18„... y nos dimos cuenta de lo dura que es la tierra"

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Logró dormirse. Procurando siempre no interferir en el espacio personal de su contrario, pero sin poder estar completamente cómodo si su cuerpo no estaba de cara al suyo. La cama era rígida, casi como si el colchón fuese nuevo sin estrenar. Podía ver un poco el porque, Tenya dormía con la vista de sus ojos cerrados pegada al techo, su posición recta; casi como si fuese un cadáver listo y decorado para el velorio. T/n por su lado tenía la costumbre de dormir en una posición fetal, la cual a cualquiera podría parecerle incómodo. Siempre dormía con la cara a la pared, rebosado de frazadas y abrazando alguna almohada, peluche, o incluso una de las frazadas que tenía encima. Necesitaba sentir ese calor, necesitaba simular ese acorralamiento casi íntimo que suponía el dormir a la par de alguien. De no, no dormía tranquilo. Cuando Ishi dormía con el le gustaba acurrucarse a su lado cada que percibía al contrario de un humor no tan malo o errático, aunque con el pasar del tiempo después de lo que habría estado aconteciendo ese último tiempo comenzó a avergonzarse cada vez más de la idea de su propia vulnerabilidad mostrada de esa manera.

Y finalmente, con las comodidades a las que acostumbraba cada noche y ese añoro de contacto con algo o alguien, se durmió. Separado al muchacho de cabello azul, en una posición ligeramente recta comparada a la que siempre usaba para dormir, y tapado por la frazada que ambos compartían. Y durmió tan bien...

Al día siguiente Tenya se despertó primero. Sorprendiéndose ingratamente con el horario que veía en el reloj de su mesita de noche. No solía despertarse tan tarde, o bueno; realmente eso era tarde para él. T/n era otra historia. Tenía para otro rato más.

Era rara pero extrañamente acogedora la vista que Iida tenía al ver a aquel chico que siempre estaba arreglándose, que siempre destacaba por su apariencia, que siempre estaba atento de los mínimos detalles de esta misma; ahora dormido en su cama con su ropa, con el pelo desordenado, algo de saliva cayendo por el costado de su boca y la mitad de su mano con la palma mirando hacia arriba cubriendo la mitad de su cara que daba con la almohada. La vista era graciosa pasados unos segundos. Una sonrisa comenzó a escaparse por las comisuras de sus labios al verle así. Sinceramente jamás creía le fuese a traer tan siquiera una pista de alegría ver a este chico que solía considerar tan molesto, ahora en una situacion completamente mundana.

Tenya se movió levemente en la cama, quería levantarse, comenzar su rutina, etc. Pero sintió a T/n removerse debajo suyo. Como buscando su contacto, buscando su cercanía. Lo que no sabía es que lo estaba haciendo de la misma forma en que solía hacerlo con aquel desgraciado que lo había dejado en vela llorando más de una vez. Lo buscaba como un amante al que conoció de toda su vida. Removiendose ligera e inconscientemente en el colchón mientras que con la mano que cubría parte de su rostro se agarraba a la parte inferior de la camiseta de su contrario, dando un lloriqueo adormilado mientras se aferraba a el como si le rogara silenciosamenre que no se fuera. Que por favor se quedara a su lado. Tenya se tensó incomodamente, si de plano no estaba acostumbrado a recibir muestras de afecto ¿Que se suponía que debía hacer con el muchacho a un lado suyo? Su mano se contrajo ante el mismo pensamiento que surgía de su unión a este chico. Pero una vez se tranquilizó, la bajó para quitar algo de pelo de su rostro para verlo mejor. Se aferraba con una necesidad que le hacía preguntarse de dónde es que nacía todo ese añoro. Vaya, las mismas preguntas de siempre acerca de este autodespreciativo muchacho.

Una vez tuvo una vista más clara a su rostro, vió las facciones de este mismo contraídas en una incómoda tristeza y como mencioné; añoro. De algo, no sabía de qué. En una pista de empatía por la vulnerabilidad opuesta volvió a meterse debajo de las frazadas. Su rutina de la mañana y hasta sus tareas podían esperar un poco. Aquel proyecto que tenían sería entregado el día lunes, más el estudio del informe y el propio informe que venía con este trabajo fue lo que les mantuvo en vela la noche anterior. Y por primera vez y por las razones menos esperadas, Tenya se desaceleró un poco. Se acomodó en la cama, sintiendo como T/n estaba cada vez más cerca de el en esa pequeña cama. No sabía dónde posicionar sus manos, no sabía cómo moverse o si hacerlo incluso. Estaba paralizado. Pero eventualmente el calor de su opuesto; que mantenía las mejillas de este mismo enrojecidas y lo relajante de la escena, terminó recostandose de costado; como no hacía nunca en la vida. Y esto solo para que su cuerpo quedara de cara al del castaño. Así como este mismo había echo la noche anterior sin ningún reparo. Se quedaría despierto hasta que su amigo comenzara a hacerlo también, hasta entonces se quedó en su celular. Y no fue hasta que el sueño le ganó a él también, que incluso si le molestaban las luces que entraban por la ventana, decidió apretarse un poco más a aquel chico con el que estaba durmiendo, subir las frazadas un poco más hasta su cabeza y dormirse junto a el. No tenía de otra. La culpa de dejar a ese vulnerable muchacho dormido no lo dejaría tranquilo en toda la mañana. Y por mucha ansiedad que le generara, comenzaba a reconocer por este desastre de persona que tenía frente a el, que saltar su rutina por una vez y solo un poquito; no mataría a nadie. Por lo menos hasta ahora.

N/a: adoro cada que comentan. Btw en una hora es mí cumpleaños 😽

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⏰ Última actualización: Aug 17 ⏰

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𝙇𝙞𝙩𝙤𝙨𝙩 ⨵⸻„🫗" ͎ 🅃🄴🄽🅈🄰 🄸🄸🄳🄰 × 🄼🄰🄻🄴!🅁🄴🄰🄳🄴🅁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora