Capítulo 9.- Kanya Kulap

516 46 8
                                    


Pasan horas jugando a las cartas. A la mujer le sorprende que la niña no se aburra nunca. A veces, Kanya hecha en el mazo dos cartas superpuestas para que parezca que está poniendo sólo una.

Ella descubre la trampa y se lo recrimina con una tanda de cosquillas. Le gusta esa niña. Es juguetona y también reflexiva.

La niña apenas se queja del encierro. Es cómo si hubiera comprendido de golpe cuál es su destino.

Al principio, quería salir, preguntaba por ir a correr o jugar a un parque.

Ya no lo hace.

Nunca ha preguntado dónde está su mamá, o su papá.

La mujer, sabe que esa pregunta le arde por dentro a la pequeña, no es posible que no se la formule cada minuto que pasa allí dentro.

Pero una especie de orgullo, le impide hacerla en voz alta. No quiere mostrar debilidad, prefiere disimular su sufrimiento.

La mujer también disimula. Le da pena, pero no debe flaquear.

No puede hacerlo.

Es difícil marcar los límites en esos primeros días, permitirse esa clase de sentimientos. Así que la trata bien, con cariño y con paciencia aunque sin llegar a ser una madre suplente.

De repente entra un hombre y se lleva a Kanya.

La mujer le reprocha las prisas y le suplica que espere, que le deje unos días más.

Es muy pronto, está asustada, pero tampoco mucho, en el fondo a la pequeña le anima la perspectiva de salir de la habitación.

Y a los niños les gustan las novedades.

La noche cayó hace mucho cuando Kanya regresa de la mano del hombre. Pero ya no parece Kanya.

La ropa está sucia y los nudillos en carne viva. Los labios le tiemblan y refulgen en ellos varios puntitos rojos.

Un hematoma en la frente también comienza a clarear. La mujer se acercó a la pequeña para abrazarla.

-Esta cría es la hostia,- Dijo el hombre.-No sabes lo que ha sido, cómo ha peleado con la otra cría, la ha dejado muerta en cuestión de unas horas.-

-Señor Apasra, creo que no es lo suficientemente grande para..- Tonterías, esa niña es capaz de pelear, tendrías que haberla visto. Esta noche, se han vendido muchos enlaces y ha habido muchos espectadores viendo la pelea, nos vamos a hacer de oro- Dijo aquel hombre dejando a la mujer con la niña solos en la habitación.


—----------------------------------------


Después de un cambio de última hora, Yoko le envió a la doctora la dirección por Line. Tras un largo rato buscando el lugar, finalmente llegaron.

La doctora y Freen se acercaron a la mesa, mientras que Yoko y Paphitchaya se levantaron de sus sillas para saludarlas. Faye hizo de maestra de ceremonias y, una vez terminadas las presentaciones, todas tomaron asiento.

La morena miró a Yoko para ver cómo estaba, y ella le sonrió, con la cara sonrojada, para asegurarle que todo iba a estar bien. La doctora le acarició la rodilla por debajo de la mesa, un gesto que Yoko agradeció con una leve inclinación de cabeza.

-¿Qué tal estáis- Faye me ha hablado mucho de vosotras- dijo Freen para romper el hielo.

-Bien, mucho trabajo últimamente en la comisaría, pero vamos avanzando poco a poco. Tengo un equipo estupendo-respondió Yoko mirando con orgullo a Paphitchaya.

Línea Roja.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora