Capitulo 23

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Al día siguiente me desperté, y tenía mucha hambre así que bajé a desayunar. Abajo, estaba mi padre con Amber.

—buenos dias—dije bostezando y abriendo el cajón de los dulces.

John: buenos días Katherine, oye tengo que hablar contigo—yo cogí unos cereales y leche y luego un bol, mientras echaba las cosas en el bol, le miré.

—¿qué pasa?—guardé los cereales y la leche, y me senté.

John: ¿que pasó ayer?, cuando te pedí que vayas a por la cartera me contestaste mal—dijo cruzándose de brazos.

—perdón por hablarte mal, pero es que parece que no entiendes que me da miedo ir sola a plena noche por esas calles.

John: ya sé que te da miedo, pero el coche estaba a dos minutos, y no te iba a pasar nada, ya deberías de superar lo del secuestro—yo le miré flipando, y me subí a mi habitación. Me vestí y cogí un poco de dinero que tenía ahorrado, cogí mi bolso y me fuí de compras al mundo muggle.

Mientras estaba mirando ropa, alguien se me acercó.
Ashley: ¿Katherine?—yo me giré y era Ashley, la novia de mi padre.

—oh hola Ashley—dije sonriéndole.

Ashley: ¿qué haces por aquí?.

—me he enfadado con mi padre, y no quería estar en casa, así que he venido a comprar ropa.

Ashley: ¿qué ha pasado?—dijo cruzándose de brazos. Yo la miré y me quedé pensando.

—¿has desayunado?.

Ashley: no todavía no, ¿por qué?.

—¿podemos ir a la cafetería a desayunar y te lo cuento?.

Ashley: sí claro, vamos—yo la sonreí y fuimos a la cafetería. Pedimos dos cafés.—bueno, cuéntame.

—haber por dónde empiezo—yo suspiré.—¿mi padre te ha contado que yo me he criado con otras personas verdad?.

Ashley: si, dijo que cuando tú madre murió se sentía incapaz de cuidaros solo a los tres, y te dejó con otra familia.

—pues bueno, en diciembre fuí donde vivía antes con mi padre adoptivo, sus amigos y eso. Y mi ex mejor amiga, se inventó cosas, les dijo a mi padre adoptivo, a sus padres, y a unos amigos de ellos que yo la trataba mal, y cosas muy malas, para que me odiasen, ellos del enfado, me tiraron maldiciones y casi me matan, así que decidí irme de esa casa—le dí un sorbo al café.

—estaba pasando por un callejón, cuando unos hombres empezaron a hablarme, y en un momento, me taparon la boca y me agarraron y me secuestraron—Ashley se puso la mano en la boca, y me miró preocupada. A mí se me cayó una lágrima al recordarlo.—me pasé 4 meses en una cabaña, sufriendo todas las veces que me pegaban, violaciones, maltrato psicológico, etc—ví que se le pusieron los ojos llorosos.—y bueno, después de eso, me da miedo salir sola por esas calles a plena noche, después de lo que me pasó, me quedé traumada—dije limpiándome las lágrimas.

Ashley: dios mío, lo siento muchísimo Katherine, no me esperaba que dijeras esto—ella me abrazó y yo le seguí el abrazo. Me sentía segura y cómoda con ella, sentía que ella era de confiar.—cada vez que estés mal o necesites hablar con alguien, puedes llamarme y hablar conmigo, yo siempre te voy a escuchar.

—muchas gracias Ashley—dije sonriéndole.

Ashley: ¿sabes?, me dijo tu padre anoche que quiere que me mudé con vosotros, yo le dije que sí y estaba comprando unas cosas que me faltaban para vivir con vosotros—dijo antes de tomar un sorbo al café.

—¿enserio?.

Ashley: si, ¿no os molestará a los chicos y a ti no?.

—no para nada, nos caíste muy bien, yo estoy encantada con que te mudes—ella me sonrió.

Al rato, volví a casa con Ashley.

John: oh Ashley, ¿ya estás aquí?, Katherine dónde has estado.

—he comprando ropa, me he encontrado a Ashley y nos hemos ido a desayunar juntas, me voy a mi habitación—subí y me empecé a probar la ropa otra vez.

Al rato, alguien tocó a la puerta, era John.

—hola.

John: tenemos que hablar—dijo sentándose en mi cama.—ese pantalón te quedaría muy bien con la sudadera blanca que tienes.

—¿con cuál de todas?—nosotros nos reímos.

John: Ashley me ha dicho que te has enfadado por lo que te he dicho antes.

Yo miré al suelo.
John: perdón por decirte eso, no sé qué me ha pasado y te solté eso, sé que lo pasaste muy mal y que después del secuestro te quedaste traumada—yo me quedé callada.—lo siento mucho Katherine, espero que me puedas perdonar.

Yo le miré y le abracé.
—te perdono, no sabías lo que decías, no pasa nada—él me siguió el abrazo y me dió un beso en la cabeza. Luego nos separamos y él abrió la puerta para irse.—no te conté todo—hice una parada y él me miró.—no te conté todo lo que me pasó en el secuestro—él me miró raro y se volvió a sentar a mi lado.

John: ¿qué no me contaste?.

—cuando me intentaba esconder o escapar, aparte de que me abusaban sexualmente, me encerraban en un armario y ponían un candado para que no saliera, me dejaban ahí durante horas, y me desmayaba, me asfixiaba—las lágrimas cayeron por mi mejilla, recordando esos momentos, y él me limpió las lágrimas.

John: no te volverá a pasar eso hija, te lo prometo—él me volvió a abrazar.

Entre latidos y lágrimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora