Dieciséis años. Tour.
Freen apartó la cortina hacia un lado y los ojos de Becky parpadearon. Miró a su hermana escabullirse en su litera y gruñó con suavidad.
— Freenky, no — dijo con somnolencia. Se sentó y Freen se puso encima de ella, empujándola contra el colchón. Freen estaba tibia y olía a casa y Becky no pudo apartarle. — Freenky, ¿qué estás haciendo?
— Silencio — contestó Freen y dejó caer su cuerpo, cubriendo el de Becky. Bajó la cabeza y besó todo el cuello de su gemela, suspirando y presionando sus cuerpos juntos. — Por favor — susurró.
La boca de Freen se abrió, caliente y húmeda contra la garganta de Becky y ambas jadearon.
— Prometimos que no íbamos a hacer eso — recordó Becky, arreglándoselas para hablar. — No en el bus, es muy peligroso.
— No puedo — dijo Freen. — Sólo déjame... Olerte. — Becky sonrió y sintió que los dedos de sus pies se encogían.
— Ha pasado mucho tiempo, Freenky. Voy a hacer algo malo... Realmente deberías irte. Anda a dormir.
— No puedo hacerlo. ¿Has escuchado a Mads? Ronca muy alto — respondió, lamiendo el cuello de Becky y juntando sus manos. — Suena como si estuviera... No sé, muriendo.
— Mmm — dijo Becky, moviendo su cabeza y juntando sus labios. Se besaron con lentitud, explorando el cuerpo de la otra con sus dedos, con sus manos. Becky suspiró ruidosamente y un pequeño gemido escapó de sus labios. — Oh, Dios.
— Sshh.
Freen presionó sus cuerpos, juntando las crecientes excitaciones. Se sentía muy cálido, mucho más de lo que se sentía en su litera. La vida en el bus era nada en comparación a casa. Freen extrañaba su cama, extrañaba su habitación. Extrañaba a Becky en su cama, en su habitación. Cogió el mentón de Becky y empujó su lengua dentro su boca, lamiendo el borde de su labio y detrás de los dientes.
Su hermana sonrió y luego gruñó.
— Dios, Saro, me estás poniendo tan... Tan jodidamente... — Becky jadeó y abrazó con firmeza a Freen. — Me alegra que hayas venido. Estaba congelándome.
— No estabas así, no mientas — dijo Freen, sonriendo.
— Está bien, estaba muy excitada.
— ¿Ah, sí? — Becky tornó los ojos y empujó a su hermana.
— En serio, no podemos de todas formas.
Freen arrastró sus dedos por el cuerpo de Becky, sintiendo la piel suave y los músculos de su estómago y de sus muslos. No habían estado juntas, realmente juntas en más de una semana y Freen estaba volviéndose loca. Quería estar dentro.
Tocó a Becky sobre las bragas y dijo, sonriendo. — Sólo un beso, eso es todo lo que quiero.
— Sí, claro — dijo Becky, arqueando su espalda ante el toque. Freen le acarició con más fuerza y ella suspiró. — Está bien, sólo un beso.
— Mmm... — Freen besó la barbilla de Becky y subió hacia los labios, lamiendo el piercing. — Sabes que voy a necesitar más de uno.
Becky hubiera reído y asentido, pero la boca de Freen estaba en la suya antes de que siquiera pudiera pensar. Sus bocas se abrieron y sus lenguas se encontraron; se movieron en la cama. Esa era una pendiente resbaladiza, ambas lo sabían. Una vez que habían empezado a besarse era difícil detenerse.
Cuando vivían en el apartamento de la banda en la ciudad, estuvieron cerca de ser atrapadas un montón de veces. Freen podía molestar a Becky con un beso y antes de darse cuenta, estaban juntas, medio desnudas y retorciéndose en donde sea que encontraran un lugar para acostarse. Había algo emocionante en ser casi atrapadas, pero extrañaban la privacidad de casa. La última tarde ahí la habían pasado empacando.
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Don't Tell Mom // Freenbecky
Fanfic❝Lo que mamá no sabe, no la matará❞ ❝Solo... No le digas a mamá, ¿si?❞ Adaptación. Todos los derechos reservados a sus autores y traductores originales Cynical_terror y Undrockroll.