Estaba oscuro en el bus y Freen estaba adormecida, el movimiento le arrullaba dentro y fuera de la conciencia. Giró y se relajó contra el colchón. Habían tenido un día muy largo; todo entrevistas, apariciones en la televisión y sesiones de fotos.
Ya estaba por caer en un profundo sueño, uno que realmente necesitaba, cuando la cortina de su litera fue bruscamente abierta.
— Ugh — gruñó y Becky se deslizó en su cama.
— ¿Freen? — Su hermana se acurrucó inmediatamente bajo las sábanas, moviéndose sobre ella. — ¿Freenky, estás enojada conmigo?
Freen se incorporó un poco y tocó ligeramente detrás del oído de Becky, eso siempre calmaba a su hermana. Curvó sus dedos alrededor de la oreja y acarició.
— ¿Qué?
— Has estado rara — dijo Becky — desde que estábamos en casa. Mamá también. Tú... No me has tocado.
— Estoy tocándote — respondió Freen. — Estos días han sido estresantes y hemos estado cansadas, ¿verdad?
— Es más que eso — replicó, insistente. — Antes nunca importó si estabas agotada... Estábamos agotadas las dos.
— Estoy realmente cansada — dijo Freen, frunciendo el ceño. — Muy cansada ¿sabes?
Tocó el cabello de Becky, ahora largo, y suspiró. Su gemela sólo retrocedió un poco, con torpeza.
— ¿Es un chico? — Preguntó. — ¿Lo jodiste de nuevo? Sólo dime, prometo no enojarme.
— No es un chico.
— Entonces, ¿qué es? — El tono en la voz de Becky era casi infantil, suplicante. Freen la acercó y frotó su espada. — Mamá y tú han estado extrañas.
Freen miró a su gemela bruscamente.
— ¿Qué pasa con mamá? ¿Qué te dijo?
— Nada — respondió Becky. — Es justamente eso. No ha dicho nada porque ella no quiere hablar conmigo.
— ¿Qué? — Freen comenzó a sentirse enfadado.
— La llamé este lunes, como lo hago cada semana. Es nuestra rutina, ¿no? Y ella no contestó. Eso nunca había pasado, Freen, ella siempre responde cuando la llamo los lunes — dijo Becky, cabizbajo. — Ella nunca se perdió una semana y ahora siento como si hubiera hecho algo, porque ustedes dos han estado actuando muy raras conmigo.
El corazón de Freen casi se rompió con sólo de mirar a Becky. Parecía tan pequeña y vulnerable, incluso su labio inferior temblaba un poco. Freen se enojó con su madre; ella no necesitaba castigar a Becky, no por esto.
— Creo que ha estado ocupada con la galería — dijo. Tiró de Becky, abriendo sus brazos y abrazándola. Su hermana suspiró placenteramente y le devolvió el gesto. — Ella no está enojada, está bien.
Becky presionó su cara contra su cuello y besó su piel con suavidad.
— Freenky, ella ni siquiera se despidió. No lo hizo. No me miraba y casi no estaba en casa. No lo sé...
— Mamá también tiene una vida — le dijo contestó amablemente. — Ha estado trabajando como loca, tú sabes.
— Lo sé — lloriqueó Becky. — Pero... ¿Entonces no estás molesta?
Freen sonrió y besó la frente de Becky.
— No, no seas tonta. — Se sentía horrible por hacer que su gemela pensara que estaba enojada. La sostuvo estrechamente, tratando de compensarla. Sabía que tendría que esforzarse más para salir del lío en el que se había metido.

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Don't Tell Mom // Freenbecky
Fanfiction❝Lo que mamá no sabe, no la matará❞ ❝Solo... No le digas a mamá, ¿si?❞ Adaptación. Todos los derechos reservados a sus autores y traductores originales Cynical_terror y Undrockroll.