*Narra Rai*
Alex se había marchado hace 10 minutos, a pensar que se le ocurrió a este mamabicho. Fui al baño para mirarme al espejo, estaba horrible, decidí tomar las riendas de mi vida otra vez, al fin y al cabo, Alo y yo no somos nada, simples compañeras de piso que se dieron un beso, algo intenso, pero no dejamos de ser compañeras.
Me lavé la cara y me metí a la ducha, una ducha de agua caliente me dejó nueva. Me maquillé un poco para disimular las ojeras y fui a la cocina a comer algo, estaba agarrando unas galletas cuando Alex abrió la puerta.
-Por fin apareces mamabicho- dije sin saber que Alo estaba detrás suya.
-Ehhh sí sí- dijo empujando a Alo al salón, después se marchó cerrándonos la puerta con llave.
Alo y yo nos miramos sin saber que decir, fui a la puerta a insultar al mamabicho de Alex, lo iba a matar cuando lo viese de nuevo.
-¿Se puede saber que haces Alex? Abre la puerta- dije sin creer que este era su maravilloso plan.
-No hasta que habléis, y daos prisa que he quedado
Mire otra vez a Alo, se quería marchar a su habitación otra vez, me negué a acabar esta noche sin hablar. Corrí hasta la entrada de su habitación y la miré de manera desafiante.
-No, otra vez no vas a huir Alo, hablemos.
-No hay nada que hablar, aparta
-No- dije cruzando mis brazos delante de su puerta, parecía ser la seguridad de alguna discoteca.
-Rai, he tenido un día duro, dejame entrar.
-El día acaba de empezar y tu ya quieres huir, no te puedes pasar la vida huyendo, Alo tienes que admitir que nos besamos, y no pasa nada, pero deja de ignorarme y de huir cada vez que salgo de la habitación- dije en un intento desperado de que hablase conmigo.
Alo agachó su cabeza y dijo tímidamente:
-¿Te diste cuenta?
-Alo, era obvio, me veías y salías corriendo como si te hubiese clavado un cuchillo. ¿Podemos sentarnos en el sofá para hablar? Te prometo que solo vamos a hablar, además, no querrás que Alex se quede todo el día en la puerta no?
-Se lo merece- dijo sonriendo- venga, vamos a hablar.
Nos sentamos en el sofá, quise sentarme a su lado, pero no me dio la oportunidad, ella se sentó en la otra punta del sofá con los pies pegados a su cuerpo, me miraba esperando que comenzase a hablar.
-A, empiezo yo?- dije sorprendida- bien, ¿te incomodó el beso que nos dimos?
-NO...digo...Rai...para mi no es tan fácil- parecía que Alo quería habar de más, pero algo le frenaba.
-Alo, si quieres que te entienda necesito que te comuniques contigo, adivina todavía no soy. La semana pasada después de nuestro beso tu cara cambió, parecía que habías visto un fantasma en esta casa. Si te incomodó o si te molesta mi presencia dimelo y lo intentamos solucionar, pero yo no pue.....- Alo no me dejó terminar, se acercó a mí y puso una mano en mi boca para hablar ella.
-Sorry, pero si no no te callas. Rai el beso que nos dimos me encantó, me paniqueé porque se supone que soy hetero, o eso piensan mis padres- dijo mirando al suelo
-¿Tu reacción fue por tus padres?
-Sí, ellos son muy conservadores y si se enteran de que me besé contigo son capaces de obligarme a volver a casa, y lo siento pero no quiero perder lo que tengo, estoy estudiando la carrera que quiero y viviendo sola por primera vez. Lo siento pero no quiero perder esto ni por ti ni por nadie.
Me sorprendió la firmeza con la que hablaba, pero también podía ver el sufrimiento en sus ojos.
-Ay Alo- dije cogiendo su mano de manera cariñosa- siento haberte puesto en esta posición, pero me gustaste desde el primer día, por eso intento picarte y provocarte- dije cabizbaja- si no quieres seguir con esto lo entenderé, no puedo decir que lo comprenda, pero no me quedará otra que aceptarlo.
-Rai, yo no te puedo prometer nada ahora mismo, no quiero jugar contigo, ni con tus sentimientos. Tengo claro que he venido a experimentar, por mucho que haya tenido una educación conservadora no significa que lo comparta. Pero no te voy a poder ofrecer lo que otras parejas.
-¿A que te refieres?
-Por ejemplo, no conocerás a tus suegros, como suegros, ni podremos salir a una cena en un restaurante, o donde sea. No quiero que nadie me vea. NADIE sabe de mi bisexualidad.
Me sorprendió que Alo pese a tener una educación tan conservadora no se arrepienta de lo ocurrido.
-¿Entonces que hacemos Alo?- dije buscando respuestas en su mirada.
-Yo me voy a dejar fluir, ¿y tú?
-Pues fluyamos las dos- dije sonriendo, eso era mejor que perderla. No podría explicar lo que provoca en mí, pero una parte de mi la desea de manera carnal y otra desea cuidarla y encerrarla en una jaula de cristal para que nadie ni nada pudiese hacerle daño. Alo se veía nerviosa, sabía que toda está situación la estaba sobrepasando, así que la abracé demostrándole que la acepto tal como es.
-Gracias- susurró en mi oído y una lágrimas comenzaron a caer por su rostro.
-COÑO, QUE ALEX SIGUE EN LA PUERTA- dije quitándome del abrazo y fui corriendo a la puerta. Busqué mis llaves y abrí la puerta, Alex ya no estaba ahí, le mandé un mensaje y me dijo que se había ido a los 5 minutos de encerrarnos, será cabrón.
Alo vino detrás mío y comenzó a reírse.
-¿Me cuentas el chiste?- Dije
-El plan de Alex fue una autentica mierda, pero funcionó
-Ese mamabicho es más inteligente de lo que parece- dije abrazando a Alo- y si vemos una película? Esta vez te prometo que no me voy a aburrir. No me apetece hacer nada hoy- dije haciendo un puchero.
Alo terminó por aceptar mi oferta, no sin antes ir a preparar unas palomitas. Pusimos una película y nos acurrucamos, así pasamos todo el día, juntas, y respetando los tiempos de Alo, no quería que volviese a entrar en pánico, por eso me controlé con provocarla, por hoy....
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Compañeras de piso - RAILO
Hayran KurguAlondra, una chica tranquila educada con valores conservadores, se muda al centro de San Juan, Puerto Rico, donde podrá continuar sus estudios universitarios, allí conocerá a la que será su futura compañera de piso, Rai, educada en valores liberales...