boxing fight

Capitulo 6

—Hoy la señora Ava irá con nosotros.
Las lágrimas comenzaron a salir antes del dolor físico y sentimental.

—Tranquila Lisa, respira.

—¿Porqué no hicieron nada cuando pedí auxilio?

—Lisa...

—Casi me mata y no hicieron nada.

—Si intervenía me iba a ir mal.

—Claro, Marco, no me hable.
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—Manobal.

Tengo miedo de ella.

La volví a ver.

—No quiero que hables con Kim Jennie, y si les toca combate tendrás que ganarle o habrán consecuencias.

—Si, señora.
Bajé del auto y entré a la clase.

—Lisa.
El coach saludó.

—Buenas tardes, con permiso.
Entré a las duchas para vendarme.

—Lisa.
Jennie apareció pero la ignore, no quiero que Ava le haga nada.

—Lisa.

—¿Que?
Alcé la voz.

—¿Que te pasa?

—Nada, ¿me dejas en paz?, gracias.
Agarré mi bolso y salí dejándola afuera.

Me sentía mierda.
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— Lisa y Jennie, combate.
Dijo el entrenador.

—Lisa.
Ava gritó desde la esquina del ring.

Lisa la volvió a ver.

—Ven.
La obedeció y se acercó a ella.

—Noqueala.

—¿Que?

—Noqueala.
Lisa alzó la vista con lágrimas y vió en la otra esquina a la que podría ser la mamá de Jennie, conectaron miradas y Lisa frunció el ceño para luego volver a ver a Ava.

—No.

—Habran consecuencias si no lo haces.
Ava pusó una mano en el rostro de Lisa y lo empezó a apretar con demasiada fuerza.

—Lisa,¿lista?
Llegó en coach a la par de ella y Ava quitó su mano rápidamente del rostro.

—Si, coach, lista.

—Empieza quitándote la camisa holgada.

—¿Que?

—La ropa holgada perjudica las fluidez de los movimientos, vamos.
El coach se retiró.

Lisa volvió a ver a Ava.

—Tuviste una caída horrible por las escaleras.
Dijo Ava y Lisa asintió.

Lisa se la quitó y hasta la misma Ava abrió los ojos al ver las heridas que tenía Lisa en la espalda.

—Oh, dios, Manobal, ¿que pasó?
Dijo el entrenador.

—Solo me caí por las escaleras.
Lisa respondió con los ojos llenos de lágrimas.

—Bien, Jennie intenta no golpear la espalda.

—Claro.
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—¡Ganadora Jennie!
El coach alzó la mano de Jen y yo bajé la cabeza.

Puedo sentir lo mucho que me duele físicamente está derrota.

—Buen trabajo, Lis.
Jennie se acercó para chocar los guantes pero cuando alcé la cabeza las lágrimas comenzaron a salir por mis ojos.

Corre Lisa.
Pensé.

Me quité los guantes rápidamente y salí corriendo dejando a Jennie colgada.

Corre.

Me encerré en una ducha y comencé a llorar.

La cara de Ava era de enojo, sería y asco.

—Lis.
La voz de Jennie resonó en los baños.

No pude callar mi llanto.

—Lisa, lo hiciste genial, no te pongas así.
Dijo Jennie mientras buscaba en cuál de las duchas estaba yo.

—Vete.

—No, Lisa.

—¡¡Que te vayas!!
Grité mientras golpeaba la puerta con todas las fuerzas.
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—Lisa, hace dos días no hablamos, llámame y deja de dejarme en visto.
7:05 am.

Rosie.

No puedo hablar con ella sin quebrarme en lagrimas.

No puedo hablar con nadie.

—Crei ser clara con que quería que la noquearas y ganarás.

Iba en el auto de camino a la casa de esta señora.

Estoy segura que este podría ser el último día con vida.

—Lo siento.
Dije sollozando.

—Consecuencias Lisa.
Bajé mi cabeza.

Debo aceptarlo.

Está es mi nueva vida.

No quiero vivir con miedo.

No quiero vivir.