𝐈𝐗

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omnisciente



















-entonces, entrevistarás a mi hermano- dijo el europeo mirando curiosamente a su pareja, solo por esa noche

-¿a Kylian?- pregunto sincera Lenna 

-Sí, pero no está con el equipo- dijo Ethan apoyando los codos sobre la mesa y mirándola directamente a los ojos, con una mirada que era una mezcla de ternura y pasión -¿Sabes? Me alegra que hayas aceptado venir conmigo-


Lenna sostuvo su mirada notando cómo el tiempo parecía detenerse en ese preciso momento -a mí tambien- respondió suavemente sintiendo un calor agradable en el pecho

La conversación continuó, fluida y llena de risas. Hablaron de sus sueños que estaban por cumplir, viajes que querían hacer y momentos de sus infancias que los hicieron quienes eran. Cada palabra los acercaba más y se daban cuenta de todos los puntos que tenían en común, como si estuvieran desvelando pequeños pedazos de sí mismos, construyendo algo que ambos comenzaban a sentir como especial.

El camarero se acercó a la mesa con una radiante sonrisa, les dejo el postre que esperaban compartir los dos jóvenes, sosteniendo las dos copas en un brindis improvisado.

-por nosotros- dijo Lenna con una sonrisa cómplice

Chocaron sus copas, sellando una promesa táctica de que aquella noche era solo el principio.

-¿Te gustaría dar un paseo?- preguntó indeciso Ethan, mientras acomodaba el cuello su camisa



Caminaban por las luminosas calles de Chicago, el viento suave del lago Michigan acariciando sus rostros. Las luces de la ciudad creaban una atmósfera mágica. Mientras avanzaban, Ethan se detuvo junto a un puente con vistas al río Chicago. Miró a Lenna y le dijo en voz baja:

-hoy ha sido una día increíble- confesó el francés mirando hacia la sudamericana

Lenna sonrió, sintiendo la misma conexión. Entonces sin decir una palabras más Ethan se inclinó suavemente, y sus labios se encontraron en un beso dulce y sincero. La ciudad seguía su curso alrededor, pero para ellos el tiempo se detuvo por unos minutos.


El beso fue breve pero lleno de significado. Cuando se separaron Ethan sintió que su corazón seguía acelerado, como si acabase de correr una maratón. Lenna lo miró, sus ojos brillando bajo las estrellas de la noche, sonrió con una mezcla de timidez y alegría que hacía que Ethan sintiera mariposas en el estómago.

-eso fue... lindo- susurró ella jugando con uno de los rizos de su cabello. Ethan soltó una pequeña risa nerviosa y asintió

-sí, lo fue- respondió sintiendo como sus manos se rozaban accidentalmente. No supo si debía tomar su mano o no, pero Lenna fue quien entrelazo sus dedos con los de él.


Siguieron caminando, disfrutando de la tranquilidad de la noche. Las calles de la ciudad, normalmente ruidosas y bulliciosas, parecían más calmadas bajo la luna y las estrellas y el sonido del agua del río les acompañaban como una suave melodía.

-no pensé que esto acabaría así- comentó Lenna mirando a su alrededor con una sonrisa tranquilizadora

-yo tampoco, pero me gusta- respondió riendo por los bajo el francés a su lado









Lenna






















Caminaba junto a Ethan, todavía sintiendo el calor del beso en mis labios, y su mano cálida entrelazada con la mía. Todo era perfecto, el brillo de las luces, el murmullo del río y eso beso... Pero, de repente, algo dentro de mí se agitó.

𝐄𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝟐 || 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐲𝐠𝐨 𝓍 𝐁𝐞𝐥𝐥𝐢𝐧𝐠𝐡𝐚𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora