"Kacchan! Eres increíble! Tu don son explosiones, vas a ser muy fuerte!"
"Ya lo sé, Deku!! Siempre fui fuerte!!"
"Increíble! Ten cuidado, Kacchan, podrías lastimar a alguien"
"Eh?! De que hablas??"
Las apariencias infantiles se volvieron de secundaria. Olor a caramelo quemado y sangre en el oído de Izuku.
"Ten cuidado, Kacchan, A cuántos más vas a lastimar? Disque 'Número 1', hipócrita"
"No.. Callate Deku!!"
"Por qué me hiciste esto? Tanto odio tienes que no puedes ni controlarte?"
"CALLATE!"
Explosiones.
"Todavía quires seguir explotandome la cara, Kacchan?"
"No... Nunca lo quise"
"Si, se nota"
Katsuki despertó con la respiración agitada y sabanas medianamente quemadas bajo sus manos. Unos segundos después sonó su alarma, logrando sorprenderlo. Al levantarse piso sus llaves, las cuales se cayeron durante su pesadilla, parece que había golpeado su mesita de luz.
Jodida manera increíble de empezar el día.
●❀●❀●❀●❀●❀●❀●❀●❀●❀●❀●❀●❀
Ya habían pasado tres días, y uno de sus oídos ya estaba totalmente habilitado. Un día más y finalmente podría salir de allí, Izuku estaba inundado de positivismo. Hasta que recordó que eso significaba volver a esa escuela.
Su madre entró en la habitación con una bolsa con galletas en forma de estrellas, detrás de esta venía Mitsuki.
-"Izuku! Mira quien vino a saludar."
-"Ti-" - Dudó -"Hola, Mitsuki."
-"Hola niño, Cómo te sientes?"
-"Bien, bastante mejor de hecho, gracias"
-"Me alegra oírlo "- Bajó la cabeza avergonzada- "Katsuki no pudo venir, lo siento"
La sangre de Izuku hirvió de rabia, era obvio que él no iba a dar la cara. Después de todo, las personas no cambian así de rápido. Aunque en realidad si esperaba aunque sea una disculpa o algo para no tener que reencontrarse directamente en la escuela, no se sorprendió de que Katsuki no esté ahí. Después de todo lo que pasó, Katsuki no aparecía ni siquiera para burlarse de la sordera de Izuku.
-"Está bien, de todos modos no se si pudiera verlo"
La habitación se tensó.
-"Bueno, Inko.. yo debo irme"
-"Oh! Claro, gracias por venir Mitsuki. Adios"
-"Adios, Inko, Izuku, gracias por recibirme"
Mitsuki se fue y el ambiente se aligeró al instante. Inko se acercó a su hijo ofreciendole las galletas y revisando su oreja izquierda, la cual ahora llevaba un (de no tan buena calidad) audífono que lo ayudaba a compensar la falta de escucha.
-"Odio el audífono, me pica"
-"Lo sé cariño, es cuestión de acostumbrarse"
-"Ya sé..." - Comió una galleta, haciendo puchero
ESTÁS LEYENDO
Más allá del sonido (bkdk)
RomansaEn los días de secundaria, Katsuki se burlaba de que Izuku quisiera entrar a la UA, después de todo él no tiene un don. Por primera vez en tantos años de acoso, Izuku toma valor y ataca directamente su ego causando que Katsuki intente golpearlo. Es...