Orgullo o necedad ?

51 4 0
                                    


El sol se ponía sobre el dojo Tendo, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados. Ranma Saotome se encontraba en el tejado, su lugar favorito para reflexionar. Sus ojos azules miraban al horizonte, pero su mente estaba en otro lugar, repasando una y otra vez la discusión que había tenido con Akane esa tarde.

Eres un insensible, Ranma!" Las palabras de Akane resonaban en su cabeza. "¡Siempre pensando en ti mismo, nunca en los demás!"

Ranma apretó los puños, sintiendo cómo la frustración crecía en su interior. ¿Por qué Akane no podía entenderlo? Él no era bueno con las palabras, nunca lo había sido. Expresar sus sentimientos era como intentar hablar en un idioma extranjero. Pero eso no significaba que no le importara.

Mientras tanto, en su habitación, Akane Tendo miraba por la ventana, sus ojos chocolate nublados por la tristeza y la rabia. ¿Por qué Ranma tenía que ser tan terco? ¿Por qué no podía simplemente admitir que se preocupaba por ella?

La joven suspiró, recordando cómo había comenzado todo. Había sido algo tan simple: ella solo quería que Ranma la acompañara a comprar un regalo para el cumpleaños de Kasumi. Pero él había respondido con su típica actitud despreocupada, diciendo que tenía cosas más importantes que hacer.

"¿Más importante que mi familia?" había gritado Akane, herida por su aparente indiferencia.

Y así, lo que podría haber sido una agradable tarde juntos se había convertido en otra de sus famosas peleas.

Akane se dejó caer en su cama, abrazando su almohada. ¿Por qué las cosas tenían que ser tan complicadas entre ellos? A veces sentía que daban un paso adelante y dos atrás. Justo cuando pensaba que estaban progresando, que Ranma finalmente estaba bajando la guardia, él volvía a levantar sus murallas.

En el tejado, Ranma dejó escapar un gruñido de frustración. Sabía que debería disculparse, que debería bajar y hablar con Akane. Pero su orgullo se lo impedía. Después de todo, él era Ranma Saotome, el mejor artista marcial de su generación. No podía mostrar debilidad, ni siquiera ante la chica que... bueno, ante Akane.

El cielo se oscureció, las primeras estrellas empezaron a brillar, y los dos jóvenes permanecieron en sus respectivos lugares, atrapados en un ciclo de orgullo y dolor que parecía no tener fin.

A la mañana siguiente, el desayuno en la casa Tendo fue un asunto tenso. Ranma y Akane evitaban mirarse, comiendo en silencio mientras el resto de la familia intercambiaba miradas preocupadas.

Kasumi, siempre la voz de la razón, intentó aligerar el ambiente. "El día está precioso, ¿no creen? Perfecto para un paseo."

Pero sus palabras cayeron en oídos sordos. Ranma terminó su comida rápidamente y salió sin decir una palabra, mientras Akane se quedó mirando su plato, apenas tocando la comida.

Ranma vagó sin rumbo por las calles de Nerima, sus pies lo llevaron inconscientemente a los lugares que compartía con Akane. Pasó por el parque donde habían tenido su primer momento de verdadera cercanía, donde él la había consolado después de una pelea particularmente dura con sus rivales.

Se detuvo frente a la heladería donde, en un raro momento de generosidad, le había comprado su helado favorito. Recordó la sonrisa de Akane en ese momento, una sonrisa que iluminaba todo su rostro y hacía que su corazón se acelerara.

"¿Por qué no puedo ser así más a menudo?" se preguntó Ranma, frustrado consigo mismo.

Mientras tanto, Akane decidió ir al dojo. Necesitaba desahogarse, y nada mejor que un intenso entrenamiento para ello. Mientras golpeaba el saco de arena, su mente divagaba.

One - shots rankane Donde viven las historias. Descúbrelo ahora