Cap 1.- Mudanza

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*NARRA ALONDRA* 

-Si mamá, tranquila, ahora voy a ver el piso y si me gusta le dejo todo pagado a la casera, espero que esta vez el piso esté bien, estoy harta de ver tantos pisos.- Colgué el teléfono y miré el edificio, era bastante nuevo y estaba a 10 minutos de la universidad donde pensaba estudiar este año. 

La casera estaba esperando en la puerta, la saludé y subimos para ver el piso.

-Bueno, pues está es la entrada, aquí tenemos un pequeño salón con un sofá y una televisión, al fondo tenemos la cocina, compartida claro, el baño compartido lo tienes tomando el pasillo a la derecha y el piso dispone de cuatro habitaciones cada una con su propio baño, pero esos no tiene ducha ni bañera, para eso tienes que ir al compartido, la tuya es la que tiene las ventanas al exterior, hay dos que están ocupadas por tus compañeros y una habitación que tenemos libre por ahora, todas las puertas disponen de su llave individual para cerrarlas a vuestro gusto, y todos tendréis llave de la puerta principal y de la puerta de abajo, por mi parte poco más que decirte.

-Esto....me gusta, ¿puedo ver la que sería mi habitación?, por favor-dije con media sonrisa dibujada en mi cara.

-Claro, ven

La casera comenzó a andar por el piso y me llevó hasta la que sería mi habitación, era bastante amplia y muy luminosa, tenía unas ventanas muy grandes y una cama de matrimonio, un escritorio de madera y todo estaba pintado en todos pastel claro, muy acogedor. Había una pequeña puerta que daba al baño, tenía un lavabo, un espejo y el wc.

-Decidido, ¿Cuándo podemos firmar el contrato?

-Cuando tu quieras, mañana mismo podemos firmar y así puedes empezar a traer tus cosas. 

-¿Y si te pago ya y mañana firmamos? Es que así me puedo traer las cosas de casa de mis padres, hoy al ser sábado mis padres no trabajan y me pueden ayudar con la mudanza. 

-Bueno, si tu confías en mí para eso, yo confiaré en ti. 

Le pagué a la casera todo lo correspondiente al piso y a la habitación, pillé las llaves y llamé a mi madre para comenzar la mudanza. Mis compañeros de piso no habían aparecido por ahora, según me dijo la casera tendré 2 compañeros de piso, una chica y un chico. Es la primera vez que voy a convivir con alguien que no sea un familiar, espero que respeten mi forma de ser y los objetivos que tengo. 

-MAMÁ, CONSEGUÍ UNA HABITACIÓN- dije dando saltos de alegría mientras hablaba por teléfono con mi madre. 

-Genial hija, ¿Cuándo quieres que te ayudemos a hacer la mudanza?

-Hoy mismo si puede ser

-De acuerdo, vamos a buscarte.

Mis padres vinieron a buscarme y el camino a casa fue en silencio, recogí mis cosas en cajas y las metí al maletero del coche, volvimos al piso, pero esta vez mis padres querían hablar.

-Esto....hija....sabes que tu madre y yo te apoyamos en esta nueva etapa, pero ¿estás segura de venir a vivir a San Juan tu sola?

-Padre, tengo 21 años ya, agradezco que os preocupéis por mi, pero mi sueño es tener una carrera y poder vivir de ello. 

-Ya hija, pero.....en la capital hay mucha perversión y el pecado acecha en cada esquina- dijo mi madre.

-Hay mama, que me voy a San Juan, no a Hollywood, además quiero centrarme en la carrera, no teneis porque preocuparos. 

-Bueno hija, nosotros confiamos en ti, y cualquier cosa que ocurra nos puedes llamar y vendremos enseguida- dijo mi padre agarrando la mano de mi madre.

Esto iba a ser más complicado de lo que pensaba, mis padres son muy conservadores y consideran que en las ciudades habita el demonio, me ha costado mucho esfuerzo y horas de trabajo ayudando a mis padres en casa para conseguir que me dejen continuar con mis estudios universitarios, al salir del instituto decidí dejar de estudiar porque no me iba muy bien, pero ahora, veo que sin estudios encontrar un trabajo decente es muy complicado. Por eso he decidido seguir mis estudios. 

Llegamos al piso, gracias a Dios, y comenzamos a descargar todo y a meterlo en mi habitación, mis compañeros seguían sin aparecer, bueno, mejor, más tranquilidad y la casa toda para mi, agradezco que no hayan aparecido cuando estaban mis padres, mi ansiedad social lo agradece. 

Mis padres se marcharon no sin antes llenarme de besos, y recordarme los peligros de la ciudad. Me dejaron dinero y una tarjeta de crédito para disponer de dinero durante mi estancia. Me había quedado sola, miré a mi alrededor, había conseguido dar un pequeño paso para lograr mi independencia. Saqué mi teléfono y comencé a mirar que grados había en la universidad, tenía algunas opciones pero no lo tenía claro. 

Después de pasar horas mirando, terminé por decidirme, me iba a apuntar en Derecho, por fin sería la abogada que luchará contra la injusticia. 

Miré la hora, eran las 9.30 de la noche, decidí pedir una pizza para cenar, la ordené desde el móvil y mientras esperaba me fui a duchar, estando en la ducha oí como la puerta se cerraba, ¿Quién habrá venido?

Estaba terminando de secarme el pelo cuando escuché a alguien llamar a la puerta y se oían voces de fondo, me acerqué a la puerta para escuchar mejor

-Buenas, vengo a entregar una pizza a nombre de Alondra Michelle

-Mmmm, que yo sepa aquí no vive ninguna Alondra ni ninguna Michelle- dijo una voz masculina

-¿Está pagada?- dijo una voz femenina

-Sí- dijo el repartidor

-Pues nos la quedamos, y si llaman para preguntar por su pizza le dices de nuestra parte que muchas gracias por el regalo

Lo siguiente que escuché fue la puerta cerrarse, me di prisa para terminar de secarme y ponerme la ropa y salí al salón.

-Puñeta es hawaiana, ya no me gusta- dijo la voz femenina

-Rai, que no es nuestra, a saber quien la pidió-dijo la voz masculina

Entré al salón y vi a dos jirafas, la chica era alta y pelirroja con rulos, llevaba un top negro dejando al aire su abdomen, el chico era también muy alto y de pelo negro, llevaba un top con agujeros también dejando al aire su abdomen, parecía que volvían de fiesta, se me quedaron mirando y la chica se acercó a mi de manera peligrosa

-¿QUIÉN CARAJO TU ERE' Y QUE HACES EN NUESTRA CASA?- dijo dando dos pasos hacia mi, aunque con esas piernas tan largas diría que ha andado 3 metros

-Ho.....hola...soy Alondra....su nueva compañera....y la dueña de la pizza

-ª- dijo la chica y retrocedió junto a su amigo, sus mejillas se sonrojaron un poco.

-Esto....yo soy Alex- dijo el chico extendiendo su mano hacia mí- y ella es Rai, ¿Cuándo te han alquilado una habitación?

-Esta mañana, mañana firmo el contrato, pues....un placer conoceros, ahora si me permitís me llevo mi cena- dije quitándole a Rai un trozo de pizza de las manos- pasen buena noche.

Me marché a mi habitación sin saber que narices acababa de pasar, pero tenía claro que hasta mañana no saldría de la habitación. Intenté dormir, pero por alguna razón el abdomen de rai aparecía en todos mis sueños, me desperté sobre las 4 de la madrugada a causa de una pesadilla, o un sueño erótico, ya no lo recuerdo bien, y escuché como Rai hablaba con alguien en su habitación, que !oh sorpresa! está pegada a la mía. 

-Bueno chat, están listos para el bellaqueo?!!!- se escuchaba a través de la pared y comenzó a sonar música de Young Miko. 

Me tiré a la cama, no podía ser que fuese a compartir piso con esta señora, si iba a estar así todas las noches no podré estudiar, mañana pienso hablar con ella. Decidí volver a dormir. 


Espero que les guste, es mi primera vez escribiendo fanfics, tengo varias ideas sobre esta historia, recuerden que todo es ficción, en ningún momento se busca incomodar a Alondra o a Rai. Pasen un lindo día :)

Compañeras de piso - RAILODonde viven las historias. Descúbrelo ahora