Enamorados [Drarry]

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Blaise quedó con las llaves del auto, él te irá a buscar y dejar todos los días a la universidad (aunque no tenga licencia) conduce bien. Nos vemos en unos días.

—Draco.

Leyó por cuarta vez el mensaje en su teléfono. Draco viajaría a ver a sus padres en un par de horas. Era viernes, así que lo más probable es que esté por allá todo el fin de semana y un poco más.

Suspiró cansado y decidió que iría a tomar una siesta para calmar los dolores de estómago que tenía.

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Sudado, con un dolor horrible y escalofríos despertó. Las contracciones eran fuertes y venían cada cierto tiempo.

Trato de respirar y mantenerse tranquilo, pero un fuerte dolor volvió a él. Tomó su teléfono y salió apenas del departamento hacía el ascensor.

Al llegar al primer piso cayó de rodillas soltando un grito de dolor.

El conserje llegó corriendo a él y llamó una ambulancia lo más rápido posible. Lo subieron a una camilla y lo llevaron al hospital.

—¿Tiene familiares? —escuchaba a los doctores.— ¿Alguien a quien llamar?

Calculando la hora, Draco ya debió irse, sus amigos estaban en la universidad, así que la única persona que le quedaba era Blaise. Estiró su teléfono hacia la enfermera.

—Blaise. —murmuró apenas.

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Abrió los ojos con dificultad. Estaba en una habitación clara, le dolía todo el cuerpo y estaba cansado.

—Shh.. tranquila. —escuchó a su lado. Despacio giro la cabeza para mirar.— Deja a papi descansar. ¿No vez que fue agotador tenerte, pequeña? Fue una noche muy larga.

Draco se paseaba por la habitación de lado a lado con un pequeño bulto envuelto en mantas en sus brazos.

—Si, bebé. Eres hermosa.

Harry sonrió con lágrimas en sus ojos. La pequeña empezó a llorar y Draco intento calmarla.

—Tranquila, por favor.

—Draco. —el rubio lo miró sorprendido.

—Despertaste, perdón. —se acercó a él.— Parece que tiene hambre, la enfermera dijo que teníamos que alimentarla con esta fórmula. —mostró una pequeña mamadera.— ¿La quieres tener?.. ¿Qué digo? Es tu bebé, obviamente la quieres tener.

Harry intento acomodarse pero le dolía mucho su cuerpo.

—¡Cuidado! Le herida de la cesárea aún no cierra. Tienes que estar al menos cinco días en cama, dijo el doctor.

Draco ayudó a Harry para que pudiera sentarse. Luego le entregó a la pequeña. Por sus mejillas empezaron a caer lágrimas.

La pequeña tenía un poquito de pelo negro y bonitos ojos verdes.

—Es.. hermosa. —la bebé se calmó al estar en brazos de su papá.

—Lo és. Es igual a ti. —limpio las mejillas de Harry.— Preciosa.

Después de unos minutos observando a su hija, Harry empezó a darle mamadera con cuidado. Una hora más tarde, la pequeña dormía plácidamente en sus brazos.

Harry miró a Draco que estaba en la silla junto a la camilla quedándose dormido.

—Draco.

—¿Mhm? —despertó.— ¿Qué pasó, am- Harry? ¿Necesitas algo?

—Ve a tu casa, necesitas dormir. —acaricio su pelo rubio, haciendo que Draco cerrará los ojos de nuevo.— Draco, ve a dormir. Pide un taxi o llama a Blaise para que te venga a buscar.

—No, no. ¿Qué pasa si ocurre algo de nuevo?

—¿Cómo que de nuevo? —se preocupo Harry.— ¿Qué pasó?

—Bueno, la pequeña quería salir y no estaba yo para traerte al hospital y luego... —pasó sus manos por su cara.— Casi te vas.

—¿Qué..?

Draco suspiró y tomó la mano de Harry.

—Perdiste mucha sangre al sacar a la bebé. Casi... mueres, Harry. —una lágrima silenciosa cayó por la mejilla de Draco, que limpio rápidamente.

Lo último que recordaba era la anestesia que le puso el doctor para poder hacer la cesárea y nada más. Se pudo haber muerto sin darse cuenta.

Asustado, respiro profundo y volvió a acariciar el cabello de Draco.

—Por favor, ve a dormir. Yo estaré bien.

Draco tomó la mano de Harry y dejó un beso sobre ésta.

—Por favor, déjame quedarme. Dormiré en esta silla. —dejó otro beso en su mano.— Por favor no me hagas irme. No quiero dejarte.

A Harry se le hizo un nudo en la garganta.

—E- está bien. —Draco se acomodo en la incomoda silla y no soltó la mano de Harry.— ¿Y tus padres, Draco?

—Les avise que no podría ir hasta dentro de un tiempo. Ellos entendieron. —miró a Harry.— Me preocupabas más tú. —miró a la pequeña.— ¿Y cómo se va a llamar?

Harry sonrió mirando a la pequeña en sus brazos.

—Lila. Ella se va a llamar Lila.

—Es un hermoso nombre. —dijo Draco bostezando.— Lila Potter Malfoy. —rió.

—No seas tonto, Draco. —rió Harry con sus mejillas rojas.

—Suena bonito.

—Mejor duerme, tonto.

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