Cap 2.- Bienvenida

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Mi teléfono comenzó a sonar, puñeta donde lo había dejado, miré por toda la habitación y no lo veía, seguí el sonido y, puñeta, estaba en el salón, salí y alcancé a contestar corriendo

-¿Diga?- dije con voz aún dormida

-Hola Alondra, soy tu casera, te aviso que esta tarde me pasaré para firmar el contrato, era para asegurarme que ibas a estar en casa

-Emmm, si si claro, aquí estaré

Colgué y me rasqué la cabeza sin saber si era de noche o de día, miré a mi alrededor y al girarme me encontré otra vez con la jirafa de Rai, mirándome mientras se reía. 

-¿QUÉ CARAJO TE HACE TANTA GRACIA JIRAFA?- le dije sin saber porque se reía tanto.

Rai me miró de arriba a abajo y seguía riendo, después se mordió el labio de abajo y se marchó hacia su habitación, antes de entrar dijo con voz sensual:

-Bonitas bragas, aunque seguro que te queda mejor un tanga- después se echó a reír y se encerró en su cuarto. Miré hacia abajo y NO LLEVABA PANTALONES, ¿pero que había hecho esta noche? ¿tanto me moví?

Entré corriendo a mi habitación para que Alex no pudiera verme, lo que me faltaba, y Rai, de donde sacó esas confianzas para hablarme así?! Que nos conocemos desde hace unas horas. Me vestí y encendí el ordenador para matricularme en la universidad, terminé y mis tripas rugían pidiendo auxilio. 

Salí de la habitación y Rai estaba con Alex en el sofá meados de la risa.

-Y salió en bragas JAJAJAJAJA, puñeta tendrías que haber visto su cara al decirle lo del tanga- Rai seguía riendo, pero Alex le dio un pequeño golpe al ver que yo estaba ahí. 

-Hola Alo, ¿que tal?- dijo Alex

-No tan bien como ustedes, ¿te sigue haciendo gracia no Rai?

Rai asintió con la cabeza y reía por lo bajo, eso me cabreó más

-Muchas confianzas te has tomado tú, que no nos conocemos de nada jirafa.

Rai se puso en pie y me acorralo hasta la pared, puso una mano a cada lado de mi cabeza y me arrinconaba con su cuerpo.

-Sí, he cogido muchas confianzas contigo, pero también puedo coger otras cosas- dijo susurrando a mi oído y después mordiéndose el labio. Tragué como pude y quise apartarla, pero no pude.

-No no no, aquí la que manda soy yo- siguió diciendo en mi oído, por favor que pare, porque tengo toda la piel erizada, ¿por qué?- ah y no soy la única que se toma confianzas que no debe, tu me llamas jirafa y ¿yo no puedo dar mi opinión?- al fin me dejó libre, menos mal, porque si estaba un segundo más creo que me iba a desmayar. 

Alex se puso en medio, mandando a Rai a su habitación y pidiéndome disculpas. 

-Perdónala Alo, le gusta bromear, pero no sabe controlar....

-Gracias Alex, ¿es tu novia o tu hermana?

-¿Mi novia? JAJAJAJAJA, ¿Alo tu me has mirado?, ¿tú crees que un hetero podría vestir con este estilo?- dijo modelando- no me insultes otra vez llamándome hetero- dijo haciéndose el serio. 

-A, perdón perdón, asi que.....¿te gustan los chicos?.....-

-Sí

-Puñeta, digo bien bien....bueno no sé.....

-¿Estás bien?

-Sí, digo no...digo qué, es que nunca había conocido a un gay.- dije algo avergonzada

-Bueno pues ya lo conoces, ¿quieres una foto?-dijo Alex bromeando. 

-Emmm no...quizás en otro momento- y salí corriendo hacía mi habitación. Había entrado en colapso, no entendía nada de lo que estaba ocurriendo. 

En cuanto a lo de Alex, tenía sentimientos encontrados, porque me habían educado en contra de los homosexuales, pero una cosa era la educación de mis padres y otra la mía, aunque me costaba terminar de entenderlo, defendía que el amor es libre. ¿Y con Rai que carajo acababa de pasar? ¿Me había excitado? Puede ser, pero no debería ser así, a mi me gustan los hombres, o eso había pensado siempre, pero verla en esa posición delante mío, susurrándome al oído esas cosas, perdóname señor, pero por ella pecaría. 

No volví a salir hasta que la casera llamó a la puerta para firmar el contrato, entró firmamos, me dio una copia y se quedó un rato hablando con Alex y Rai. A media tarde salí para comer algo, antes con todo lo ocurrido no había comido y mis queridos compañeros estaban ahí otra vez. Entré a la cocina y saludé tímidamente. 

-Alo, ¿te apuntas?- dijo Alex

-¿A qué?

-A un party- dijo Rai

-Si anda, ven, Rai no quiere venir y yo no quiero ir solo puñeta- dijo Alex haciendo un puchero

-Gracias por la invitación, pero no tengo ganas

-Puñeta- dijo Alex

-Alex, es que tu vas con alguien y en cuanto pasa el primer chico que te gusta te olvidas de la compañía- dijo Rai

-ESO ES MENTIRA- dijo Alex sacándole la lengua a Rai

Puta madre, estos dos andaban como niños pequeños todo el día. Miré en la nevera en busca de que comer, hasta que recordé que no había ido a comprar y hoy era domingo, por lo que todo estaba cerrado, pues nada, me tocaba pedir otra vez cena. Estuve buscando que pedir en el móvil y de vez en cuando, mi mirada se escapaba a mirar a Rai, que se veía adorable concentrada en la cocina. 

Seguía embobada con el móvil cuando Rai empezó a hablarme

-Esto....Alo......espero que lo de antes no te haya molestado......me dijo Alex que te molestaste y te marchaste a tu habitación.....no era mi intención....

-Eh? Puedes repetir, es que estaba mirando que pedir de cena

Rai volteó los ojos y negó con la cabeza

-Nada, que si querías macarrones?

-No gracias, voy a pedirme algo para cenar.

Rai suspiró y siguió cocinando. No sé por qué, pero no podía apartar mis ojos de su espalda, y de su tatuaje, su piel se veía tan fina.....coño pero que me pasaba? Había comenzado a sudar y notaba que ahí abajo me palpitaba todo. Mierda, QUE YO SOY HETERO PUÑETA.

Compañeras de piso - RAILODonde viven las historias. Descúbrelo ahora