1- Primer día de clases

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Mi historia comienza como cualquier cliché. Soy una chica de 17 años en su último año de preparatoria y por más que me parezca una locura estoy a nada de cumplir mi sueño de ir a la Universidad y poder convertirme en psicóloga.

Aunque hay algo, más bien alguien que dejaré de ver seguido de terminar la preparatoria y es algo un poco difícil de asimilar, el chico que he querido en secreto por años, mi dolor de cabeza, nada más y nada menos que Nicolás Killer más conocido como Nico. Es el chico más popular de la preparatoria y mi amor platónico desde la secundaria y como si ya eso fuera poco vive a dos casas de la mía y literalmente lo veo, bueno, lo acoso a diario.

A pesar de que vivamos prácticamente uno al lado del otro el último mes de vacaciones no lo he visto ni una sola vez y estoy muy nerviosa de volver a encontrármelo después de tanto tiempo.

Me encontraba tan sumergida en mis pensamientos que nisciquira noté a unas manos tapar mis ojos desde atrás y a alguien hablarme al oído.

—¿No piensas entrar a la escuela? —de inmediato reconocí la voz y me voltee rápidamente para abrazar a mi mejor amigo Patrick, él ha sido mi mejor amigo desde los 13 años y aunque parezca raro también fue mi primer novio, salimos un pequeño tiempo pero nos dimos cuenta que solo había cariño de amistad, nada más, así que decidimos dejar las cosas claras y como amigos hasta el día de hoy.

—Sí, ahora voy, solo estaba pensando mientras espero a Hanna —respondí con una sonrisa.

—Entonces te veo dentro, tengo que "hablar" con alguien antes de las clases —me dijo haciendo comillas con los dedos y soltando su típica risita de cuando va a ligarse a alguien.

—Sí claro, ve a hablar.

Al instante de que Patrick se fuera, no sé si para mí bien o mi desgracia llegó Nicolás en su auto con la única chica con la que no tengo muy buena relación, Mía, llevan saliendo desde antes del verano. No es nada formal pero tienen una relación de amistad un poco rara, son esos típicos amigos con derechos, yo pensaba que no durarían nada ya que él no es de comprometerse pero al parecer les va bien... ahh a quién engaño esto me jode y mucho.

Siempre que lo veo algo dentro de mí se magnífica, algo que hace estallar todos mis sentimientos, todo lo que soy. Me sorprende el efecto tan grande que causa en mí cuando nisciquira nos hemos hablado.

—Cariño cambia la vista.

Cuando observo a mi lado ya estaba aquí Hanna, mi mejor amiga, llevo con ella el mismo tiempo de amistad que con Patrick. Hanna es la típica chica rubia de ojos claros y desequilibrada, y sí, es un desastre en cuanto al amor es como un chico en chica, no suele tener cosas formales, le va más el rollo de una noche y luego como si no los conociera. En el tema fiesta es el centro de atención y todo porque es muy segura de sí misma, cosa que siempre le he celebrado. Aunque con esto no estoy diciendo que los chicos sean los únicos en tener esas actitudes, pero predomina más en ellos que en las chicas.

Aveces me gustaría tener su seguridad, no vivir de miedos y ser capaz de vivir el día a día sin pensar tanto las cosas.

Hanna me toma del brazo y me lleva hasta dentro de la escuela.

—Olvida lo que acabo de ver, no quiero hablar del tema, ¿me acompañas a los casilleros? —pregunté.

—Esa es la actitud, vamos.

De camino a los casilleros nos encontramos a Jake el gemelo de Hanna, acostumbra a ser un rompe corazones al igual que su hermana, siendo sincera no se parecen mucho físicamente solo el cabello y los ojos pero en cuanto a la forma de ser son dos gotas de agua.

—¿A dónde van? —nos pregunta colocándose delante de nosotras.

__ Jake qué quieres tan temprano, quítate.

¿Pasado o presente?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora