Capitulo Ocho

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❀𝐀𝐄𝐋𝐎𝐑𝐀 𝐓𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐘𝐄𝐍❀

117 d.c.

- Princesa Aelora, su hermana se encuentra en trabajo de parto - Aviso Nora una de las sirvientas que estaba al cuidado de Aelora.

- Iré a visitarla mañana, hoy debe descansar- respondió tranquila.

Elinda asintió y se retiro.

Si algo sabía con seguridad Aelora, era que seguro su nuevo sobrino sería poco agraciado como llamaba Alicent a los hijos de Rhaenyra.

A Aelora  no le gustaban los chismes y rumores, ella sabía por experiencia que es lo que se sentía que los demás hablen a tus espaldas.

Quería a sus sobrinos, Jacaerys que desde que tenia seis años la seguía a todos lados , las clases, los paseos, mientras que el pequeño Lucerys era más tierno a los ojos de Aelora, un niño avispado, gentil.

No se sentía en familia desde que sus medios hermanos crecieron, Helaena era más silenciosa que ella, y pasaban tiempo juntas en la comodidad del silencio.

Aegon cambio radicalmente a los siete años, ahora era un joven curioso a los ojos de Aelora, sabia lo que decían de él,  pero ella simplemente pasaba de ellas.

Aemond era todo lo contrario a Aegon, el veía por sus dos hermanas, Aelora y Helaena, las trataba con respeto, pero lo que más le gustaba a Aelora era que ambos pasaban tiempo juntos en la biblioteca real, leyendo una y otra vez las historias que les enseñaban desde la niñez.

Pero lamentablemente el pequeño Daeron no pudo conocerlo correctamente, pues a una corta edad fue enviado a Antigua, por orden de la reina o su padre, pero eso no impedía que Aelora le mande cartas sobre como iban las cosas en King's Landing.

- Aelora- llamo Aemond sacándola de sus pensamientos.

Aelora la miró y le sonrió.

- Principe Aemond- contestó.

Aemond entró a la habitación y se puso frente a Aelora.

- Puedo ...

Aelora se recorrió de su lugar dejando espacio para que Aemond se sentase.

- Que sucede - pregunto.

- Por que crees que paso algo, no puedo visitar a mi hermana- dijo mirando a cualquier lado de la habitación menos a  los ojos de Aelora.

Aelora dejo su bordado y tomó suavemente las manos de Aemod.

- Por que estas mirando a cualquier lado, menos mirándome.

- Lo hizo de nuevo- dijo finalmente.

Aelora acaricio el cabello de Aemond de forma suave y delicada, suspirando sabiendo a que se refería.

- No deberías de tomarle importancia a las palabras dañinas de Aegon.

- Todos los días me recuerda que yo no tengo un dragón, junto a los hijos de Rhaenyra.

❀𝐀𝐄𝐋𝐎𝐑𝐀 𝐓𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐘𝐄𝐍❀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora