK.

- Ally.