❀𝐀𝐄𝐋𝐎𝐑𝐀 𝐓𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐘𝐄𝐍❀
Aelora Targaryen era la última de las hijas de rey Viserys y Aemma, ella junto a su hermano Fallecido eran los últimos hijos del matrimonio.
Al nacer en los mellizos Baelon era el más tranquilo, mientras que Aelora...
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123 d.c.
Un año había pasado y con ella las noches que Aelora tenía su deber de complacer a su esposo .
Lastimosamente la noche de boda no fue suficiente para que ella quedara embarazada.
Después de ya una semana de su boda con su ahora esposo, Alicent le aconsejaba usar vestidos en tonos verdes, con una estructura que cubría la mayor parte de su piel.
Aelora como era su costumbre rechazaba dichos consejos, la mayoría de vestidos que usaba eran en tonos pasteles suaves, desde un celeste como el cielo, hasta un rosado como una hermosa flor del jardín.
La relación con Aemond cambió drasticamente desde su boda, la mayor parte de su tiempo se la pasaba entrenando o volando en su dragón.
Aegon solía hablar con ella durante los almuerzos y cenas, en el día era alguien considerado y amable con su esposa, pero, en las noches bajo los efectos del alcohol era totalmente irreconocible. No podía asegurar que había pasado noches con Aelora, no tenía recuerdos.
Aelora se pasaba las mañanas con Helaena bordando y hablando animadamente, hablando de la futura unión entre Helaena y Jacaerys, debes en cuando Helaena le preguntaba el como era estar casada y como era su vida como tal.
- Es agradable cuando no está bajo el dominio del alcohol- se limitaba a decir Aelora a su hermana para no romperle el sueño de una vida de casada.
- Y...duele cuando es la primera noche - pregunto inocentemente.
Aelora detuvo su bordado y solo en su cabeza busco el recuerdo de esa noche. Si dolió, podía sentir el dolor y el olor a alcohol que Aegon desprendía.
- Creo que la reina te hablara de ese tema cuando sea tu boda- respondió.
Mientras Helaena le habla sobre lo divertido que era montar a su dragón por la mañana la repentina presencia de Aemond detuvo la charla.
El miró a Helaena y ella entendiendo la mirada de su hermano dejó su bordado a un lado y salio despidiéndose de su hermana.
- Pensé que ya no quería hablar conmigo- hablo sin mirarlo.
- Conoces bien mis sentimientos, no hagas como si no lo supieras.
- No podíamos hacer nada, ya estaba decidido desde antes de que nacieras.
