"Dos mundos, Un destino."

El Ritual De Los Mortífagos Rojos.

Con la cabeza completamente tapada, me abrí paso a través de la oscuridad y la incógnita hacia un destino desconocido. Cada paso que daba me llevaba más cerca de lo desconocido y de lo inevitable, y una sensación de inquietud se apodero de mi a medida que avanzaba.

Cuando me desplazan al nuevo lugar, me encontré rodeada de agua y ese lazo del diablo, que se aferraban con firmeza a mis muñecas y tobillos, manteniendo mis movimientos restringidos y sin posibilidad de escapar.

*Apartir de este momento narrado por Snape.*

Me sobre salte ante el llamado a la puerta de mi oficina. Sabía lo que significaba y me sentí tentado a ignorar el llamado, pero sabía que no podía hacerlo.
Suspiré y me dirigí a la puerta, abriendola para encontrarme con el director y otros miembros de la Orden del Fénix.

-Severus es el momento, de que acudas con voldemort al ritual y buscar la manera de salvar a TN/.

-Como usted diga -respondi. Sentí un nudo en la garganta ante la mención de TN. Yo había estado esperando este momento, pero ahora que había llegado, sentí miedo y ansiedad, algo en mi quería que ella no regresara más, pero por otro lado moría por tenerla entre mis brazos.
Me arme de valor y salí de la oficina, preparando mi mente para lo que se venía.
Llegué a las puertas del salón donde se llevaría a cabo el ritual, las cuales fueron abiertas por dos mortifagos. Entre y vi a Voldemort sentado en el altar, rodeado de velas y sus seguidores.

Voldemort levantó la mirada hacia mí y sonrió. -Ah, Severus. Has llegado justo a tiempo. Se levanta del altar y comenzó a caminar hacia mí, con las manos cruzadas frente a él.
-Este acontecimiento que viviremos hoy nos dará poder, Severus. Mantuve una expresión neutral mientras encaraba a Voldemort.

-Estoy preparado, mi señor. Mis palabras eran firmes, aunque mis emociones se agitaban dentro al escuchar la llegada de ella.

Sentí cómo se me apretaba mi corazón cuando vi a TN/ entrar en la habitación y ser colocada en el centro de la fuente. Su cuerpo estaba cubierto de moretones y heridas, y su rostro estaba parcialmente oculto por su cabello y un saco de tela.
Me dí cuenta de cuánto ella había sufrido en las manos de Voldemort, sentí culpa por esperar hasta este monto para querer salvarla.

Voldemort se acercó a la fuente y se colocó frente a TN/, mirándola con una sonrisa malvada.
-Ahora, es hora de comenzar el ritual.

Observé cómo los mortifagos se colocaban sus túnicas rojas y sus acostumbradas máscaras. Yo estaba acostumbrado a estas escenas, pero ver a TN/ de esta manera me llenaba de rabia. Quería hacer algo para salvarla, pero sabía que debía contenerme y seguir el protocolo.

Pude ver a Draco acercarse a mi con una expresión seria, sus ojos estaban llenos de preocupación.

-Profesor, tengo que ser cauteloso aquí. Pero no puedo permitir que esto vaya mal no quiero dejar que sufra más. ¿Tiene algún plan? Mire a Draco con gravedad y respondí en un susurro: por que a mi no me interesa salvarla, pero manten la calma y segui las órdenes. No podes hacer nada que lo alerte. Confía en mí.

Los mortifagos se posicionaron en círculo alrededor del altar, preparados para comenzar el ritual. El salón estaba sumido en el silencio, sólo roto por el sonido de las velas crepitantes y el suave jadeo de TN/.

Voldemort le quito a TN/ el saco de la cabeza, dejando su rostro a la vista. Mi corazón se desplomó al ver el miedo en sus ojos y la desesperación en su expresión. Pero tenía que mantener la calma y encontrar la manera de salvarlam

Draco miró con rabia cómo Voldemort se pavoneaba frente a TN/, que yacía atada. Él sabía cuánto sufría TN/, y el hecho de que ella estuviera a merced de Voldemort lo enfurecía aún más. Él se preparó mentalmente para actuar en cualquier momento. Lo tome por el hombro y Narcissa notó las intenciones de Draco y lo atrajo a ella.