"Dos mundos, Un destino."

Ropa Deportiva

Mientras caminamos por las calles, Snape se detiene y mira a su alrededor.
-Este lugar es... interesante, dice con una voz baja y pensativa.

- Si, es un lugar muy especial, esta ciudad. Me gusta la forma en que las calles se curvan y se entrecruzan.

Snape me mira con una expresión seria, pero hay un destello de interés en sus ojos.
- Eres una persona muy observadora, dice. "Me gusta eso".

De repente, Snape se detiene y mira hacia arriba.
-Mira, dice, señalando hacia una ventana en el segundo piso de un edificio cercano. Hay un jardín en la azotea. Me gustaría verlo.

- Claro que lo haremos, solo busquemos donde cambiar este oro. Snape me mira curioso. Lo robe, pero después de lo que me hizo esa loca de Bellatrix es lo mínimo que me podía quedar.

Con el oro robado a Bellatrix, tenemos un respaldo financiero que nos permitirá sobrevivir en la ciudad. Me diriges a un pequeño alojamiento en el centro de la ciudad, donde puedo alquilar una habitación modesta.

-Te traje esto para que te lo pongas por ahora. Mañana iremos de compras y me encargue de que alguien nos de unas identificaciones.

Snape me mira con una expresión de desaprobación cuando se pone la ropa deportiva.
-¿Qué es esto?, pregunta con una voz irritada. Parece ropa para un... un no sé, no es para un profesor de magia.

-Tanquilo, no te va mal. Sonreí un poco.

El se mira a sí mismo en el espejo y frunce el ceño.
-Esto es ridículo, dice. No puedo salir así a la calle.
Lo miro y sonrió muy divertida de lo que estoy viendo.

-¿Por qué me compraste esto?, pregunta. ¿No sabes que un profesor de magia debe vestir de manera digna y respetable?.

-Aquí no existen los profesores de magia, mañana conseguimos algo más elegante. Cruza los brazos y me mira con una expresión de molestia.
Mañana, iremos a comprar ropa adecuada ok. Ánimo.

Después de darme un largo baño, decidí colocar una cobija en el suelo y acostarme, Snape me mira y luego se acerca a mi.

-¿Qué estás haciendo?, pregunta con una voz baja y suave. La cama es para ambos. No necesitas dormir en el suelo.

Se sienta en la cama y me mira con una expresión seria.
-Ven aquí, dice. Hay suficiente espacio para ambos.

Me levanto y lo miro, estoy cansada y si me gustaría dormir en la cama, pero lo pienso un rato más,

El se mueve a un lado y me hace un gesto para que me acerque.
-No seas tonta, dice. Duerme en la cama, estás cansada.

Me levanto y comenzó a colocar unas almuedas en medio de la cama y me acuesto. El me mira con una expresión de sorpresa y luego de irritación.
-¿Qué es esto?, pregunta, señalando las almohadas. ¿Estás tratando de crear una barrera entre nosotros?
Solo levanto los hombros y el se acomoda en su lado de la cama, pero no puede evitar mirar las almohadas con desaprobación.
-No es necesario, dice, con un tono de descontento. No te haré daño. Cierra los ojos y se queda en silencio.

No le hice caso y me quedé dormida, a mitad de la noche desperté y me di cuenta que el seguía despierto.
-¿Por que sigues despierto?
Me mira con seria y un poco cansado.

-Hay mucho ruido y luz afuera, dice, con voz baja. No puedo dormir con todo este... bullicio.

Se queda en silencio por un momento, y luego continúa.
-Me pregunto si hice bien en venir contigo, dice con duda. No estoy acostumbrado a esta... vida. La ciudad es muy diferente a Hogwarts.
Lo mire y me hizo recordar cuando llegue a su mundo y el como me sentía, ahora el estaba en esa posición. El me mira con una expresión un poco incómoda.
-No sé si puedo adaptarme a esto. No sé si puedo ser... normal.

-Snape aún no lo has intentado, no hemos echo nada y por ahora no tengo planes de hacer nada más que descansar. Tu no eres así, siempre eres un hombre inteligente y valiente.

Por un momento, parece que va a decir algo, pero luego se queda en silencio, mirándome con una intensidad que hace que me sienta un poco incómoda.

Luego, con una voz baja me contesto.
- Gracias. La palabra parece escapar de sus labios con dificultad, como si no estuviera acostumbrado a expresar gratitud.

Se queda en silencio por un momento, y luego se vuelve hacia la pared, cerrando los ojos como si estuviera tratando de dormir. Pero puedo sentir que su cuerpo sigue tenso, que su mente sigue trabajando, tratando de procesar todo lo que ha pasado.
Muevo las almohadas que nos separaban y lo abrazo por la espalda.

-Tanquilo, no tengas miedo. Todo estará bien. El queda inmóvil por un momento, como si no supiera cómo reaccionar a mi abrazo. Luego, lentamente, se relaja y se deja llevar por el calor de mi cuerpo.

-Gracias, susurra de nuevo, antes de cerrar los ojos y dejarse llevar por el sueño.

Su cuerpo se relaja en mis brazos, y puedo sentir su calor. Es un momento íntimo y tranquilo, y puedo sentir que, por primera vez en mucho tiempo, Snape se siente seguro y protegido.