Judas

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El cielo de Nerima se oscurecía mientras Akane Tendo corría por las calles, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Acababa de presenciar algo que nunca creyó posible: Ranma, su prometido, besando apasionadamente a Shampoo en un callejón oscuro.

Las lágrimas nublaban su visión mientras corría sin rumbo fijo, tratando de procesar lo que había visto. ¿Cómo pudo Ranma hacerle esto? Después de todo lo que habían pasado juntos, después de todas las veces que se habían salvado mutuamente, ¿cómo pudo traicionarla así?

Finalmente, Akane se detuvo en un parque desierto, dejándose caer en un banco. Su mente era un torbellino de emociones contradictorias. Por un lado, sentía una ira ardiente hacia Ranma, un deseo de hacerle pagar por su traición. Por otro, una parte de ella aún lo amaba desesperadamente, a pesar de todo.
"¿Por qué, Ranma?", susurró al viento, sus puños apretados en su regazo. "¿Por qué no puedo dejar de amarte, incluso después de esto?"

Mientras luchaba con sus sentimientos, Akane no se dio cuenta de que alguien la había seguido. Una figura emergió de las sombras: Ryoga Hibiki, el eterno rival de Ranma y admirador secreto de Akane.
"Akane", dijo suavemente, acercándose a ella. "¿Estás bien? Te vi corriendo y me preocupé."
Akane levantó la mirada, sorprendida de ver a Ryoga. Por un momento, consideró mentir, decir que todo estaba bien. Pero la angustia en su corazón era demasiado grande para ocultarla.

"Oh, Ryoga", sollozó Akane, dejando que las lágrimas fluyeran libremente. "Ranma... él... lo vi con Shampoo."
Ryoga se sentó junto a ella, su rostro una mezcla de preocupación y furia apenas contenida. "¿Qué? ¿Cómo se atreve ese idiota a lastimarte así?"

Mientras Akane le contaba lo que había visto, Ryoga la escuchaba atentamente, su corazón doliendo por ella y ardiendo de rabia hacia Ranma. Cuando Akane terminó su relato, Ryoga tomó sus manos entre las suyas.
"Akane, mereces algo mejor que esto. Mereces a alguien que te valore, que te sea fiel", dijo Ryoga, mirándola intensamente. "Alguien como... yo."

Akane lo miró sorprendida. Siempre había sospechado de los sentimientos de Ryoga, pero nunca los había confrontado directamente. En ese momento de vulnerabilidad, la idea de refugiarse en el afecto de Ryoga era tentadora.
"Ryoga, yo...", comenzó Akane, pero fue interrumpida por una voz familiar.

"¡Akane!" gritó Ranma, apareciendo de repente en el parque. Su rostro estaba pálido y su respiración agitada, como si hubiera estado corriendo por toda la ciudad.
Akane se puso de pie de un salto, su cuerpo tensándose. "¿Qué haces aquí, Ranma?"
Ranma se acercó, ignorando la presencia amenazante de Ryoga. "Akane, por favor, déjame explicarte. Lo que viste... no es lo que parece."

"¿No es lo que parece?", exclamó Akane, su voz temblando de ira y dolor. "¿Vas a negar que te vi besando a Shampoo?"
Ranma bajó la cabeza, avergonzado. "No, no lo voy a negar. Pero Akane, fue Shampoo quien me besó. Estaba usando un nuevo hechizo amazona, algo que nubló mi mente por un momento. Pero me alejé tan pronto como pude recuperar el control. Te lo juro, Akane, tú eres la única a quien amo."

Akane se quedó inmóvil, dividida entre el deseo de creerle y el miedo a ser herida nuevamente. Ryoga, por su parte, dio un paso adelante.
"No lo escuches, Akane", dijo Ryoga. "Siempre tiene una excusa. Siempre encuentra una manera de lastimarte y luego te pide que lo perdones. Conmigo, nunca tendrías que pasar por esto."
Akane miró de Ranma a Ryoga y de vuelta a Ranma. Su corazón estaba dividido, atrapado entre el amor que sentía por Ranma, a pesar de todo, y la seguridad que Ryoga le ofrecía.
"Yo...", comenzó Akane, su voz quebrándose. "No sé qué hacer. No sé a quién creer."
Ranma dio un paso hacia ella, sus ojos suplicantes. "Akane, sé que te he fallado muchas veces. Sé que no siempre he sido el mejor prometido. Pero te amo. Te amo más que a nada en este mundo. Por favor, dame una oportunidad para demostrártelo."

En ese momento, Akane se dio cuenta de que, a pesar del dolor y la traición que sentía, su corazón aún pertenecía a Ranma. Era una elección difícil, una que podría lastimarla nuevamente, pero era la única elección que su corazón le permitía hacer.
"Lo siento, Ryoga", dijo suavemente, volviéndose hacia él. "Eres un buen amigo, y te aprecio mucho. Pero mi corazón pertenece a Ranma, incluso con todos sus defectos."
Ryoga asintió tristemente, entendiendo que había perdido esta batalla por el corazón de Akane. Sin decir una palabra más, se dio la vuelta y se alejó, perdiéndose en la noche.
Akane se volvió hacia Ranma, sus ojos aún brillantes por las lágrimas. "Esto no significa que te haya perdonado completamente, Ranma. Tenemos mucho de qué hablar y mucho que resolver. Pero estoy dispuesta a intentarlo si tú también lo estás."

Ranma asintió fervientemente, tomando las manos de Akane entre las suyas. "Lo estoy, Akane. Haré lo que sea necesario para ganarme tu confianza nuevamente. Te lo prometo."
Mientras caminaban juntos de regreso a casa, Akane sabía que el camino por delante no sería fácil. Habría más desafíos, más malentendidos, más momentos de duda. Pero también sabía que su amor por Ranma era más fuerte que cualquier obstáculo. Y con esa certeza en su corazón, estaba lista para enfrentar lo que viniera, juntos.

FIN

One - shots rankane Donde viven las historias. Descúbrelo ahora