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Estaba en el parque con mis amigos, corríamos, jugando al escondite, para luego aburrirnos y hacer carreritas, nos colgamos de una de las enrredaderas del parque y nos retabamos, para ver quién era el rey del parque.
- Yo soy el rey, porque soy el más rápido - se autoproclamaba Keisuke colocando su nariz en alto y apuntando con el dedo a Manjiro.
- Tsk... Yo soy el rey, porque soy el más fuerte - pronunció el rubio para luego empezar a forcejear y retarse quién era mejor. Así que, como la niña ya grande que era, "a mis increíbles 11 años", intervine.
- Pues no, yo soy el rey - coloqué ambas manos en mi cintura, y los miré a ambos.
Y la inmediata reacción de ellos fue reírse.
- ¿Tú?... ¿Rey?... No me hagas reír - comenzó a burlarse Manjiro.
- Primero, no eres rey, eres "Reina" y para ello debes casarte primero con uno de nosotros, y claramente, es conmigo. Yo rey y tú mi reina - Keisuke me explicaba moviendo sus manos como si fuera algo tan obvio, que tenía que decirlo con manzanitas y todo.
- Pues no... Yo soy el Rey, ya que soy la más fuerte y rápida de los cuatro. Y no, no necesito un esposo para reinar y si fuera así, yo lo escojo a él - señale al chico de pelo clarito que no quería intervenir en la pelea - Yo reino y tú me acompañas, ¿no...?
Me desperté con una presión en la cabeza luego de ese sueño tan vívido, pero claro, no era un simple sueño, era un recuerdo de una mini versión mía junto con los chicos de Shibuya, en ese entonces, todos peleábamos por cualquier situación y siempre terminábamos reconciliados con helado. El soñar tanto con ellos me preocupaba, ya que no suelo soñar demasiado y cuando lo hago, es por algo. Al ya actualmente, tener una edad lista para viajar sola, hablaré con papá para ir a visitar la ciudad. Veré si me reencuentro con ellos y así retomaré el contacto con personas tan importantes para mí, como lo fueron esos chicos. Le pediré a Ciel o a Rin que me acompañen y así conozcan mi lugar de infancia. Claramente Ran viene incluido en el paquete, ya que no se perdería un chisme como lo son mis recuerdos de infancia, además que teniendo a Ciel conmigo, él iría a todos lados.
Entre otros temas, ya estamos a nada de pasar de año, al igual que nos encontramos con la proximidad de la graduación Ran , así que en vacaciones estaremos juntos y pasaremos este último año antes de que la uni nos ocupe la gran parte de nuestro tiempo.
Así que luego de ese día de estar postrada en cama, regresé sin problema alguno.
Rindou se quedó conmigo hasta que el sol empezó a caer, a pesar que había pensado en presentarlo a papá, de improvisto Ran lo llamó de emergencia para que fuera a una reunión, y como si el destino no quisiera que mis planes funcionen, tan solo 4 minutos después mi papá llegó.
Le conté a mi padre que había estado en reposo y siendo custodiada toda la tarde , además que ya me iba mejorando poco a poco.
Realmente no me podía dar el lujo de faltar durante mucho tiempo, debido a que, las presentaciones están a la vuelta de la esquina y no podía fallarle a mi grupo - incluso si ellos eran tan cercanos a mí - mi sentido de responsabilidad va mucho más lejos.
Las clases no fueron más de lo mismo, temas de repaso, refuerzos de algunos problemas en los exámenes, y la preparación previa para las presentaciones. Estas eran fundamentales para las notas finales, ya que tenían un gran peso en los porcentajes. Yo, por mi lado, estaba aliviada, debido a que con las actividades que he realizado antes, mis notas sobresalían, y la presentación sería el remate para mí puntuación de notas perfectas.
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Ramé 🥀 ~Rindou Haitani~
Fiksi PenggemarRose Himawari, una chica de 17 años, vive en la hermosa ciudad de Roppongi, después de haberse mudado a la edad de 12 años, junto a su padre para una mejor estabilidad, y por herencia de su madre obtienen una hermosa casa. Al entrar ese año penúltim...