capitulo 17:"miedo"

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Algo golpeaba tan fuerte en mi pecho, que parecía querer atravesarlo. Era mi corazón, me encontraba asustada, sentía ruidos y voces que venían de mi habitación.

No quería pensar que algo malo estaba pasando, mis padres no estaban, Natt se había ido. Mis sentidos estaban alerta, sentía un horrible escalofrió recorrer completamente mi columna, algo en mi me decía que llamara a mis padres, o que tomara el auto y fuera a la ciudad. Natt no debería estar muy lejos. Pero por otro lado sentía la necesidad de subir, y ver qué pasaba.

No me encontraba capas de pensar. Solo tenía ganas de correr, de escapar. Pero no podía el miedo e apoderaba de mí. Me hacía inútil.

Se oían golpes, voces, ruidos. Eran atroces, quería cubrirme mis oídos y que pasara como cuando era niña, esperaba que desapareciera. Pero esto no era así, sabía que eso no pasaría. Esto iba a formar parte de mi vida. Yo lo decidí. Tan solo deseaba que Eliot estuviera aquí. No quería estar sola. Alguien comenzó a reírse, y mi respiración se volvió irregular.

-Emily- dijo una voz un tanto soñadora, pero tan solo escucharla comenzabas a sentir que el color desaparecía de tu piel.

Tape mi boca y me acerque lo más posible a la pared, necesitaba reafirmarme a algo o me desplomaría aquí. Mis piernas no me servían de soporte. Un leve sudor frio me recorría el rostro y el resto del cuerpo.

Tenía grandes preguntas en mi mente, ¿Correr? ¿Llamar a mamá? ¿Tomar el auto y huir? O tan solo enfrentarlo.

Tenía miedo, estaba apoderándose de mí y de mis sentidos, me evitaba respirar. Así que lo decidí, decidí enfrentarlo. Largue un suspiro y di un paso lejos a la pared y quede justo en medio del pasillo, esa voz todavía continuaba hablándome, dios, era horrible. Su voz era lo más terrorífico y escalofriante.

-Emily- volví a escuchar.- sal de donde estés o voy a encontrarte.

Tenía ganas de correr, de huir, pero parecía clavada al suelo. Mi respiración era más rápida e incontrolable.

-así que decidiste jugar- volví a oír y una leve risa escalofriante cubrió toda la casa.- puedo oler tu miedo.- dijo en un tono de voz juguetón- estas muy asustada, y es correcto que lo estés.

Cada vez más y más cerca oía la voz, los bellos de mis brazos estaban erizados. Mi respiración más acelerada. Comencé a caminar hacia atrás y esa voz volvió a sonar.

-me la estas poniendo fácil, esperaba algo distinto de ti.

Y algo se asomó por la parte de arriba de la puerta de entrada del pasillo, ¿era cabello? Esa voz continuaba riéndose. Una mano se apoyó sobre el marco de la puerta, dejando huellas de sangre pegadas a la blanca pared. Me encontraba sin palabras. Tenía miedo.

Comencé a caminar hacia atrás, dando pequeños y lentos pasos, sin despegar la mirada de allí. Otra mano cruzo, y así con ella su cabeza.

Era horrible, quede paralizada, una horrible sonrisa cubría su rostro putrefacto, gotas de sangre caían de su cabello, ella todavía se encontraba allí, en mi techo, caminando en cuclillas, moviéndose extrañamente. Seguí dando pequeños pasos hacia atrás, quería olvidarme de esto. No quería ver más.

-¿A dónde vas? Esto recién comienza- dijo mientras que avanzo rápidamente hacia donde estaba. Parecía no tener huesos, sus miembros parecían tener vida propia.

Su rostro quedo justo frente al mío, sus ojos eran completamente negros, y despedía un olor a putrefacción, su sonrisa reflejaba unos dientes afilados, y una lengua completamente negra que amenazaba con salir. Acercándose más a mí, justo al lado de mi oído.

-Esto comienza ahora- dijo pasando su putrefacta lengua por mi rostro.

Mi alma en ese instante abandono mi cuerpo, y con ella toda mi capacidad de pensar. Di media vuelta y corrí hacia la puerta, pero sentía que me seguía.

Salí, de casa y seguí corriendo, y me pare cuando me di cuenta de que corría hacia el bosque. Estaba sola, y completamente asustada. Sabía que ahora nadie me ayudaría, y tendría que lidiar con ello sola. Gire a penas mi rostro para ver si la veía. Y si, allí estaba. Caminaba sin prisa, riéndose de mí, dándome ventaja. Sabiendo que no tenía oportunidad.

Comencé a correr por el golpe, pero mi velocidad no era normal, no tenía tiempo de esquivar pequeñas ramas que golpeaban contra mi rostro, mientras más rápido yo corría, más fuerte ella reía.

Comencé a sentir que ya no era solo un par de pasos que me estaban siguiendo, eran más, no podía contarlos. Mi corazón palpitaba fuerte en mi pecho, amenazaba con salir y dejarme sola.

-no mires atrás Emily, no lo hagas- decía una voz dentro de mí. Era la voz de aquel demonio que estaba dentro de Sharon.

Pero yo instintivamente tuve que mirar, y allí estaban, todos aquellos que me habían corrido la noche de la fiesta.

Incremente mi velocidad y seguí corriendo, esto para mí no era un juego. Mi vida, mi misión, dependía de ello. Me encontraba corriendo de una manera inexplicable. Y escuche que aquel demonio que estaba dentro de mi casa hablo.

-los cambios están comenzando, hay que matarla- dijo- si Abaeck se entera querrá matarnos.

El miedo se incrementó, querían matarme. Eso no podía pasar, tenía que sobrevivir.

Llevaba tiempo corriendo, a pesar de estar completamente oscuro, mi campo de visión era espectacular, podía ver tranquilamente lo que había a mi alrededor.

-así es Emily, de esta forma tienes que correr- dijo de nuevo aquella voz dentro de mí.

Pero no fue por mucho que me sentía segura, recibí un golpe. No lo había visto, fue tan fuerte que caí al suelo, con una mano sobre el rostro, era ella, era la que estaba en mi casa.

Me tomo del cabello y comenzó a arrastrarme. Me jalaba tan fuerte del cabello, mientras su risa y la de todos los demás empezaron a ocupar cada parte calma del bosque. Solo oía sus risas. Y el miedo continuaba abarcando cada parte de mi No sabía qué hacer, sentía que todo estaba perdido.

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