Entre latidos y lágrimas

Capitulo 17

Pasaron dos meses y estaba en mi habitación, la que compartía con Aria, la chica nueva, me hice muy amiga de ella, Pansy e Ingrid. Pero en ese momento estábamos solo Aria y yo.

Aria:¿osea que no sabes si salir con Draco?—me preguntó ella, quien comía una manzana.
—no lo sé, haber le quiero mucho y nos tratamos como novios, pero no sé si él querrá.
Aria:yo creo que deberíais salir.
—me ha invitado a pasar unos días en su casa.
Aria:eso es que quiere salir contigo.
—¿ay tu crees?.
Aria:si tia, creo que deberías hablar con él sobre lo que pasa entre vosotros.
—¿y si le digo lo que siento y me dice que él no?, ¿y si no está preparado para una relación?.
Aria:si te ha invitado a pasar unos días en su casa, estando sus padres, eso es que quiere algo serio.
—bueno, hablaré con él después.

Salí de la habitación y fuí a la de Draco. Toqué a la puerta y pasé. Su habitación era de colores verdes y negros, como la de los chicos. Draco estaba en el escritorio haciendo los deberes. Hasta que se giró y me sonrió.

Draco:hola, ¿pasa algo?.
—no, solo quería hablar contigo—me senté en la cama y él se sentó conmigo.
Draco:dime qué pasa.
—quería hablar, sobre nosotros—paré un momento y suspiré.—¿yo que soy para ti?.
Draco:eres una chica muy especial para mi.
—¿y ya?, joder Draco, me tratas como si fuera tu novia, me besas, ¿y ahora dices que solo soy una chica especial?.
Draco:¿a qué viene esto Katherine?.
—Draco que me gustas, que quiero dejar de ser lo que soy para ti y ser tu novia por fin—dije directa. El me sonrió y me besó. Era un beso intenso, y largo.
Draco:yo también quiero ser tu novio— le sonreí y le besé. El me lo siguió y nos tumbamos en la cama. Era un beso en el que parecía que cada uno sabríamos lo que el otro haría. Nos separamos y nos reímos.

Un mes después.

Ya eran las vacaciones de verano por fin, Cedric Diggory murió en la última prueba del torneo. Dumbledore dice que el señor tenebroso ha vuelto.

Estaba en casa, con mi padre, Theo y Amber. Estábamos hablando de las anécdotas de este año y de años anteriores.
John:y bueno, así fue como hice que mi equipo ganara en el último minuto en un partido de quidditch.
—jajaja, madre mía—en eso llamaron a la puerta.
Theo:¿quién va a abrir?.
—voy yo—me levanté y fuí a abrir la puerta. Al abrirla, era un hombre y una mujer. Enseguida pude reconocer quiénes eran, ya que el hombre tenía el pelo blanco, y la mujer solo dos mechones. Eran los padres de Draco.
Narcisa:hola—me miró de arriba a abajo y puso una cara de de impresión.—¿eres Katherine?—yo asentí.—hola querida, soy Narcisa, la madre de Draco—nos dimos dos besos y al igual con Lucius.
—pasar, mi padre está en el salón—ellos pasaron y fueron al salón, yo detrás de ellos.
John:hombre, Narcisa, Lucius, ¿qué tal estáis?.
Lucius:muy bien John, ¿y vosotros?—dijo dándose la mano con Theo y mi padre, y dándole dos besos a Amber.
John:nosotros muy bien, mirar—dijo levantándose.—ella es Katherine, mi hija—dijo presentándome.—después de años, la hemos encontrado.
Amber:mejor dicho, ella nos ha encontrado—dijo sonriéndome.
Theo:¿Cissy por qué no ha venido Draco?.
Narcisa:estaba con Blaise, ahora después viene para la cena.
El asintió.

Lucius:bueno Katherine, ¿con quién has estado estos años?.
—pues me adoptó Sirius Black, y como le metieron en Azkaban, me criaron Remus Lupin y Nymphadora Tonks, junto a su hija quien era mi mejor amiga.
Narcisa:era?, ¿por que ya no es tu mejor amiga?—yo suspiré y le tranquilicé.
—en diciembre me secuestraron durante meses, todo ese tiempo mis secustradores abusaban sexualmente de mí siempre que se les daba en gana. El mismo día que me secuestraron, la que era mi mejor amiga contó cosas de mí que eran mentira a sus padres, a Sirius y Harry Potter y sus amigos. Harry y Sirius me intentaron matar ese mismo día, tirándome la maldición cruciatus,  y Harry cogió un cuchillo, se puso encima de mí y me hizo una cicatriz en la que pone "mentirosa"—dije quitándome las lágrimas, ya que este tema es muy delicado para mí.
Narcisa:¿pero cómo pueden haber personas tan terribles en este mundo?, ¿todo eso te pasó por una chica que contó mentiras de ti?—yo asentí con la cabeza.—tú no te merecías, y nunca te merecerás todo lo que te pasó linda, ahora tienes mucha suerte de haber encontrado a tu familia y de que seas feliz con ellos—yo la sonreí, ella me abrazó y yo se lo seguí. Era un abrazo cálido, sentía que ella me trataría como una hija para ella.