Comida familiar (15)

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...

Juanjo:

A la mañana siguiente, Martin sigue abrazado a mí con su cabeza reposando en el espacio entre mi hombro y mi cuello por lo que nuestros restos están peligrosamente cerca. Yo dejo reposar de la misma manera que antes la mano en su cintura y le rodeo con el otro brazo, mientras tanto mi cuerpo mira al techo.

Nieves (madre de Juanjo):

Me despierto bastante temprano para preparar todo de la comida de navidad.

Sigo emocionada por que Juanjo haya venido después de tanto tiempo, y me emociona que haga migas con gente tan buena como Martin, aunque desde que Juanjo me envió aquel mensaje siento que esa amistad va más allá, por su forma de mirarse y de hablarse.
Los vi tras la ventana cuando bajaban las maletas del coche, y me sorprendió que Juanjo fuera tan cercano a alguien que simplemente es su amigo ya que nunca a sido una persona muy cariñosa ni de dar abrazos, y mucho menos de dar la mano.

Decido entrar a su habitación ya que está empezando a salir el sol y al salir a la terraza para tender la ropa húmeda me he dado cuenta de que la persiana está subida.
Al entrar les veo a ellos dos acurrucados en la cama, abrazándose y entrelazando sus piernas con sus rostros casi tocándose. Les miro con admiración por unos segundos y me dirijo hacia la ventana para bajar la persiana esquivando el intacto colchón hinchable.

...

Juanjo:

Nos despertamos a las 9:30 con unas cuantas caricias antes de salir de la habitación. Vamos a la cocina y saludamos a mi madre que lleva una sonrisa consigo.

-Buenos días, feliz navidad mañicos. ¿Cómo habéis dormido? -Dice alegremente.

-Bien, gracias mamá.

-Muy bien.

-Juanjo, luego vendrán tus primos y la abuela. Al acabar de comer repartiremos los regalos y después se quedarán a hacer el café, pero si queréis podéis ir a dar un paseo y dais una vueltecica por el Mercado de Navidad. -Explica ella mientras preparo los desayunos y Martin se queda a mi lado. Yo asiento y ella mete algo a la nevera.

Martin me mira y yo le respondo haciendo lo mismo. Él pone una mueca de inseguridad y le acaricio la espalda. Desayunamos en la mesa del salón uno al lado del otro, rozando nuestras manos de vez en cuando.

-Nos podemos ir si no te sientes cómodo en la comida. No te van a obligar a hacer nada que no quieras, y si lo hacen, no pienso permitirlo ¿vale?-Digo en un susurro tomándole la mano debajo de la mesa al ver en su rostro algo de nervios. Él asiente y me mira mientras sonríe.
Me está a punto de decir algo cuando mi madre nos interrumpe.

-Chicos ¿me ayudáis con la comida? -Separo nuestras manos lo más rápido que puedo y me pongo en pie para ir a ayudarle.

Mientras preparamos la comida Martin le explica porqué se fue a Madrid, también le explica que su sueño siempre ha sido ser cantante y actor pero que por el momento se está formando en la danza que es algo que también le encanta.

-Fíjate, mi Juanjo también canta. -Dice emocionada.

-Bueno, lo hacía. -Contesto yo.

-Hoy podrías cantar algo en la comida ¿no?

-No sé, mamá. Hace mucho tiempo que no canto.

-Venga hijo, hazlo por tu amigo, que seguro que te quiere escuchar. -Miro a Martin y me pone la misma cara de pena que cuando me quiere pedir algo porque sabe que me derrito cuando lo hace.

-Vaaaale. -Mi madre le hace chocar la mano a Martin y yo pongo los ojos en blanco.

...

Más tarde llega mi familia y el salón se llena de ruido; el sonido de las copas de vino; los gritos de los niños correteando por el salón y las risas de los adultos.
Me siento al lado de mi abuela para charlar y poco después Martin se acerca a mí sin saber qué hacer ni con quién hablar.

-Hola. Encantado. -Dice saludando a mi abuela dándole dos besos.

-Ay, hola hijo. ¿Este chico tan guapo y simpático quién es? -Responde ella.

-Este es Martin abuela. Es un amigo mío que conocí allí en Madrid. -Ella le sonríe y Martin le responde haciendo lo mismo, siendo interrumpidos por uno de mis primos que se acerca a mi abuela para enseñarle algo.

-¿Me puedo sentar? -Susurra señalando al sitio vacío en el sofá en el que estoy sentado. Yo asiento y doy dos palmadas en el sofá. -Creía que iba a venir menos gente. -Comenta al sentarse.

-¿No estás a gusto? ¿Prefieres que nos vayamos?

-No, no, son todos muy majos, pero... es que me gustaría estar a solas contigo.

Le agradezco que haya seguido con un tono de voz muy bajo porque me doy cuenta de que mi madre nos está mirando así que decido no contestarle a eso último como lo hubiese hecho estando solos.

-Comemos y nos vamos ¿te parece bien?

Asiente y yo vuelvo a hablar con mi abuela hasta que nos llaman para comer. Nos sitúan en la mesa extendida uno frente al otro ya que Martin a sido obligado por mis primos a sentarse con ellos y yo he sido obligado a sentarme con mis tías.
Durante la comida charlamos los unos con los otros sin tener un tema específico sobre el que hablar, hasta que una de mis tías decide hacer la misma pregunta de siempre:

-¿Y qué? ¿ya tienes novia?

Automáticamente mi mirada se dirige a Martin quien tose ya que al escuchar su pregunta se atraganta con un trozo de pan. Mis mejillas se tornan rosadas y el nerviosismo aumenta en mi forma de respirar por lo que bajo la mirada para poder pensar en una respuesta. Al verme así, Martin choca nuestros pies llamando mi atención para calmarme. Por fin obtengo una respuesta y me giro hacia el lado derecho donde está ella para responder la pregunta.

-No, no tengo novia... -Me aclaró la voz después de decir esas palabras y vuelvo a mirarle a él que asiente levemente para decirme que lo he hecho bien.

-Sí que la tenía, pero como es tonto la dejo escapar. -Dice de repente mi hermano.

-Javi, haz el favor de no meterte donde no te llaman. -Le riñe mi madre.

Después de unas cuantas preguntas comprometidas hacia Martin y otras a mí, deciden que es hora de abrir los regalos por lo que mis primos están ansiosos. El salón se llena de papel de regalo, sonrisas y gritos. Veo que Martin empieza a agobiarse cuando dos de mis primas más pequeñas le obligan a pintarse las uñas de colores sin ningún tipo de combinación. Le agarro del brazo haciendo que se levante del sillón y mis primas se quejan.

-No os quejéis que no es vuestro. -Martin se ríe.

-Y tuyo tampoco. -Dice una de ellas.

-Él no es tu amigo ¿verdad? Es el mío, así que no os quejéis y dejar al mañico en paz. -Una de ellas me grita algo que no sé distinguir entre tantas voces ya que me llevo a mi novio escaleras arriba.

Mi novio. Mío.

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Holaaa 😁
Este capítulo es algo más corto que los otros, lo sé, pero los 2 siguientes me parecen espectaculares así que de momento esto se queda así.
❤️ STREAM MIS TÍAS ❤️ y pronto MARILIENDRE 💕💕💕💕💕💕

te escribo a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora