Después de pasar cerca de una hora en la sala de juegos, Michael me dijo que volviéramos a la casa principal porque quería mostrarnos algo. Para volver a entrar a la casa, había un código electrónico que debía ser digitado para abrir la puerta. Michael nos llevó a al segundo piso, a un enorme cuarto de juguetes que estaba justo arriba del comedor. En el otro extremo del cuarto, junto a la puerta opuesta a la que entramos, había una estatua inmensa de Darth Vader hecha de legos. Luego de contarnos el origen de la estatua, el cuál ya no recuerdo, Michael se dirigió hacia los armarios y cajones de alrededor del cuarto, comenzó a sacar muchos juguetes y se los pasó a Mason. Michael se veía muy emocionado sacando los juguetes de sus cajones y armarios al igual que Mason observando todos los juguetes que iban apareciendo. Creo que Michael ni siquiera sabía la cantidad de juguetes que tenían los estantes.
Recuerdo que sacó de uno de los estantes una mascara de goma de Darth Maul y se la entregó a Mason diciendo: "Toma Mason, quiero que te quedes con esto ¿sabes quien es Darth Maul?" Mason contestó: "Sí, si sé quien es Darth Maul, pero no puedo aceptarla, sé cuanto cuesta y es muy costosa", Michael respondió: "No, ¡esta bien! en serio, insisto en que te la quedes". Mason me miró y yo le sonreí y asentí. El se volvió hacia Michael y dijo: "Esta bien, la conservaré con una condición". Michael pregunta: "¿Cuál?" Mason responde: "Si la firmas por dentro". Michael comenzó a reír, me miró y arqueó una ceja, asintiendo con su cabeza dijo: "¡Es un chico listo!".
Michael dió vuelta la mascara, y procedió a firmarla escribiendo: "Para Mason, tu amigo Michael Jackson" .
A pesar de que Michael intentó regalarle muchos más juguetes a Mason, solo fue capaz de entregarle uno, Mason estaba completamente satisfecho con la mascara de Darth Maul autografiada. Después de dejar el cuarto de juguetes, Michael nos llevó al teatro que estaba al rededor de media milla de la casa principal.
Esta era una enorme construcción con una calzada circular de piedra que se encontraba enfrente, en la entrada habían dos estatuas de bronce de niños, una a cada lado de la entrada. Atravesamos la puerta hacia el mismo teatro y nos encontramos con un mostrador de vidrio, nuevamente lleno de todos los tipos de dulces imaginables. Detrás de este mostrador había una máquina de palomitas de maíz y al lado de esta una despensa con helado. También había otro congelador que contenía muchas paletas de helado.
Todos nos servimos un poco de helado y pusimos varios caramelos de los que habían en la cubierta. Michael llamó arriba al operador de cine, para que bajara y nos hiciera unas palomitas de maíz. Michael dijo: "Siempre mantengo esta área bien abastecida para que los niños que vengan a pasar el día en Neverland tengan todo lo que quieran. No hay caja registradora aquí, porque 'nadie paga nada en Neverland'.
A ambos lados de los mostradores de vidrios hay una entrada hacia el teatro. Los asientos del teatro se podían inclinar y uno podía mecerse en ellos. Eran tan grandes y cómodos como un sillón reclinable, la parte frontal del teatro tenía unas enormes cortinas que estaban recogidas y la pantalla de cine estaba justo detrás de ellas. Esta pantalla podía elevarse, para dejar finalmente un escenario con un piso de madera muy brillante, donde Michael decía que practicaba pasos de bailes para sus vídeos.
En la parte trasera del teatro, a cada lado del cuarto de proyección (el cual estaba en altura), habían dos ventanas muy grandes, dentro de estas ventanas se podía observar una habitación con una cama de tamaño completo. Michael dijo que había incluído esto en el diseño del teatro para que los niños que estuvieran postrados pudieran disfrutar de una película en un cine real.
No vimos ninguna película esta noche, pero vimos muchos dibujos animados y algunos de los vídeos de Michael. A medida que pasaba el tiempo vimos varias películas que, en ese mismo momento eran estrenos en los cines locales. Michael tenía algunos tratos y ofertas, asi que los estrenos estaban disponibles para él en su cine. De hecho, a medida que te dirigías hacia el teatro, podías ver posters con los estrenos que estaban disponibles ese día, o con los que pronto llegarían a Neverland. Se encontraban en grandes vitrinas puestas a cada lado del camino hacia el cine.
Después de que dejamos el teatro, fuimos afuera y a nuestra izquierda había un enorme parque de atracciones, lleno con todos los juegos que puedes encontrar en otros parques de diversiones. Toda el área estaba llena de luces muy coloridas, cada juego tenía su música sonando y Michael nos llevó primero a los autos chocones. Habían dos jovenes que trabajan en el parque y nos llevaban a cada una de las atracciones.
Los autos chocones fueron de los que mas disfrutamos, Michael era un hombre salvaje, al que le gustaba ir lo más rápido que pudiese para chocar a quien no estuviese mirándolo. Luego retrocedía mientras reía y se alejaba. Al lado de los autos chocones había un montón de pantallas de video que eran de tres pisos de alto, en donde Michael decía que podías jugar en tu Xbox o Game Cube e incluso se podía ver películas. Estas mismas pantallas habían sido utilizadas en uno de sus tour mundiales como parte del escenario del fondo, así como esas pantallas para observar el show en progreso. Seguimos más allá, en donde subimos hasta la cima de una colina con sacos de yute, para deslizarnos a través de ella. Esto fue tan divertido, que lo hicimos varias veces seguidas y Michael parecía disfrutarlo y divertirse tanto como nosotros.
Desde ahí, Michael me llevó abajo para mostrarme el carrusel del que habíamos hablado ese día por la mañana. Era sin duda alguna, una belleza. Eran animales de madera tallados a mano, al igual que los asientos. Parecían trineos, y a cada lado tenían dragones tallados. Todo era original, escenas pintadas a mano y espejos. También habían espejos en el medio hacia abajo donde podías verte a tí mismo y había música que provenía de estos mismos. La música sonaba como un órgano de vapor, pero no recuerdo haber visto las tuberías que producirían ese sonido tan único.
Nos montamos en el dragón marino, que era mas bien como un barco vikingo que se movía lo suficientemente alto como para hacerte pensar que te caerías de el. Mason cubrió sus ojos durante todo el paseo. De hecho detuvimos el juego antes de lo esperado porque estaba demasiado asustado. Dispersos por el parque, habían puestos de palomitas de maíz y helado. Otra atracción a la que nos subimos fueron a las tazas giratorias. Lo genial de las atracciones era que podías subirte las veces que quisieras y ¡por el tiempo que quisieras! tu le decías a los operadores tu decisión.
Cuando estuvimos un buen rato disfrutando de las atracciones, Michael llamó a una limusina para que nos llevara de vuelta a la casa principal.
Michael nos dijo adiós desde la puerta de la casa principal añadiendo: "Muchas gracias por venir, me divertí mucho".
Respondimos más o menos lo mismo, agradeciéndole el maravilloso momento y caminamos hacia nuestro auto. Cuando íbamos saliendo de Neverland Mason dice: "Oye papá ¿Qué es eso? Miré hacia el asiento trasero y habían tres bolsas muy grandes llenas con todos los juguetes que Mason había rechazado educadamente. Esto incluía una Xbox y una Game Cube con una gran variedad de juegos. En los futuros viajes a Neverland siempre fue así, Michael ordenaba a su staff para que llenara el asiento trasero de nuestro auto con regalos. Y cuando Michael venía de visita nunca llegaba sin un montón de DVD's para nosotros.
Al otro día, Mason en la escuela tuvo un momento para compartir opiniones, levantó su mano y le contó a sus compañeros que había cenado en la casa de Michael Jackson. La mayoría de sus compañeros comenzaron a burlarse de él diciendo: "Si, claro que sí Mason.."
Se negaron a creerle, desde ese entonces Mason nunca habla de eso. Todas las visitas de Michael a nuestra casa y los viajes a Neverland, son momentos que conserva solo para él.
A medida que pasaba el tiempo, iba más seguido a casa de Michael (Yo solo, o con mi familia) y el a la mía, a menudo con Prince y Paris. Nos veíamos o hablábamos por teléfono por lo menos una vez ala semana, esto fue por alrededor de 4 o 5 años, excepto cuando él estaba fuera de la ciudad por asuntos de negocios.
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"Conversaciones En Neverland Con Michael Jackson"(traducido)
De TodoUn viaje profundo hacia la amistad entre Barney Van Valin, un médico rural y Michael Jackson, un ícono de la música. Leerás sobre su cercana amistad desde el primer encuentro, hasta el misterioso y repentino final luego de 5 años de largas conversac...