Murmullos de culpa

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"Si tanto quieres ser un héroe, salta de la azotea y ruega por tener un don en tu próxima vida"

"Eres un inútil, Deku. Deja de intentar"

"Crees que estás a mi nivel?!"

"Si tanto quieres ser un héroe..."

"Lo siento, niño, no tienes un don"

"Salta de la azotea..."

"Lo siento Izuku...Perdóname bebé"

"Salta de la azotea."

Izuku se despertó alterado, con una respiración irregular y latidos a mil por hora. Se llevó una mano a la oreja y sintió su audífono. Sostuvo su cara y sintió como sus ojos aún estaban húmedos por lágrimas que seguramente salieron mientras estaba en esa pesadilla. Se sentó en la cama y abrazó sus piernas, enterró la cara entre sus rodillas y se mantuvo allí por unos minutos. No sólo esa pesadilla lo llevó a memorias horribles y lo asustó, sino que estaba decepcionado de si mismo por tener como primer pensamiento "Debería saltar..?" al momento de despertar.

No, no debía saltar y lo sabía bien. Sólo había sido un mal sueño, su cabeza intentando molestarlo. Había luchado demasiado para estar donde estaba ahora, no dejaría que todo termine allí. Intentó prender su audífono sólo para darse cuenta que no tenía batería. Lo dejó cargando en su respectiva cajita y se levantó para buscar algo para comer.

Al ir a la cocina se encontró con su mamá, quien, después de que intentara hablar e Izuku la interrumpiera con lenguaje de señas, se mostraba bastante agotada.

-"Quieres té? Izuku?"

-"Café, porfavor" - Respondió y se fue a sentar a la mesa del comedor

Los instintos maternos llegaron rápido e Inko notó que algo andaba mal. Puso su cálida mano en la espalda de Izuku y la frotó de manera reconforntante, Izuku se apoyó en la cadera de su madre. Segundos después la miro con una expresión cansada y ojos algo irritados.

-"Que pasa, cariño?"

-"Pesadilla"

-"Quieres contarme sobre que era?"

-"Sobre"- Bajó la mano, dudando si contarle o no. Su madre ya había pasado por mucho y no quería traerle más problemas, aunque ella merecía saber y sería peor si le oculta cosas. -"Sobre el accidente"

-"Ya veo, que pasaba en la pesadilla?"

-"No mucho, yo estaba sentado en la oscuridad y... y no se escuchaba más que frases que alguna vez escuché" - Bajó la mirada con verguenza -"Como la voz del doctor que me diagnosticó como un sin-peculiaridad "

-"Mi niño..."

Inko abrazó a su hijo y este se aferró a sus brazos, temiendo caerse a un lugar sin la luz de su presencia. Ella besó su cabeza y sirvió el desayuno para ambos, había preparado galletas. Las galletas preferidas de Izuku. Dios, Izuku si que amaba a su mamá.

-"Cómo lo haces?" - Izuku habló, seguro de que él no se escuharía tan claramente pero su madre sí.

-"Qué?" - Ahora, con los ojos de ella sobre él, volvió al lenguaje de señas.

-"Me refiero a poder llevar con un hijo sin don y más encima sordo, cómo haces para poder con todo... esto?" - Se señaló a él de pies a cabeza para enfatizar el final.

Más allá del sonido (bkdk) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora